martes, 21 de mayo de 2013

ARTE O PORNOGRAFÍA


Ponencia presentada por Blai el pasado sábado 18 de mayo




 Hace un par de semanas Facebook cerró durante veinticuatro horas la cuenta de la Galerie du Jeu de Paume, de París. El motivo: habían colgado una foto en blanco y negro, obra de la artista Lauren Albin Guillot, hecha en 1940 y en la que se ve a una mujer recostada con los pechos a la vista. Étude de nu, se titula la obra.



Hasta los críos saben que una de las normas de Facebook es no permitir fotos de cuerpos desnudos. Los que protestan por que no se deje colgar esa imagen de un cuerpo desnudo deberían leer antes las normas de esa red. Porque, si voluntariamente te apuntas a Facebook, tienes que aceptarlas. Si no, no te apuntes.


La que se ha liado. Inmediatamente han surgido las protestas. ¿Cómo se atreve Facebook a censurar una obra de arte? ¡Qué mojigatos son!
La mismísima Jeu de Paume ha hecho pública su indignación y ha recordado que la foto de Guillot es un clásico “de gran valor artístico, que no tiene nada de pornográfico y que cumple con el derecho a publicar contenidos de naturaleza personal”.
Dicen también que Facebook debería revisar su normativa, ya que “no distinguir entre una obra de arte y una imagen pornográfica es discutible y, sobre todo, peligroso”. Algunos han llegado a escribir que “Facebook no es capaz de distinguir ambos conceptos”.
Bien, ¿somos nosotros capaces de hacerlo?
¿Donde pondríamos los límites?
En el DRAE podemos encontrar:
Pornografía.
(De pornógrafo).
1. f. Carácter obsceno de obras literarias o artísticas.
2. f. Obra literaria o artística de este carácter.
3. f. Tratado acerca de la prostitución.
Pornógrafo, fa.
(Del gr. πορνογρφος).
1. m. y f. Persona que escribe acerca de la prostitución.
2. m. y f. Autor de obras pornográficas.
Pero, quien define el “Carácter” obsceno
En el mismo DRAE:
Obsceno, na.
(Del lat. obscēnus).
1. adj. Impúdico, torpe, ofensivo al pudor.
Aunque esto tampoco nos aclara demasiado la cuestión, ya que dependiendo de la parte del mundo donde nos encontremos y de la cultura a la que nos refiramos, imágenes, hechos y situaciones que a nosotros nos parecen obscenas, en otros sitios no lo son.
En la cultura europea, bañarnos desnudos todos juntos queda limitado a ambientes o playas nudistas, en cambio en Japón, es una practica habitual, incluso a nivel familiar.
En cambio en Occidente es habitual la reproducción fotográfica de cuerpos desnudos que en Japón se considera tabú.
Por lo que podríamos decir: “La pornografía es cuestión de geografía”
Pero vamos al arte.
Desde siempre, una rama del arte figurativo se ha dedicado a reproducir cuerpos desnudos, porque, si son bellos, resultan agradables a la vista.
Supongo que si Miguel Ángel, hubiera hecho su David así:


En lugar de hacerlo así:

Los pacatos norteamericanos, no se hubieran escandalizado de la exposición de una replica del David en un centro comercial, como reclamo de una agencia de viajes, ni hubieran exigido su retirada inmediata
Ni tampoco las Autoridades Turcas hubieran pedido que en una exposición de arte Helénico, las estatuas (sobretodo las masculinas) fueran cubiertas por un velo, para no ofender el pudor de las mujeres.
Pero no olvidemos a Daniele da Volterra que se dedicaba a la “lencería intima” además de a la pintura, repartiendo púdicos aditamentos a las pinturas de la Capilla Sixtina, por orden del Papa de turno, por lo que recibió el bonito nombre de: “IL Braghettone”

Por suerte, algunos han sido eliminados en la última restauración.
Pero no solo esto, creo que seria necesario debatir el porque se considera arte el cuadro El origen del mundo de Courbet
 
Y en cambio las fotos que se publican en Play Boy o en cualquiera otra revista del mismo estilo, no.
Eso, por un lado. Por el otro, ¿en qué se basan para defender el derecho de la foto de Guillot a estar en Facebook y no de una de las que ellos consideran porno? ¿En que la foto es de 1940 y está en blanco y negro?
Nadie con dos dedos de frente puede plantear que una obra –fotográfica, escultórica o pictórica o es pornográfica o es arte. ¿Acaso una categoría excluye a la otra?
Los cuadros de Picasso en los que aparecen parejas copulando con genitales desmesurados ¿son arte y pornografía a la vez?

He visto dibujos como este en las paredes de algunos baños públicos o en los de algunos bares. No creo que los visitara Picasso ¿O quizás si?



¿Y qué hacemos con los cuadros y esculturas de la valoradísima serie Made in Heaven, del artista Jeff Koons (el del perrito del Guggenheim de Bilbao), en la que él mismo aparece con Cicciolina, dale que te pego?

Los murales de Pompeya con mil y una posturas sexuales, ¿son arte simplemente porque han pasado un montón de siglos?





 ¿Son aceptables la Venus de Willendorf o la Venus del espejo de Velázquez (con su angelito pillín) porque una es de hace 20.000 años y la otra del siglo XVII y, en cambio, no es aceptable una foto de Bar Refaeli?





De todos es conocido, que durante años, en el museo del Prado, existía una sala (“La sala reservada” creo que se llamaba), que tenia acceso restringido y en la que se podían admirar los cuadros del fondo de la pinacoteca de carácter erótico procedentes de las colecciones privadas de diversos reyes y nobles.
¿Consideramos artísticas las fotografías de niñas preadolescentes  y adolescentes de Hamilton, en lugar de encarcelarlo por pederastia?





También podríamos incluir en nuestro debate, la literatura, como arte, que es.
¿Los “Trópicos”, o  la trilogía “La crucifixión rosa” de H.Miler, con sus explicitas descripciones en que categoría literaria los incluiríamos?
¿O las novelas Bukowski?
Incluso, según algunos “descreídos” las descripciones de los éxtasis de Santa Teresa  de Jesus o de San Juan de la Cruz:

Volviendo a la pintura, comenta Quím Monzó, en el artículo que me ha servido de base para hacer esta ponencia que:


“Cuando, en el franquismo, el porno estaba prohibido y yo tenía catorce años, sin ninguna revista guarra que llevarme a los ojos, me veía obligado a buscar refugio en el clasicismo. ¡Anda que no tengo que estarle agradecido a Nicolás Poussin y su La bacanal! La de veces que me sirvió para aplacar la testosterona de mi pubertad.”
¿No seria también esta la motivación de tantos encargos, para decorar las habitaciones reales?
La de hoy, más que una ponencia ha sido un compendio de preguntas, ya que confieso que no tengo nada claros los limites entre el arte y la pornografía, o si realmente esos existen.



Esta ponencia esta basada en un articulo publicado en "La Vanguardia", por el escritor Quim Monzó.

Podéis dejar vuestros comentarios y opiniones, si así lo deseáis, en el recuadro inferior




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