viernes, 8 de noviembre de 2013

LOS CÁTAROS

Ponencia presentada por Mª Rosa el pasado sábado día 2 de Noviembre



                                                         


                                                      
La existencia de las herejías es inseparable de la existencia de la misma Iglesia; donde hay dogma, hay herejía, y desde sus orígenes la historia de la Iglesia Católica es una larga serie de luchas, ásperas y sangrientas, contra las herejías más diversas.
La religión de los Cataros venia de Oriente, algunos historiadores modernos afirman que el Catarismo no es una herejía, si no una religión, que nada compartía con el cristianismo. No tenían nada que ver con el cristianismo que había configurado 10 siglos de Historia de la Iglesia.


En el siglo XI, las poblaciones eslavas de Bulgaria son evangelizadas al mismo tiempo que los latinos y griegos. El “catarismo” tal como era conocido en el sur de Francia, aparece en el siglo X en Bulgaria bajo la denominación de “Bogomilismo”.
No se sabe si en verdad, el fundador de esta religión se llamaba Bogomilo, pero los bogomilos fueron numerosos en Bulgaria, a pesar de las persecuciones, ya que sus ideas revolucionarias inquietaban a las clases dirigentes.
En Bosnia y Servia, llego a ser una autentica religión de estado y no fue aniquilada hasta el siglo XV, con la invasión turca.


Esta es la historia de una secta herética que supo aprovechar su momento histórico para crear una nueva religión o filosofía de vida basada en el cristianismo primigenio, y que hizo que la Iglesia emprendiera una Cruzada para reprimirlos.
En el siglo XI los Bogomilos habían expandido su doctrina, sobre todo el sur de Francia, La fe Catara fue progresando y a mediados del siglo XII se convirtió en una religión semioficial. Aunque perseguida, que tenia sus propias tradiciones, su propia historia y su propia organización jerárquica.
El obispo búlgaro, Nicetas, llamado papa de los cataros, llego procedente de Constantinopla, para reafirmar en el Languedoc, la Iglesia catara, y reunió un concilio de ministros y obispos cataros en Lauragues, cerca de Toulouse.
Mucho se ha escrito sobre los cátaros medievales. Aunque realmente ha quedado muy pocas fuentes que provengan de fuentes autenticas, pero hay algo muy evidente de su existencia, y es la rica herencia que dejaron por donde vivieron, ya que los valores de democracia y de libertad, allí quedaron impresos.
Eran mujeres y hombres buenos “les bons homes”, se les llamaba, que creían en el Padre de Puro Amor, el cual no era ajeno totalmente a este mundo. Por lo tanto, toda su vida transcurría intentando ser personas, no de este mundo, su espiritualidad abarcaba ámbitos de la vida desde su comportamiento a su alimentación, su música y su arte.


Aun que fue un periodo corto de la historia, es muy interesante. Fue un movimiento religioso gestado muchos siglos atrás, antes de su aparición en Europa, nacido de las antiguas creencias paganas orientales, cuya principal doctrina contenía dos principios fundamentales y contrapuestos, el Bien y el Mal.
Estos representaban respectivamente, la parte espiritual del hombre, enfrentado al mal, que era representado por el diablo y todo lo material, que se consideraba impuro.
El significado literal de la palabra “cátaro” viene del griego y significa  “los puros”, y así se denominaban a si mismos.



Los cátaros también fueron denominados “Albigenses”, a finales del siglo XII. Se creyó que este nombre podría provenir  de la ciudad accitana de Albí, pero es poco probable, ya que el centro de influencia de los cátaros estaba situado en Tolouse y en los distritos adyacentes. Tal vez es más creíble que se denominaran así, por la raíz latina “alb “(blanco), ya que se consideraban puros.

LA JERARQUIA DE LOS CÁTAROS

La iglesia de los “Bons Homes”, asamblea o comunidad de fieles, que alcanzaban la salvación siguiendo una regla que cumplía al pie de la letra los preceptos de los Evangelios, tenía una ordenación interna, relacionada con la propia eclesiología, y estaba estructurada con la intención de cumplir eficazmente con su vocación universalista.
La Iglesia Cátara estaba dividida en tres niveles: Creyentes, Consolados, Perfectos y Buenos Cristianos.

El Creyente:
  
Era el oyente, el que iba a escuchar  las predicaciones cátaras.

El Consolado:

Los que pertenecían a este grado, son los más difíciles de definir. Existía el simple “consolado”, es decir la persona que enfermaba y recibía el sacramento de los moribundos, si después sanaba, quedaba a la espera de ser bautizado.

El Perfecto o perfecta: 

Era el bautizado y tenía la potestad de dirigir la plegaria, de bendecir el pan y de dar el “consolamentum” a los moribundos


Los buenos cristianos: 

Tenían el papel realmente sacerdotal, de la predicación solemne y del bautismo del espíritu, que se otorgaba al neófito o al iniciado que llevaba largo tiempo preparándose, y estaba destinado a entrar en las ordenes cátaras.
Se reservaba a únicamente a una jerarquía de buenos cristianos, llamados ancianos, diáconos u obispos.
En la época de las persecuciones, la diferencia entre simple perfecto, consolado o miembro de la jerarquía disminuyo.
En esos momentos de penuria, el más humilde de los perfectos clandestinos, la más aislada de las perfectas de los bosques representaban en si mismos a toda la Iglesia, y reunían en ellos las funciones temporales y sacerdotales de los hombres buenos, protegidos por un pueblo de creyentes encasillados por la burocracia inquisitorial.


La iglesia cátara fue en realidad la suma de un determinado número de iglesias autónomas, que en realidad mantenían lazos de buena amistad entre ellas. Cuando una comunidad local llegaba a ser suficientemente numerosa e influyente, esta se organizaba como Iglesia, es decir, escogía un obispo gestor, y a un cierto número de diáconos destinados a asegurar la predicación y la vida religiosa de las agrupaciones de cristianos de base.
Las casas cátaras: 

El funcionamiento de esas casas no puede compararse con el de los monasterios o conventos católicos de la época.
Ignoraban toda clausura, estaban abiertas al mundo y a la sociedad, funcionando como hostal y como taller. Eran sobre todo lugares donde se mantenían los ritos y donde  todo creyente sabia que podía acudir para escuchar hablar de Dios, y a realizar practicas piadosas.


La mujer entre los cátaros: 

Existían grandes diferencias entre la mujer cátara y el resto de mujeres de la Edad Media, con respecto a la libertad y la capacidad de acceso a la cultura y a puestos de poder.
En toda Europa, solamente las mujeres de la nobleza tenían acceso a la formación, pero siempre con las limitaciones de un mundo en el que tanto la Política como la Iglesia eran gobernados por hombres.
Aunque los cátaros consideraban el amor carnal pecaminoso y poseído por el demonio, la cosa cambiaba si eras creyente,
La mujer cátara en este caso tenia una libertad en el aspecto sexual, casi ilimitada, podían incluso insinuarse aun hombre, para seducirlo, con el objetivo de casarse co el.
Los jueces de la inquisición se escandalizaban cuándo las mujeres cataras explicaban sus acciones, y no podían comprender que ninguna mujer pudiera tener tanta libertad.
De una forma, más o menos encubierta, existían las aventuras sexuales, en contraposición a la rigidez represiva e intolerante del cristianismo.
La mujer cátara podía ser nombrada Perfecta, y entre sus funciones, estaba la de poder dar el “consolamentum” a los moribundos
Dentro de la creencia de la reencarnación, tanto el hombre como la mujer, tras su muerte podían elegir para reencarnarse el sexo masculino o femenino indistintamente.


La predicación: 

No podemos  comparar al obispo cátaro con los prelados católicos de la época, que residían en un palacio episcopal en las ciudades. El obispo cátaro era pobre e itinerante, era solicitado para las ceremonias y ocasiones solemnes y mantenía hasta el final su misión de gestor de la Iglesia comunidad.
Los perfectos, no eran únicamente unos hombres austeros que se ganaban la admiración de todos por su desprecio por las riquezas de este mundo, causando admiración por su bondad.
Una austeridad arisca y triste no habría atraído a nadie, pero esos hombres y mujeres que iban por el mundo de dos en dos a visitar castillos y arrabales, provocaban veneración.
El conde de Tolosa, expreso este sentimiento el día que delante de un perfecto harapiento dijo: “Preferiría ser este hombre a ser rey o emperador”. Varios libros afirman que los perfectos se ganaban los corazones de sus fieles con su ejemplo y con su personalidad, y en eso estaba basado el extraordinario éxito de su apostolado.

La Persecución:

Después de esta breve historia seguiremos con los hechos de la persecución y la cruzada.
En contra de la herejía de los cátaros se formo un gran ejercito cruzado , que se componía, según Guillem de Tudela, de 20.000 caballeros bien armados, más de 200.000 soldados entre villanos, burgueses y personajes eclesiásticos.
Toda esta maquinaria anti cátaros se puso en marcha el día de San juan de 1209 desde Roine, hasta Montpelier, el 14 de Julio del mismo año hubo conversaciones para la rendición entre el legado papal Amalric y el vizconde Roger Trencavel, sin ningún éxito.
Otro ejército cruzado contra los cátaros, va penetrando por Carcí, ante Casseneuil, cerca de Agen, dirigido por el belicoso arzobispo de Burdeos.



Las tropas cruzadas se detienen frente a la ciudad cátara de Beziers, el día 22 de julio de 1209, donde el obispo católico de Beziers Renaud de Montreyroux intenta parlamentar con Arnau Amalric, proponiéndole la entrega de 222 cátaros de la ciudad, pero los habitantes de ésta ciudad, se niegan en redondo.

Sucede que un grupo de soldados insulta a los cátaros posicionados tras las murallas, por lo que propicia una imprudente salida de una patrulla, para castigar a los provocadores, lo que aprovechan los cruzados para colarse por la puerta abierta de Beziers, invadiendo rápidamente toda la ciudad cátara, es tanto el ímpetu de los asaltantes, que no pueden impedir los cátaros, el incendio, destrucción, pillaje, y el degüello de todo lo que encuentran a su paso, hombres, mujeres, ancianos, y niños, ante lo horroroso del espectáculo, alguien le pregunta Amalric, como distinguir los cátaros del resto de los habitantes, pronunciándose aquella cruelísima frase del legado papal, “matadlos a todos, y Dios ya separará a los buenos”.


Simón de Montfort  asola todo el Languedoc , castillos cátaros como, Bram, Minerva, Termes, Cabaret, Lavaur, Puillorenç, Les Cassés, Montferrand, Motgey, en 1212, conquistan a sangre y fuego Agen, Castelsarrasin, Moissac, Montalbán, todas estas victorias de los cruzados , van seguidas otras tantas hogueras, que son encendidas para quemar vivos a los cátaros y sus simpatizantes.


Lugar emblemático como no existe en cualquier otro sitio del catarismo, es el “Prado de los Quemados”, al pie mismo del castillo de Montségur, donde tras la capitulación de los cátaros de Montségur, a los diez meses de asedio que sufrió por parte de los cruzados, en este parado, se alzó una gran pira con troncos de madera y piedras, donde tanto los Perfectos como muchos de sus seguidores fueron quemados vivos, en una cantidad que pasaron de doscientas personas, todos a un mismo tiempo.



En 1244 cae el castillo de Montsegur y en 1255 el de Queribus terminando de esta manera la persecución de los cátaros por la cruzada y comenzando la diáspora de los pocos que pudieron salvarse de las persecuciones.


En la actualidad, la ruta de los cátaros es una de las más bellas de la montaña Negra, muy interesante turisticamente por las ruinas de sus castillos, la belleza de los paisajes de sus montañas, pobladas de robles , encinas castaños y pinos, situados en el parque natural de “Haut-Languedoc”, con el “Pic de Nore “ como punto más alto.


Cabe destacar, sobre todo el conjunto de Lastours con sus cuatro castillos encaramados milagrosamente, por las colinas de esta zona, aun su estado ruinoso, vale la pena visitar, por lo escarpado de su terreno, y la gran importancia que tuvieron para la resistencia cátara.

Un tema curioso el de los cátaros que no deja de sorprender y que sin duda seguirá haciendo correr ríos de tinta, como en su día hizo correr ríos de sangre.

Podeis dejar vuestros comentarios y opiniones en el recuadro inferior si así lo deseáis.


2 comentarios:

  1. Muy completo a pesar de lo escueto. Gracias por compartir. Muy interesante este sitio. Saludos cordiales desde Mendoza, Argentina.

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    1. Gracias por tu aportación, como habrás visto, somos un grupo de personas que nos reunimos los sábados y algún domingo, para presentar un tema y debatir después sobre el.
      La experiencia suele ser enriquecedora.
      Para los que no pueden asistir en persona, hemos creado este sitio, donde se publican las ponencias presentadas para que los que no pueden hacerlo de manera presencial puedan dejar sus opiniones y comentarios respecto del tema tratado.
      Nos alegra que te haya gustado, esperamos tus comentarios en futuras ponencias, si así lo deseas.
      Un saludo cordial.

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