El pasado domingo día 23 de febrero, entre los temas presentados se eligió por votación hablar de:
La Tragedia en Ceuta
Interior admite ahora que la Guardia Civil disparó al agua cartuchos de fogueo y pelotas de goma
El ministro sostiene que las muertes fueron en territorio marroquí y que las expulsiones fueron legales
La oposición en bloque cuestiona al ministro su política contra la inmigración en las fronteras con África
El ministro del Interior,
Jorge Fernández Díaz, ha reconocido este jueves que la Guardia Civil sí utilizó
material antidisturbios durante el intento de entrada de un grupo de
inmigrantes por Ceuta que costó la vida a varias personas. Según los últimos
datos oficiales ofrecidos en la intervención del titular de Interior, la cifra
oficial de fallecidos es de once inmigrantes ( quince en la actualidad) , aunque durante su intervención,
el ministro al principio aseguró que eran nueve las víctimas mortales.
En una comparecencia a
petición propia en la comisión de Interior del Congreso, el ministro ha
reconocido lo que hasta ahora se había negado con insistencia, y es que los
agentes si usaron material antidisturbios. Fernández Díaz aseguró que los agentes
dispararon al mar, y lejos de los inmigrantes que intentaban con flotadores alcanzar
la costa. Ante la insistencia de los portavoces de los grupos de la oposición
para que detallara que tipo de material utilizó la Guardia Civil, el ministro
detalló en su último turno de palabra, casi cinco horas después del inicio de
la comisión, que los agentes utilizaron desde tierra pelotas de goma, cartuchos
de fogueo y botes de humo. Siempre desde tierra, nunca desde la valla ni desde
el mar, y con la única intención, según el ministro de "disuadir a los
inmigrantes". Unos inmigrantes que según reconoció el propio ministro
estaban exhaustos, no sabían nadar, algunos llevaban unos flotadores o chalecos
que se desinflaban, por lo que el responsable de la Guardia Civil al mando del
operativo, ordenó que se dejara de disparar y se auxilió a los inmigrantes
"porque se entendió que se podía poner en riesgo sus vidas".
Durante su comparecencia,
el ministro ha admitido que la Guardia Civil creó una "barrera
disuasoria" para evitar que los subsaharianos llegaran a España a nado. El
ministro ha insistido en que las autopsias realizadas hasta ahora han revelado
que todas las muertes se produjeron por "sumersión" sin que haya indicios
algunos de violencia, lo que indicaría, según el ministro, que no fueron
alcanzados por las pelotas de goma que lanzaron los agentes al agua. Fernández
Díaz ha adelantado, a falta de la investigación judicial que se ha iniciado
tras la denuncia de una veintena de onegés, que las muertes se produjeron, en
territorio marroquí, pero como consecuencia de la avalancha humana que se
produjo.
También rechazó el
ministro las acusaciones de que las devoluciones vulneraran la Ley de
Extranjería. Y ha defendido que no habían entrado en España, por eso la
devolución, insistió, no fue en caliente, una práctica que calificó de
"irregular". Y en este punto, el ministro se ha enredado con una
nueva definición del territorio español en Ceuta, provocando que el diputado
del Partido Nacionalista Vasco, Emilio Olabarría, le advirtiera que si las
fronteras han cambiado "avísenos porque puede traer consecuencias
colaterales en el derecho de autodeterminación".
En su intervención, con
ese uso barroco del lenguaje del que el ministro de Interior hace gala,
Fernández Díaz ha enarbolado un nuevo concepto de frontera, que no es
geográfico sino jurídico. Es decir, en Ceuta, "la geografía cede ante un
concepto jurídico". Fernández Díaz explicaba así el mecanismo utilizado
para entregar a Marruecos a los 23 inmigrantes que sí que llegaron alcanzar a
nado España y pisaron la playa del Tarajal, la madrugada del 6 de febrero.
Aquella mañana unos 250 inmigrantes intentaron entrar en Ceuta, primero por
tierra y luego por mar. Ninguno lo logró, salvo un pequeño grupo de 23 que sí
que pisó territorio español, como se pudo apreciar en un vídeo grabado por un
espontáneo, y que provocó que el ministerio del Interior alterara su primera
versión de los hechos.
Según el relato del
titular de Interior, el grupo de inmigrantes logró su objetivo porque los
guardias civiles no pudieron repeler su entrada en el mar para no poner en
peligro sus vidas. Ahora bien, aunque en el vídeo se ve perfectamente que los
inmigrantes pisan la playa ceutí del Tarajal, a la que llegan exhaustos, a
juicio del ministro, no lograron entrar en España porque no rebasaron el
control policial de la Guardia Civil. "El Estado retrotrae la línea de
vigilancia hasta un escenario seguro que no es otra que la del agua. No
constituye entrada ilegal la cual sólo queda consumada si se rebasa la línea de
vigilancia establecida. No entraron porque no rebasaron el control
policial", ha manifestado.
Los grupos de la
oposición han censurado que el ministro haya asegurado que la frontera no se
encuentra en un lugar geográfico sino donde esté situada la barrera de la
policía o la guardia civil. Algunos de los portavoces han calificado esta
explicación de "esotérica". "Si las fronteras están tan difusas,
algunos podrían admitir el derecho de autodeterminación", insistió Emilio
Olabarría.
"¿Dónde empieza
España? ¿A las espaldas de la Guardia Civil? España no empieza donde quiera la
Guardia Civil", se ha preguntado el parlamentario Ricardo Sixto, de La
Izquierda Plural.
La explicación del
ministro intentó justificar las devoluciones inmediatas que se produjeron con
los 23 inmigrantes que pisaron la playa del Tarajal como "rechazos en
frontera". Es lo mismo que ocurre en la valla de Melilla y que ha
provocado las críticas de las oenegés. Cuando los inmigrantes logran saltar la
valla, si son capturados por la Guardia Civil, incluso tras una persecución,
estas personas son expulsadas inmediatamente por una puerta de la valla. Los
mandos de la Guardia Civil de Melilla entienden que ese es el protocolo de
actuación que tienen desde hace años, y que es legal.
Sin embargo, la propia
Ley de Extranjería, en su artículo 26, también contempla que en los casos de
rechazos en frontera los inmigrantes tengan derecho a un abogado, a un traductor
y a pedir asilo.
El Periódico de Catalunya
MAYKA NAVARRO / Madrid
Jueves, 13 de febrero del 2014.
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