El ejercicio aritmético de contar hombres y cosas,
e incluso animales, es una práctica Antigua.
Las primeras civilizaciones ya formaron su
propio cuerpo de funcionarios para que llevaran cuenta de las riquezas y los
recursos humanos de los imperios. Y si era posible enterarse de lo que poseían los
adversarios y enemigos. El cómputo general era secreto de estado.
Los romanos elaboraron censos de población bastante
aproximados a la realidad.
A su caída, esa composición numérica bajo
conceptos generales, se consideró impía, como una especie de transgresión del
orden divino.
Según la Teología cristiana no era licito
sumar conjuntamente fieles e infieles, y así desde el final del Imperio Romano
hasta el siglo XVIII, casi no existen censos completos.
Se han conservado muchos datos gracias a los
archivos parroquiales, nacimientos matrimonios i decesos.
Hacia 1850, el sabio belga Quetelet, se
propuso extender el recuento más allá de estas tres casuísticas:
Quería estudiar de forma más científica la
regularidad de la acción humana. Pretendía encontrar un común denominador “El
Hombre Medio”, en estatura, peso, opinión, valores, creencias, salud y
enfermedades.
El individuo sería una fracción de un
conjunto plural, un material de estudio con diferentes aplicaciones.
Lo excepcional, seria fácilmente cuantificable.
Quetelet, es el padre de la Estadística
Moderna.
A partir de entonces, toda clase expertos, médicos,
juristas, filósofos, sociólogos, economistas, con los medios técnicos a su
alcance, han buceado en las necesidades humanas, en decisiones y acciones.
Contando “felicidad e infelicidad”, Recursos materiales i déficits. Cuantos
hombres pueblan la tierra, cuantos son ricos o pobres o intermedios.
La informática permite cruzar datos, compararlos,
seleccionarlos, escribir y reescribir informes, en un intento de acercarse a la
realidad social.
Los escépticos consideran a las estadísticas una
especie de reduccionismo, de convertir a las personas en un número.
El famoso político ingles Disraeli afirmo con
rotundidad:
Hay tres clases de mentiras:
Las mentiras
Las sucias mentiras
Las estadísticas
Algo de razón no le faltaba, no sabemos en qué
punto coinciden la verdad y las matemáticas.
Ejemplos: ¿Cómo contar parados?
¿Población en edad de trabajar, en búsqueda oficial
de empleo?
¿Apuntados en el INEM, y los que no están apuntados?
¿Los que cobran el subsidio de desempleo y
los que no?
¿Los que lo cobran, pero tienen economía sumergida?
Las listas de paro es una de las estadísticas
más manipuladas por el que está en el poder, y un arma arrojadiza para la oposición.
En cuestiones de salud, las estadísticas,
permiten analizar las enfermedades prevalentes en un contexto temporal y
social, y que medicamentos existentes en el mercado han resultado eficaces.
El medico ha de conocer los resúmenes estadísticos,
pero sin olvidar la casuística de cada paciente. Lo que a algunos sala o
alivia, a otros los empeora e incluso puede matarlos.
Estos últimos serian la excepción.
La encuesta usa las matemáticas pero de otra
forma.
La palabra “encuesta “viene del latín y
significa etimológicamente “Averiguación” o “pesquisa”.
Su método consiste en la elaboración de un
formulario con el mínimo de preguntas posibles, pero con todas las necesarias.
De temas de actualidad que afecten a muchos,
para evitar el “No sabe/no contesta”, que las preguntas se puedan responder con
un SÍ o con un NO, lo que facilita el computo.
Se elige una muestra aleatoria de ciudadanos
mayores de 18 años, que se pretende que representen a un universo mayor, la población.
Los entrevistadores, son personal adiestrado,
al final se hace un cómputo con las respuestas y se sacan conclusiones.
¿Qué preguntas se deben evitar?
Ejemplo:
¿Es usted racista? O ¿Es usted creyente?
El racista no lo reconocerá abiertamente y
existen creyentes no practicantes, la pregunta ha de ser mucho más sutil.
En cuestiones de estado civil, la pregunta ¿Cuál
es su estado marital?, se presta a respuestas difusas. La pregunta correcta
seria; ¿Es Ud. casado, soltero, viudo o divorciado?
Se debe evitar hacer encuestas a los transeúntes,
ya que el entrevistador tiende a elegir a aquellas personas que cree que le van
a contestar amablemente. Sería una encuesta sesgada, no aleatoria.
La muestra no debe superar las 2000 personas,
partiendo de la base que todas las opiniones tienen el mismo valor,
considerando de forma benévola que los ciudadanos, en general, están interesados
en los asuntos sociales y políticos.
Las encuestas por teléfono, pueden ser
inoportunas en el tiempo o en el lugar. Por correo, algunas preguntas no se
responden o no se reenvían los cuestionarios También se hacen por Internet.
Con todo este método se trata de averiguar lo
que las personas son, en que trabajan y que hacen en su tiempo libre. Que
piensan, sienten, esperan o rechazan. Es un poco como resumir el clima de opinión
general.
Las encuestan sirven para la discusión de
problemas que importan a todos.
Describen, más que predicen, y permiten a los
entrevistados compensar la voz excesiva de los grupos de presión y tertulianos
varios.
Los sondeos preelectorales, son el caballo de
batalla de los medios de comunicación, continuamente nos saturan con datos al respecto.
Contienen errores, por el voto oculto y el indeciso. Los datos más claros son,
el recuento oficial de votos.
Los sondeos a pie de urna, se hacen una vez
cerrados los colegios electorales, siguen el método de escoger 200 colegios
representativos a nivel nacional o autonómico.
En estas últimas elecciones municipales, se presentaban
partidos nuevos, aumentando la competición entre mayorías y minorías. El
suspenso del resultado era mucho mayor.
Los expertos en Demoscopia y los medios de
comunicación, vuelven a la carga con sondeos de votos para las elecciones autonómicas
catalanas y las generales del 2016.
Los sondeos preelectorales, tienen su parte
de manipulación dirección del voto. Algunos políticos y votantes confunden los
sondeos con realidades y no están a “verlas venir”.
CONCLUSIÓN:
Los ciudadanos de las sociedades avanzadas
tienen un alto concepto de sí mismos, nadie quiere ser medido con la misma
vara, molde o patrón.
No quieren que sus biografías sociales tengan
una explicación lógica matemática.
Enfáticamente, argumentan los más exaltados,
que la persona como tal, es el centro, el centro de la reflexión.
No
debemos, ser tan vanidosos, en realidad lo que decimos, pensamos, sentimos,
opinamos, valoramos, incluso lo que comemos o practicamos sexualmente, viene bastante determinado por nuestra cultura, con
ligeras variaciones siempre dentro del sistema.
Los excepcionales, son los criminales, locos,
excéntricos o suicidas.
Afortunadamente, la mayoría somos los “Ciudadanos
medios” que decía Quetelet.
Podemos darles un voto de confianza a los investigadores
sociales. El sociólogo honesto ha de mantenerse neutral, para poder estudiar a
la sociedad y construir un inmenso puzle con los datos obtenidos, en el
ejercicio de la buena profesionalidad.
Esto permite intuir tendencias, cambios y problemas. Sin embargo, a la investigación
social, no le es fácil substraerse a los intereses de los medios de comunicación,
de las empresas de publicidad, de los ideólogos políticos y de los grupos de presión.
La problemática de estadísticas, encuestas y
sondeos, no reside tanto en la matemática, si no en la acertada interpretación
de los datos, por donde va la opinión general que es tan respetable como la de
los expertos y las élites.
Podeis dejar vuestros comentarios y opiniones en el recuadro inferior si así lo deseáis.
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