martes, 23 de diciembre de 2014

NOVATADAS E INOCENTADAS

Ponencia presentada por Blai el pasado sábado día 20 de diciembre






El pasado 1 de octubre de este año, se aceptó en el Senado una enmienda transaccional que, literalmente dice:

El Senado insta al Gobierno a:
Respaldar y apoyar el Manifiesto del Consejo de Colegios Mayores de España, orientado a eliminar las prácticas de las novatadas del ámbito social y universitario.

El Consejo de Colegios Mayores presentó el pasado día 12 de septiembre un manifiesto de rechazo a las novatadas. 

En dicho manifiesto, los firmantes expresan su preocupación por unos hechos que consideran inaceptables, y se comprometen a preservar el ejercicio de la libertad y el principio de igualdad de todos nuestros colegiales, rechazando de plano todo tipo de novatadas.



¿Pero porque se ha tenido que llegar a esta situación?
¿Porque es necesaria una legislación prohibiendo las novatadas?
Recientemente se han dado casos de denuncias por abusos dada la exageración de las novatadas, que han llevado a detenciones por parte de la policía y a ingresos en hospitales.
Beber sangría con un embudo, correr desnudo por la Diagonal, o bañarse en las fuentes de Montjuic o de la España Industrial, serian algunas de las gracietas, a las que son obligados los novatos



No sé si aquí, pero en otros países como en Estaos Unidos o Inglaterra, se ha llegado incluso a dar casos de fallecimientos a resulta de las novatadas.
Parece una cosa de los tiempos revueltos que vivimos, pero nada más lejos de la realidad.


El filósofo griego Platón, está considerado como el primero en reflejar en sus escritos la violencia con la que los recién llegados a La Academia (387 AC) eran tratados por los veteranos.
Los comportamientos que observa y describe Platón en sus obras en los jóvenes de su época, recuerdan mucho a lo que hoy en día consideramos una novatada.
Tiempo después de la primera fundación de la Academia, en el año 350 DC, alumnos destacados de la Academia Nueva como Gregorio  Nacianceno o Basilio de Cesarea describen las pesadas y humillantes bromas que tenían lugar y a las que eran sometidos los alumnos de  nuevo ingreso, que se enfrentaban a estas bromas en ocasiones de  manera voluntaria y en otras forzada.

“La primera medida que se tomaba (...) consistía en conducir al recién llegado hasta la casa de algún conocido, un amigo, un pariente, un ciudadano, o uno de los que destacaban en el arte de la sofística. 



Se entablaba una especie de juego de intercambio de preguntas ingeniosas y comprometidas, del que el novato debía salir bien.
De resultar airoso se le admitía en el círculo de los más espabilados, de los cabecillas, de modo que esa prueba determinaba sus compañeros futuros y se evaluaban en cierta medida también sus capacidades”
El resultado de esta prueba era determinante para sus futuras amistades, sus actividades, su posición social y también servía como reflejo a ojos de la sociedad para saber cuáles eran sus capacidades y competencias. 

El nuevo miembro entonces pasaba a ser considerado como una persona merecedora de dignidad al mismo nivel que los demás. La actitud oscilaba siempre entre el tono jocoso y la humillación.
En el año 530 DC, durante el Imperio Bizantino, el emperador Justiniano decreta la primera ley contra las novatadas hacia los estudiantes de primer año de Derecho.

O sea que, da la sensación de que esa enmienda transaccional, no es que sea muy moderna precisamente.
¿Cómo podríamos definir novatada?



1-Sería cualquier acción realizada por un individuo recién llegado a un grupo (novato/a) e inducida por los veteranos/as de ese grupo, y que no se llevaría a cabo en circunstancias normales y que el principiante no efectuaría por iniciativa propia. Por tanto, se trata de un fenómeno de carácter grupal.
2-Cumple la función de un rito de iniciación a una agrupación.
3-Se caracteriza por una dinámica de “poder-sumisión”.
4-El consentimiento de las víctimas a participar es irrelevante.
5-Constituye una forma de violencia interpersonal.
6-Puede presentarse en forma de violencia física, psicológica o sexual.



La antigüedad y la modernidad convergen. En las sociedades primitivas se encuentran los «ritos de tránsito» que sirven para señalar el paso de la pubertad a la madurez.
Básicamente lo que se pretendía es que a través de una prueba de referencia el adolescente y la sociedad fuesen capaces de establecer un «antes» y un «después». Antes de la prueba era un niño, superada ésta con éxito se convertía en un hombre.
Esto implicaba que había de superar algunos obstáculos. Si el joven fracasa, el oprobio le persigue toda la vida. Cada situación implicaba unos derechos y unas obligaciones distintos y establecía el rango social. 


A la ceremonia de iniciación, (que solía incluir algún tipo de mutilación ritual, como la circuncisión, o incisiones en la piel, como marca de identidad), le sigue la aventura de introducción que podía consistir en cazar un animal salvaje, robar un objeto perteneciente a otra tribu, o participar en un combate singular. 



Si la aventura terminaba con éxito, la comunidad desbordando de alegría finalizaba la ceremonia con una comida ritual.
Es evidente que el Occidente culto y civilizado estas ceremonias han desaparecido.

¿Han desaparecido?
Si cambiamos la mutilación ritual por el corte de cabello, las incisiones en la piel por los tatuajes, la aventura de iniciación por las peleas con otras tribus urbanas o la violencia en los estadios, la comida ritual la substituimos por la litrona y las drogas ¿Que tendremos? 



La existencia de ritos de paso es una de las constantes antropológicas que caracterizan al ser humano de manera más universal y que, por tanto, no se resiente de la evolución económica y social. 



Lo que está claro es que el aparato ritual que comportan tiene como objetivo reforzar la cohesión, primero familiar y luego comunitaria, del individuo que los pasa.
Los ritos cambian de cara y con ellos las costumbres correspondientes, pero su esencia sigue muy viva, en parte porque las diversas edades y ciclos del ser humano no están regidos por lo social, sino por lo natural.

¿Entonces, si las novatadas, son un “rito de iniciación”, porque hay que prohibirlas?
Los defensores de las novatadas los justifican con los siguientes argumentos:
•Conseguir mayor cohesión grupal.
•Mantener vivas las “tradiciones” de una institución.
•Ayudar a romper el hielo y a que el alumnado se conozca entre sí.
•Cultivar cierto sentimiento de orgullo colectivo.
•Promover la disciplina dentro del grupo.
•Ser origen de grandes historias que compartir.
•Desarrollar en las víctimas un sentimiento de superación personal.
•Propiciar actividades voluntarias y divertidas.




En términos filosóficos todo rito de iniciación “es el equivalente a un cambio básico en la condición existencial; el novicio/a emerge de su dura experiencia dotado con un ser totalmente diferente del que poseía antes de su iniciación; se ha convertido en otro”
Esta parece ser la concepción subyacente al mantenimiento de las novatadas como tradición, la convicción de que un novato/a que no haya pasado por este proceso, no ha “mutado” en su nuevo ser: no es un integrante del grupo.





Además, es importante señalar que los potenciales nuevos miembros, saben que todas las generaciones anteriores han pasado por “lo mismo”, y por lo tanto, tienden a normalizar este proceso y a justificar a quienes les hacen pasar por él.
Esta asimilación está relacionada con la necesidad de pertenencia y el miedo a ser señalado como marginal o extraño, y se ampara en una supuesta tradición que por repetición y antigüedad acaba normalizándose.



¿Entonces dónde está el problema?

Yo diría que en el punto cuarto de la definición que hemos dado:
4-El consentimiento de las víctimas a participar es irrelevante.
No hay elección, y eso deja de ser un rito de iniciación para convertirse en una imposición violenta.

Muchos grupos tienen ceremonias de iniciación, los grupos religiosos con los diversos bautismos, confirmaciones, los Masones con sus rituales secretos, etc.
Pero en ningún caso se hace en contra de la voluntad del participante.
Otro de los elementos negativos, es el hecho de que los novatos actuales, serán los próximos veteranos, y para demostrar que son mejores que sus predecesores extremaran el “ingenio”, para con sus víctimas, con lo que se consigue un efecto espiral que ha llevado a que se produzcan muertes.



No voy aquí a enumerar las diversas novatadas, que se producen o se han producido, todos, más o menos hemos pasado en nuestra vida por una etapa en la que hemos tenido que aguantar con mayores o menores consecuencias, situaciones de novato veterano.
Porque, aunque ha desaparecido prácticamente, también se producían en los ámbitos laborales entre aprendices y oficiales, (la famosa y siempre “pequeña” llave de dar la vuelta al taller, por ejemplo).
Quisiera enlazar aquí con el segundo tema de la tertulia, el de las inocentadas. 



Es común ver en televisión, las famosas bromas de cámara oculta, sobretodo en estas épocas del año.
Hay personas que les parecen graciosas y a otras no tanto, o más bien diría que les parecen graciosas cuando se las hacen a otros.
Estaríamos un poco en el mismo caso que las novatadas, podrían considerarse las bromas o las inocentadas una forma de romper el hielo, de facilitar la comunicación entre las personas  (y no me refiero a las de la televisión, que esas solo sirven para ganar audiencia).

Los que nacimos en un pueblo, recordamos las bromas, entre vecinos, o con los del pueblo de al lado.
La convidada que tenía que pagar el que se echaba novia en un pueblo que no era el suyo si no quería ir al pilón, etc.

Para no alargarme más, ¿qué opináis sobre el tema? ¿Son las sesiones de novatadas un rito de iniciación que ayuda a los novatos a integrarse al grupo de los veteranos?

Las bromas/inocentadas ¿son tradiciones que facilitan la convivencia?



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