Dormir
es una actividad fisiológica primaria, forma parte del ciclo-sueño vigilia. Nos
despertamos y nos dormimos sucesivamente durante todos los años de nuestra
vida. Una persona de 90 años se calcula que puede a ver dormido en ciclos de 7
y 8 horas unos 30 años, los más madrugadores menos, unos 23 años, habrán estado
despiertos unos 7 años más.
El bebe hasta el año duerme 18 horas al día intermitentemente, conforme va cumpliendo años las disminuye y sobre los 18 años, ya están fijados los 7 o 8 horas (siestas aparte).
Dormir de noche es una costumbre
heredada de nuestros antepasados remotos, que para protegernos de los
depredadores, al anochecer se retiraban a cuevas oscuras. Apagamos luces cuando
nos vamos a dormir la luz encendida nos molesta.
Entre las 4 y las 5 de la madrugada,
tenemos sensación de frio, porque baja la temperatura corporal.
Y al anochecer, la MELATONINA hormona del sueño nos va predisponiendo, para
que sintamos la necesidad de acostarnos.
Dormir
es un acto involuntario, nos dormimos, y ya está
En ocasiones, cuando más queremos
dormir, más nos cuesta, y justo cuando hemos de mantenernos despiertos, se nos
caen los parpados.
Se supone que dormir es descansar,
cerrar los ojos, no hacer nada más que dormir perder de vista a la realidad que
nos circunda.
Así que poco a poco el cerebro va disminuyendo su actividad
mental, baja el umbral de la conciencia, y los estímulos del exterior, apenas
los percibimos.
En la cultura occidental dormimos en una cama, boca arriba lado derecho, lado izquierdo y entre vuelta y vuelta tratamos de ponernos cómodos.
Se recomienda no dormir boca abajo y que la posición del cuello contra la almohada no esté demasiado forzada. Durante siglos la gente durmió en tablas y jergones.
En nuestro tiempo existe una amplia oferta de camas y colchones, un colchón debe ser duro pero a la vez adaptable anatómicamente y que sus medidas se ajusten a nuestro peso y estatura.
LOS SUEÑOS Y SU INTERPRETACIÓN
Las dos primeras sueño superficial
Las dos siguientes
sueño profundo
Y la quinta es dosificada como sueño paradójico,
Y la ultima llamada Rem,
que a veces se puede intercalar con las otras fases.
Los sueños no tienen definición, para que, una actividad mental inconsciente metafóricamente, es como una película las imágenes se suceden rápidamente los soñadores somos a la vez guionistas e intérpretes, aunque no directores no podemos elegir nuestros sueños ni el principio, ni el fin del argumento soñado.
Viajamos,
comemos andamos y sentimos emociones, la vista y el sentido los
que más
trabajan, los ojos se mueven dentro de sus orbitas mientras soñamos.
Los personajes oníricos, suelen ser personas conocidas
pero también se
introducen extraños. El pasado y el presente se mezclan.
Algunos sueños se repiten a lo largo de un tiempo, lo
que no está claro, es si
soñamos en blanco y negro o en color.
SIGNIFICADO E INTERPRETACIÓN
Freud ha sido el máximo
exponente teórico del significado de los sueños. Los trato como síntomas que
afectaban al concepto global del individuo.
Clarificándolos en dos tramos 1º lo
que recordamos al despertar, que denomino “contenido
manifiesto” y una vez verbalizado el sueño, que lo ha de intuir el
interpretador seria el 2º tramo el
contenido latente.
La psicología de la época, no le
presto demasiada atención sus contemporáneos, se esforzaron porque la psicología
fuera considerada una ciencia, y la cuestión de los sueños Freudianos es
considerada hipótesis no demostrada.
En lo que se basan es en alguna realidad que hemos vivido, que fue guardada en el almacén de la memoria. Quien no ha visto nunca un tren, no puede soñar con trenes. Mientras soñamos no sabemos en qué mundo estamos, en el real o en el de ficción Los sueños se pasean libres por nuestra muerte, sin ataduras, ni autocensura.
Cuando
nos despertamos solo solemos recordar el último sueño y así luego nuestra
aparente intranquilidad durmiente en nuestro cerebro se desarrolla un
considerable alboroto.
Para los antiguos, los sueños eran
jeroglíficos a resolver desafíos de la divinidad por lo que pedían de ser
interpretados por un personaje jerárquicamente importante (Chaman o Sacerdote).
Existían templos en Grecia para
soñar es donde se practicaban además otras terapias, para ellos, el hombre era
un cosmos interpretable.En general los humanos tenemos más necesidad de dormir que de soñar.
Quisiéramos tener siempre sueños buenos, pero los malos también se intercalan y nos turban, si nos despertamos sobresaltados, las paredes de la habitación nos tranquilizan, pensamos solo era un sueño, y volvemos a dormirnos.
Al anochecer psicológicamente la mente nos pide reposo dejar aparcadas las preocupaciones del día a día, los grandes problemas, muchos durmientes lo consiguen, pero a otros justo a esa hora y en la postura horizontal le sobrevienen los pensamientos intrusivos, y como dice el pueblo “empezar a darle vueltas a la cabeza”.
No es aconsejable pues, hacer examen
de conciencia, como dictaban los moralistas ya que la preocupación suele ser
enemiga de la relajación.
Dormir lo que se dice dormir, se
duerme mejor solo, pero el amor crea vínculos y a veces cuidamos el sueño del
otro y descuidamos el propio.
El otro, puede interferirnos y
llevarnos a un sueño irregular y no reparador.
CONCLUSIÓN
Como un yo nocturno que se sale de
nosotros y al despertar vuelve a la realidad y así, en los sucesivos días. En
un largo ciclo vital, de vigilia y sueño.
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