Macedonia,
Hungría, Croacia, Serbia, Eslovenia, Austria... Las fronteras europeas se han
convertido en la traba principal que muchos países han puesto unilateralmente a
la llegada de refugiados al continente.
La
mayoría de ellos han llegado a Europa por mar, desde la costa turca hasta
algunas islas griegas, para tomar de allí la ruta de los Balcanes hacia el
norte.
Sin
embargo, muchos permanecen a la deriva al toparse con vallas que les impiden
tomar un tren o cruzar a pie una frontera, como ocurre en el borde entre Grecia
y Macedonia o en el paso de Calais, que une Francia con Reino Unido.
Desde
este miércoles, Macedonia, Eslovenia, Croacia, Eslovenia y Serbia han empezado
a aplicar una serie restricciones fronterizas a la entrada de inmigrantes que
suponen el cierre de facto de la ruta de los Balcanes, dejando a los refugiados
que esperan paso en una situación de bloqueo circulatorio absoluto.
"Ya no existe como hasta ahora la
migración a través de la ruta de los Balcanes", asegura el ministro
esloveno de Interior.
El
57% de las personas que han llegado a Grecia este año han sido mujeres y niños
En
lo que llevamos de 2016, 131.724 inmigrantes y refugiados han llegado a Europa,
según las estimaciones hechas públicas este martes por el Alto Comisionado de
Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
De
esa cifra, 122.000 han entrado en Grecia, frente a los 129.000 que llegaron en
los primeros seis meses de 2015, precisó el coordinador para la crisis de
refugiados de Acnur, Vicent Cochatel.
El
57% de estas personas han sido mujeres y niños, con una tendencia al aumento de
estos grupos de edad, así como de ancianos.
El
año pasado desembarcaron en el continente europeo 1,2 millones de refugiados,
según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). "Europa
está en la cúspide de una crisis humanitaria ampliamente autoinducida", ha
advertido el portavoz de Acnur, Adrian Edwards. "Esto se da a la luz de la
rápida acumulación de personas que ya están en apuros en Grecia, con gobiernos
que no trabajan juntos a pesar de haber alcanzado acuerdos en varias zonas, y
con país tras país imponiendo nuevas restricciones fronterizas", ha
asegurado Edwards.
De
las 160.000 reubicaciones acordadas en septiembre pasado, los Estados miembros
solo han ofrecido algo más de 2.000 plazas y solo doce países han recibido a
personas reubicadas —entre ellos España, que ha acogido por ahora a solo 18
refugiados—.
Únicamente
se han repartido 218 personas desde Grecia y 279 desde Italia, y cinco países
no han ofrecido plaza alguna.
Macedonia:
primera frontera
Macedonia
es el primer país al que los refugiados e inmigrantes se dirigen tras llegar a
Grecia, que en 2015 recibió en sus costas a más de un millón de personas.
En
la frontera entre ambos países se encuentran atrapadas más de 8.000 personas. El
frío, las condiciones de hacinamiento ante la falta de espacio en el campo de
Idomeni y la desesperación de muchos por querer avanzar ha provocado
incidentes: los refugiados han intentado romper la valla que separa ambos
países y la policía macedonia ha respondido lanzando contra ellos gases
lacrimógenos.
Macedonia
anunció este miércoles el bloqueo total de su frontera con Grecia después de
semanas de cierres intermitentes La frontera de Macedonia con Grecia se
encuentra "completamente cerrada" desde el miércoles, después de que
países como Eslovania, Croacia y Serbia anunciaran su intención de poner en
marcha nuevas restricciones fronterizas.
Esta
circunstancia no cambia demasiado la situación de una frontera que ya se
encontraba en una situación de cierre total con pequeñas intermitencias. La
Antigua República Yugoslava de Macedonia ya prohibió en noviembre el paso a
todos los que no sean sirios, afganos e iraquíes, las tres nacionalidades cuyos
ciudadanos son reconocidos automáticamente como refugiados.
En
la actualidad también ha vetado a los afganos y también está haciendo criba
entre sirios e iraquíes, aunque tengan la documentación en regla.
Desde noviembre, el Ejército ha impedido
20.000 cruces ilegales, de los cuales 4.000 se efectuaron tan solo en enero,
según datos del Ministerio del Interior. El pasado mes de febrero comenzó a
construir una segunda valla en la frontera con Grecia para reforzar la
existente. En una primera etapa en ese país, los refugiados pasan al centro de
acogida de Gevgelija, donde esperan a poder continuar el viaje hacia Serbia, y
luego Croacia, Eslovenia, hasta alcanzar su objetivo en el norte de Europa.
Desde
hace semanas, Macedonia cierra intermitentemente su frontera con Grecia en
cuanto se llena este campamento y no la vuelve a abrir hasta que ha habido
suficientes cruces hacia Serbia que permitan descongestionarlo.
Esta situación ha provocado que en Grecia estén
atrapadas más de 36.000 personas que no pueden viajar a otros países europeos.
"Grecia no puede gestionar sola esta situación", ha considerado el
portavoz de Acnur, por lo que es "absolutamente vital" que se
"prioricen y pongan en marcha" los esfuerzos de redistribución de
refugiados acordados por los países europeos en 2015. "Debería preocupar a
todo el mundo que, a pesar de los compromisos para reubicar a 66.400 refugiados
de Grecia, los países hasta ahora solo hayan puesto 1.539 espacios para
reubicar y solo hayan llevado a cabo 325 reubicaciones", ha explicado.
Bulgaria,
alternativa al paso por Grecia:
El
país balcánico está construyendo desde principios de 2014 una valla a lo largo
de su frontera con Turquía, una obra en la que se han invertido ya 32 millones
de euros. Bulgaria comparte con Turquía una frontera de 259 kilómetros, sobre
todo de bosques y campo, y por ahora se han cerrado unos 70 kilómetros con la
valla y se espera que a lo largo de 2016 se construyan otros 90 kilómetros.
Además, sus vecinos balcánicos —Serbia,
Macedonia y más al oeste Croacia y Eslovenia— han decidido limitar el tránsito
de refugiados a solo 580 personas por día, lo que hace prever que Bulgaria se
pueda convertir en el próximo camino de la ruta balcánica hacia el norte de
Europa. Ante esta situación, el Gobierno búlgaro, liderado por el populista
conservador Boiko Borisov, ha llevado ante su parlamento una reforma legal que
ha permitido desplegar al ejército en la frontera con Turquía.
Serbia, país
de tránsito:
Es
uno de los países de paso para los refugiados que está aplicando un nuevo
sistema de registro y control reforzado. Según datos de la Organización
Internacional de las Migraciones (OIM), en los dos primeros meses del año han
llegado a este país cerca de 89.000 refugiados, mientras que en 2015 llegaron
579.518 personas.
En
este momento permanecen en Serbia unos 2.000 refugiados, llegados sobre todo
desde Macedonia y en menor medida de Bulgaria.
La
ONU denunció a finales de febrero que cientos de afganos habrían sido
"abandonados en condiciones miserables" durante más de cinco días
entre la frontera de Macedonia y Serbia debido a las restricciones en la
frontera entre ambos países.
Hungría: una
valla que provocó el desvío de la ruta
Hungría
tiene previsto hacer un referéndum este año sobre el plan europeo de cuotas
obligatorias para distribuir a los exiliados
El
Gobierno de Budapest instaló vallas el pasado otoño en sus fronteras con Serbia
y Croacia para cerrar el paso a los refugiados, provocando que la ruta
migratoria hacia Europa Occidental se desviara hacia Croacia y Eslovenia.
Budapest
ha enviado ya dos contingentes de 50 policías a Macedonia, para apoyar el
trabajo de la defensa de la frontera sur del país, en los cruces más usados por
los refugiados.
El
primer ministro húngaro, el conservador Viktor Orban, conocido por su retórica
contra los refugiados, tiene previsto organizar en su país un referéndum en la
segunda mitad del año sobre el plan europeo de cuotas obligatorias para
distribuir a los exiliados entre los países comunitarios.
En
comparación con otros países, en lo que llevamos de 2016 apenas han pasado por
Hungría 2.800 migrantes, mientras que en 2015 llegaron a este país más de
411.000 refugiados. Tras las restricciones aplicadas por los países balcánicos
desde el miércoles, Hungría ha tomado la determinación de reforzar su frontera
y levantar una valla en su linea fronteriza con Rumanía.
Más
restricciones de paso en Croacia
Croacia
ha seguido la estela de sus países vecinos y desde enero solo permite entrar en
su territorio a los refugiados que manifiesten la intención de pedir asilo en
Austria o Alemania.
Unos
100.000 refugiados han atravesado este país en los dos primeros meses de 2016 y
más de 600.000 han pasado en su viaje a Europa Occidental desde mediados de
septiembre.
Actualmente,
este país balcánico somete a los solicitantes a un examen individual y que
deniega el transito a quienes no tienen la documentación adecuada.
Esta
manera de proceder impide el paso de grandes contingentes que se mueven en tren
o autobús.
Eslovenia,
país de tránsito desde octubre
Eslovenia
ha instalado alambre de cuchillas a lo largo de más de 150 kilómetros de su
frontera con la vecina Croacia para impedir una posible afluencia descontrolada
de refugiados —su intención es vallar por completo los 650 kilómetros de
frontera con Croacia—.
En
lo que va del año han pasado por el país 97.580 personas, según la OIM.
Además,
desde que la ruta balcánica por la que los refugiados viajan a países como
Alemania, Suecia y Austria se desviara en octubre a Eslovenia, unos 440.000
refugiados han pasado por este pequeño país de dos millones de habitantes.
Eslovenia
se enmarca dentro de los países balcánicos que están aplicando restricciones de
tránsito y solo dejan pasar pasaportes y visados válidos para la zona Schengen.
Para
el ministro esloveno de Interior, desde el miércoles, "ya no existe como
hasta ahora la migración a través de la ruta de los Balcanes".
Austria y su
cuota anual de refugiados:
Es
otro de los países que a finales del año pasado comenzó a construir una valla,
de 3,7 kilómetros de largo y 2,5 metros de alto, en su frontera sur con Eslovenia,
a ambos lados del cruce fronterizo de Spielfeld.
Además,
su decisión de imponer una cuota diaria de entradas de refugiados ha generado
un efecto dominó en el resto de los países de los Balcanes. Bosnia, Bulgaria,
Croacia, Eslovenia, Kosovo, Macedonia, Montenegro y Serbia han reforzado su
cooperación para frenar la ola migratoria con nuevas medidas nacionales y
regionales.
El
país mantiene su límite en 37.500 demandantes de asilo este año, al igual que
el refuerzo de los controles en su frontera. Las restricciones para acoger
refugiados ha llevado al alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos a
denunciar expulsiones de refugiados de Austria, Croacia, Eslovenia, Yugoslavia
y Serbia hacia Grecia.
Desmantelamiento
de Calais, la vía al Reino Unido:
La
'jungla', como se conoce al campamento de inmigrantes y refugiados instalado a
las afueras de la localidad francesa de Calais, comenzó esta semana a ser desmantelada
por la Policía.
Aunque
las autoridades francesas les proponen soluciones alternativas de alojamiento,
muchos de ellos no las aceptan puesto que, por un lado, eso les aleja del Reino
Unido —que es su objetivo— y, por otro, les obliga a registrarse y a ser
fichados, lo que acaba con sus opciones de pedir asilo en ese país.
A
Calais llegaron en 2015 miles de inmigrantes y refugiados huyendo de la
pobreza, la guerra y la violencia, muchos de ellos de Afganistán, Irak y Siria,
para intentar desde allí alcanzar Reino Unido.
La
mayoría de ellos intentan subirse ilegalmente a los trenes y camiones que
cruzan el Canal de la Mancha, para luego tratar de reunificar a su familia
desde territorio británico.
En
este sentido, Bélgica ha reforzado los controles en la frontera franco-belga
porque teme que los inmigrantes indocumentados que aguardan en el campamento de
Calais para tratar de llegar de forma clandestina al Reino Unido pasen al lado
belga e intenten llegar a su destino a través del puerto de Zeebrugge.
Esta
medida ha sido criticada por la Comisión Europea, que le ha pedido
explicaciones sobre esta decisión.
Artículo
publicado en 20 Minutos, por SARA RÍOS el 01.03.2016
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