La
seducción
Ponencia de Mª Rosa del Sabado 19 de Mayo de 2012
Tratare
de explicar brevemente de que se trata la seducción. Desde un punto de vista biológico;
una visión sobre el cortejo animal y humano, sobre los porqués de la seducción
entre varones y hembras.
Por tratarse de comportamientos, será la “Etologia” (de
ethos = costumbres) la rama de la biología llamada a tomar cartas en el asunto.
Comunicarse
es uno de los más viejos atributos del cortejo y es común a buena parte de los
animales. Desde los sapos de los arroyos, o los ciervos de la sierra, cada vez
que macho y hembra inician un cortejo, intercambian señales en un código que
conocen ambos, y que por lo general, necesito poco o nada de aprendizaje.
Habitualmente
son los machos los que inician el cortejo. Las hembras cumplen un papel más
discreto pero no menos importante, estudiar y seleccionar cuidadosamente al
macho.
La razón
ultima de porque esto tiene que ser así, requiere dar unos pasos atrás.
Por más
que los machos exhiban los comportamientos más ostentosos, las hembras son las
que deciden, tanto en el mundo animal como en el humano.
Aun en
las más diversas culturas, desde las primeras fases de aproximación hasta la realización
del logro existe un cúmulo de características comunes, propias del homo sapiens
y que se irán explicando.
¿Que
papel juegan las feromonas en el “sex-appeal”? Las feromonas son sustancias
emparejadas con las hormonas segregadas por glándulas particulares, y que al
contrario que las hormonas, son liberadas en el medio externo.
En
consecuencias, las feromonas no tienen efecto en el mismo individuo, sino en
los demás individuos de la misma especie. Es decir juegan el papel de
“desencadenantes químicos”.
En el
ser humano, tanto los olores naturales, algunos de los cuales podríamos
considerarlos feromonas, como los artificiales contribuyen a aumentar la atracción.
Según
el sexólogo Gaston Boero: “El vivir en las ciudades hace que se pierdan los
olores humanos tan particulares, y sean sustituidos por perfumes”.
Por
otra parte las feromonas son las responsables de lo que llamamos “Cuestión de
piel”, que hace que sintamos una especial atracción por determinadas personas,
independientemente de otros factores.
Seducción,
sensualidad y erotismo son los pilares básicos de nuestra sexualidad.
Sexualidad que es mucho más que genitalidad. De hecho muchos problemas sexuales
aparecen como consecuencia de alguno de estos factores.
La seducción
cabe considerarla como el conjunto de expresiones y manifestaciones de una
persona, sus aspectos particulares, psicofísicos y de comportamiento, que surgen
de su manera de ser y que se relacionan con su historia y trayectoria vital, y
que se traducen en su conjunto, o en algunos aspectos, en atracción de algunas
personas frente a ellas.
Es un
proceso presente en nuestra vida cotidiana, en cada contacto que establecemos
con las demás personas, todas las relaciones humanas, amorosas, laborales, circunstanciales,
amistosas, familiares, etc.
La seducción
actúa cuando tenemos una entrevista para acceder a un puesto de trabajo,
haciendo evidente nuestra capacitación para el mismo; en el momento en que
rendimos un examen y queremos mostrarnos seguros y preparados; cuando se habla
en público, en una reunión y queremos captar la atención de los demás.
Se
trata de un proceso complejo que comporta una inmensa variedad de gamas y
cualidades, de intenciones y de objetivos, jugando un papel fundamental en las
relaciones personales.
La seducción
es un arte, un juego lleno de riesgos y contratiempos, de aventuras y
desventuras, de encantos y disfraces.
Con la seducción,
la sexualidad entra en una dimensión mucho más amplia y que abarca mucho más
que la necesidad de saciar el sexo.
Si bien
somos un cuerpo llenos de órganos sensoriales, necesitamos aprender a sentir,
vista, oído, olfato gusto y tacto están allí para que los desarrollemos y
usemos ¿ Como?. Experimentando, activando nuestros sentidos. Es como si fuéramos
analfabetos en el arte de amar, sentir y gozar. Todo esto presupone romper con
los viejos tabúes y prohibiciones.
Todas
las personas somos seductoras desde que nacemos, unas mas que otras, incluso
los bebes son tremendamente seductores. Para seducir hacemos gestos, decimos
cosas, nos comportamos de tal o cual manera, conversadores, callados, gestos,
etc.
Saber
escuchar cuando se percibe que el interlocutor se siente interesado por lo que
se esta diciendo, esto se ve como alguien cercano, atento.
Pero si
es cierto que la seducción carece de reglas estrictas. No hay formulas para el éxito,
por lo tanto debemos huir de supuestas tácticas infalibles, y creer en nuestra
capacidad de conseguir lo que deseamos. Ante todo hay que confiar en uno mismo,
la inseguridad es el enemigo, cuando aparece, perdemos toda la naturalidad.
Una
buena cosa seria el factor sorpresa, jugar con lo imprevisible, y ser capaces
de convertir un día típico y rutinario en una velada inolvidable. La seducción
es cuestión de imaginación, romper esquemas.
La
belleza no es todo. Los pilares de una relación, nunca se sostienen sobre el
atractivo físico, el maquillaje, la brillantina y las cremas antiarrugas, no
poseen la llave de la correspondencia del otro.
Es
nuestro bagaje cultural, nuestra actitud en la conversación y nuestro interés
en el dialogo, lo que reforzara los vínculos de una pareja. Una mente seductora
es un arma muy sutil y efectiva.
El buen
seductor, no solo ofrece su persona, sino que se muestra tal como es, junto con
todo el universo que le rodea.
Hasta
los años cincuenta la palabra seducción tenía connotaciones religiosas. A su
significado de “cautivar”, o “encantar”, se le añadía el de hacer caer en el
error o en el pecado, y es que la seducción produce fascinación y miedo, entre
otras cosas, por su tradicional paralelismo, según la religión, con el mal.
Seducir,
no es lo mismo que atraer, la atraccion es natural, en cambio la seduccion es
un arte, necesita, como he dicho antes, ritual y ceremonia, igual en los
humanos que en los animales, se utiliza una estrategia para conseguir un fin.
En las
sociedades humanas primitivas y entre los animales, las estartegias de
seduccion tambien necesitan de un ritual, que permita acercarse al otro lentamente,
un escenario e el que poder intercambiar señales que orienten sobre la
naturaleza del encuentro.
Quien
seduce esta al acecho, observa su obgetivo, y va mostrando poco a poco los
señuelos que cautivan al otro.
En esta
espera laboriosa reside el encanto de la seduccion..
En este
juego, no solo actuan factores controlables, sino que tambien actuan y de forma
determimante, factores que no podemos controlar del todo.
Cada
uno de nosotros (eso como cosa curiosa), producimos 500 sustancias quimicas
distintas, que el resto de los seres humanos perciben gracias al sentido del
olfato. Cada uno de nosotros, tiene una huella aromática única, que nos
identifica y diferencia del resto.
Otros
elementos de la seducción:
Los
ojos: La mirada
es una forma de comunicación básica. Mantener el contacto visual es una manera
de expresar el interés por otra persona.
La
sonrisa: Es un
gesto de aprobación y una manera sutil de interés. Además la sonrisa marca los
rasgos más importantes de la cara, la boca y los ojos, aparecen ante el otro.
Los
gestos: La
postura y los gestos son un medio básico de comunicación no verbal que muestran
la disposición o no, de establecer una aproximación.
La
seguridad y autoconfianza, son básicos para mostrarse interesante, ante la otra
persona, ya que indican madurez, sensibilidad y saber estar.
Una
actitud positiva y la capacidad de sacar la sonrisa a los demás son aspectos
valorados para seducir.
No es
posible seducir a todo el mundo, no se puede gustar a todos, al padre, a la
madre, a los hijos, a los amigos, al compañero, etc., en todos nuestros
comportamientos y puntos de vista.
Tampoco
es posible que gustemos a nuestra pareja, amigos, etc., en todas nuestras
facetas, en todos nuestros actos, en todas nuestras opiniones.
No se trata
de crear un personaje, ni de imitar a alguien exitoso, sino de rescatar lo
mejor de nuestra persona, y construir por medio de la reflexión, elaboración y autocrítica
positiva una imagen y personalidad en la cual se integren armónicamente diferentes
aspectos de uno mismo. Esto seria una buena seducción.
Entre
los seductores famosos de la historia figuran, Cleopatra, Giacomo Casanova y el
ficticio D. Juan. También grandes personajes en la política, el arte y en la
literatura, el cine y los negocios, han sido grandes seductores.
Pablo Picasso,
Lord Byron Bernard Shaw, Rodolfo Valentino, el rey Francisco I de Francia, y
Carlos II y Enrique VII de Inglaterra.
Mas tarde ya en
siglo XX, surgieron los “Play Boys” cuyo estilo de vida fue sumamente atractivo
para las mujeres. Fueron verdaderos iconos de seducción, algunos de ellos: Olo
Kahn, Porfidio Rubirosa, Francisco Piguatari, etc.
Erick Frohm, en
su libro “El arte de amar” da testimonio de es todo un arte, que requiere
conocimiento y esfuerzo.
El gran seductor
de todos los tiempos, fue Casanova, tuvo una vida llena de aventuras, muchas de
ellas amorosas, fue cortesano, soldado, intrigante, financiero, diplomático y masón...
Viajo por toda
Europa y a su regreso fue encarcelado en Venecia, acusado de magia e impiedad.
También fue un
escritor prolífico, escribió gran parte de su obra en Frances, el idioma culto
e internacional de la época. ¿Cuantas fueron las mujeres de todas las
condiciones que sedujo?
No se sabe, pero
hoy queda su nombre como arquetipo de seductor, por antonomasia.
Mujeres
seductoras ha habido muchas, desde María Calas, Ava Gadner, Jakie Kennedy, Mara
Hari, Gina Lollobrigida, Coco Chanel, etc., etc.
Tenían el lema de
que se consiguen mas cosas seduciendo que imponiendo, todas ellas tenían el
denominador común de ser de “rompe y rasga”, como se suele decir.
Mujeres que
consiguieron muchas cosas en su vida a través de sus armas de seducción, pero
no solamente entendido desde el punto de vista sexual.
Todas ellas fueron
mujeres apasionadas por la vida, muy vitales, mujeres que quisieron dejar su
huella en el mundo, las que han seducido en la pantalla, otras por su
intelecto, en la política, en el arte, o las que han sabido enamorar a hombres
de sangre azul.
Conclusión:
La seducción
implica la manifestación de nuestra intimidad, ya que representa un conjunto de
manifestaciones y expresiones del yo, una serie de actos expresivos,
comunicativos y relacionales, cuya intencionalidad es interactuar con los
otros.
Se trata pues de
una comunicación autoreveladora, en la que se exterioriza aspectos de uno mismo,
como pensamientos, sentimientos, emociones y deseos., poniendo en evidencia del
otro la disposición activa de los mismos.
Por ello el
proceso de seducción puede darse en cualquier ámbito de la vida, entre los
miembros de una pareja, entre terapeuta y paciente, entre docente y alumno, en
reuniones sociales, etc., sin que su manifestación conlleve obligatoriamente,
una connotación sexual.
A la hora de
seducir es necesario conocerse, como ya he dicho antes, uno mismo, con las
aptitudes y limitaciones del propio yo, reflexionando sobre la propia seducción,
sin frenarla, sino encauzándola como un hecho más de ser persona.