He querido titular esta ponencia,
como la gran novela que George Orwell publicó en 1949, y que tituló “1984”.
Cómo supongo que sabréis,
describe una sociedad que vive en un permanente estado de vigilancia, y el que
no cumple las normas establecidas, es detectado y eliminado, incluso de la
historia.
Bien este relato de ficción,
parece que ha llegado a ser realidad en nuestros días. Centenares de cámaras de
vídeo vigilancia, en las calles, en los autobuses en el metro, incluso, en los
cajeros automáticos, están grabando nuestra vida.
Como anécdota, se puede
decir que la primera cámara de vídeo vigilancia instalada a las calles de
Barcelona fue situada en la plaza de George Orwell. ¿Casualidad?
Pero el motivo final de esta
ponencia viene marcado por la noticia aparecida hace unos meses de la deserción
de un informático de los servicios secretos americanos, que reveló que la CIA
estaba espiando todos nuestros correos electrónicos, conversaciones telefónicas
o cuentas de Facebook.
Se llama Edward Snowden,
tiene 29 años y ha trabajado durante una década para los servicios de inteligencia
norteamericanos.
Fue asistente técnico en la
CIA y hasta hace poco trabajaba en las dependencias de la Agencia Nacional de
Seguridad (NSA) en Hawai
En una serie de vídeos
difundidos por 'The Guardian', Snowden explica así su decisión: "No quiero esconderme porque no creo
que haya hecho nada malo (...) No busco la atención del público porque la
historia no va sobre mí. La historia es lo que está haciendo el Gobierno
norteamericano (...) No quiero vivir en una sociedad donde se hace este tipo de
cosas"
Edward Snowden hizo las
maletas el pasado 20 de mayo y se despidió de su novia con una vaga excusa.
Pidió baja temporal en su último trabajo –para la contrata del Ministerio de
Defensa Booz Allen Hamilton- aduciendo la necesidad de someterse a un
tratamiento contra los ataques de epilepsia.
Antes de marchar, eso sí, se
aseguró de copiar una serie de documentos secretos, incluida una presentación
en PowerPoint donde explicaba con todo detalle la existencia de PRISM, un
programa de cyber espionaje que permite entrar directamente en los servidores
de los gigantes de Internet como Google, Facebook, Microsoft, Skype, Yahoo y
Apple.
Cuando se habla de que nos espían
el correo electrónico y las comunicaciones de Facebook, la pregunta que yo os
querría hacer es, como la que hacía el conductor borracho a los Mossos
d'Esquadra, cuando lo informan de que tienen que hacerle la prueba de
alcoholemia: ¿Es que os queda alguna duda?
A mí no, y por eso he
decidido hacer esta ponencia.
No sé si os habéis fijado,
en la publicidad que aparece a la parte derecha del Facebok, que es diferente
cada vez y va variando
¿Porqué?, pues porque Facebook,
lee nuestros comentarios y dependiendo de su contenido, nos “endilga” unos
anuncios u otros.
¿Cómo creéis que se
financian? ¿Pensáis que las cuentas son gratuitas porque son altruistas?
No se si alguien de vosotros
es aficionado a opinar en los blogs de noticias y en las páginas de opinión de
los diarios Aunque me parece que no
mucho, por lo poco que lo hacéis en el nuestro.
Todos estos blogs tienen
unas normas de conducta que no todo el mundo cumple, normalmente suelen ser: no
escribir insultos, ni tacos, ni palabrotas, etc.
Bien entráis en uno de estos
blogs de noticias y dejáis vuestro comentario, a favor o en contra, veréis (después
de las comprobaciones de identidad correspondientes), que sale un mensaje que
dice:
“Su mensaje será publicado después
de su supervisión por el moderador “,
Y efectivamente a los pocos
segundos o a los pocos minutos aparece publicado el mensaje.
En cambio en otras ocasiones
puede tardar, 10 o 12 minutos, o incluso más.
¿Porque pasa esto?., ¿El
moderador ha ido a almorzar?.
Como que se emiten miles de
opiniones (post, los llamamos), en los artículos de los diarios, para que cada
mensaje pueda ser moderado por una persona harían falta una brigada de moderadores
día y noche.
¿Cómo se hace?
Existe un sistema
informático que lee los mensajes. Este sistema tiene una lista de palabras
claves, o una lista negra (como queráis) de palabras prohibidas.
Cuando detecta una, desvía
el mensaje hacia la moderación manual, y es entonces el moderador humano el que
decide si se publica o no.
En cambio, si el mensaje no
cuento ninguna palabra de las de las listas, el mensaje pasa automáticamente y
se publica, que es lo que pasa la mayoría de los casos, puesto que quitando a
los “trolls”, la mayoría de la gente cumple, más o menos, las normas.
¿Que han hecho los servicios
de inteligencia?
Aprovechar un sistema
similar, pero mucho más potente y rápido, como a ellos lo que realmente los
interesa no es si la gente se insulta o no, la lista de palabras buscadas son las
relacionadas con el terrorismo, o bien con el narcotráfico, (hasta aquí bien, diréis, supongo) pero también, puestos
a hacer también las listas contienen palabras clave para identificar las
tendencias políticas o las creencias religiosas.
¿Y qué se hace si el sistema
detecta a alguien que, usa terminología en sus correos, incluida en la lista
indicada?
Pues, que pasa a ser
controlado de manera más intensa, hasta llegar a poder ser observado por un
“moderador” manual, que puede, si lo cree necesario indicar a la maquina que
copie, la lista de direcciones que está en el directorio, en el caso del correo,
o de las personas que han pulsado “Me gusta”, o están en la lista de amigos, en
el Facebook, o en el Twuiter.
¿A que ya nos empieza a
parecer, lo que pasaba a 1984, a los que
hayan leído la novela?
La excusa que han dado, es
que mediante este sistema han podido evitar atentados terroristas, pero la
verdad, de lo que se desprende de los datos que ha filtrado Snowden, es que los
espías están más interesados en saber de las tendencias políticas y religiosas
de la gente que de lo que quieren hacer los terroristas Islámicos, que también
les interesa, no lo dudo.
Pero, la cosa es aún peor.
Un inciso: ¿alguien ha
intentado últimamente, pedir hora por teléfono a la seguridad Social?
La sorpresa es de que en
lugar de la operadora, en algunos casos sudamericana que nos atendía, ahora
habéis encontrado una maquina que te hace preguntas y es capaz de “entender”, lo
que dices, hasta (si no pierdes la paciencia antes) concertar una visita con tu
médico de cabecera.
Bien una máquina
evidentemente, más potente y más sofisticada escucha las conversaciones
telefónicas que a millones pasan por las antenas y concentradores de las
compañías telefónicas, y si aparecen las palabras clave acabarán avisando a
quienes interese para que preste atención al usuario del teléfono detectado.
Supongo que llegado a este
punto, lo que nos interesa se saber que es lo que se puede hacer con este,
digamos problema.
Desde mi punto de vista muy
poco, y no quisiera ser pesimista.
La NSA fue fundada en 1952
con la tarea fundamental de descifrar códigos con el fin de obtener información
clave para la seguridad de EE.UU.
Durante la presidencia de
Bill Clinton y ante el despegue de Internet, el gobierno de EE.UU. buscó la
aprobación de una medida conocida como Clipper Chip que garantizaba que NSA
siempre tuviera una vía legal para descifrar las comunicaciones en la Web.
Clipper Chip no prosperó por
atentar contra el derecho a la intimidad y propiedad privada recogido en la
Constitución de EE.UU. y la Casa Blanca desistió en su obstinación en 1996,
pero los documentos de Snowden indicarían que la NSA siguió avanzando de forma
encubierta.
O sea, que por mucho que los
tribunales dictaminen que es ilegal, en un país como EEUU, en que las
libertades individuales, son tan apreciadas y defendidas, ellos han continuado
con la suya,
¿Podemos imaginar lo que
pasaría en un país como el nuestro?
La única ventaja que tenemos
aquí, es que si te quieren grabar la conversación, al menos, te invitan a
comer.
Cuando he dicho que bien
poco se puede hacer, me refería en el ámbito legal, pero, sí que podemos
defendernos de esta pandilla de chismosos, empleando la inteligencia.
Os pondré un ejemplo
práctico:
He empezado haciendo
referencia a las máquinas que controlan los post de los blogs y de los
artículos de opinión de los diarios.
Tengo un conocido (asiduo y
habitual comentador en los blogs,), que sus post, siempre entran a la primera, es
decir que la máquina siempre los deja pasar sin moderación manual.
Esto no quiere decir, que
cuando lo cree conveniente, no suelte alguna que otra palabrota (por aquello
del énfasis en la conversación).
¿Por qué sus posts engañan a
la máquina y los de los otros no?
Sencillo: Usa, expresiones como:
“Me cargo en Dior” o ““carbonazos” o “higos de fruta”, que evidentemente todos sabéis
lo que quieren decir y lo que significan, menos la máquina, claro.
Lógicamente si usamos
palabras que no están en el diccionario, es poco probable que estén en la lista
del ordenador.
Otra estratagema es “el
eufemismo”, ningún ordenador (hasta ahora, no se si más adelante), es capaz de
interpretar un eufemismo o un significado irónico.
Os pondré otro ejemplo, este
mismo señor escribió a otro lo que sigue: “Váyase usted a aljofifar la Plaza
Catalunya o superficie equivalente, que estoy seguro que algún alma caritativa
y sobre todo bien dotada, vendrá a
alegrarle la tarea”
Solo explicar ( porque no es
una palabra corriente), que “aljofifa” es el trapo que se usaba para fregar el suelo
a mano, y por lo tanto “aljofifar” es el
acto de fregar el suelo de rodillas, el resto, y su equivalencia, lo dejo a
vuestra interpretación.
Otro de los procedimientos
para evitar ser espiados es: no empleando el correo electrónico, ni el teléfono
(ni fijo, ni móvil, los dos van al final por los mismos concentradores), no
participar en ninguna red social, no entrar en Internet, en una palabra volver
a los años 50.
Aunque en aquella época la única
que espiaba era la telefonista que cambiaba las clavijas de la centralita
telefónica, al menos en mi pueblo.
Prescindir de Internet con
todo lo que esto significa es una pena, porque en algunos aspectos es una herramienta muy útil que nos facilitan la vida
y el conocimiento del mundo
Dejando, por un momento de lado
el tono humorístico empleado hasta ahora, lo que si que querría repetir, es,
que sí es posible evitar este espionaje, y ya he dicho antes cómo.
No hay que escribir en
clave, ni hablar extraño, solo hay que tener la inteligencia de no dar la
información que no queremos que se sepa, y aún así, la menos posible, para no
comentar cosas personales, para no resolver por teléfono, las cosas que por su
importancia hay que resolver frente a frente.
Aunque sean una pandilla de “carbones higos de fruta”,
nosotros podemos ser mucho más listos, si queremos.
Podéis dejar vuestros comentarios y opiniones en el recuadro inferior, si así lo deseáis
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