lunes, 18 de febrero de 2013

“LAS BOLSAS DE LA COMPRA”

Ponencia presentada el sábado 16 de febrero por Blai




Hasta hace no mucho tiempo, en todos los supermercados y centros comerciales se regalaban bolsas para llevarse aquello que habíamos comprado.

Después con la excusa de reducir el impacto ecológico, y también el  impacto económico (no lo olvidemos), estas bolsas empezaron a ser cobradas por los tiendas, y esto ha hecho que su consumo baje exponencialmente.

Pero, no era este el tema que quería comentar.

Todos sabemos que una manera que tienen las tiendas de hacer publicidad son las bolsas en las que se ponen los objetos adquiridos.

No hace mucho tiempo, en un artículo de un diario leí que en muchas tiendas de las zonas de alto poder adquisitivo de Barcelona o Madrid, (Paseo de Gracia, Portal de Angel; Serrano, etc.), si el cliente lo pedía, los productos comprados eran depositados en bolsas lisas, sin ninguna anagrama o símbolo que indicase que lo que se lleva dentro haya sido  adquirido en aquella tienda.

¿Por qué pues, las tiendas han renunciado a este sistema de difundir sus  logotipos?



En la actual situación de crisis, se considera de mal gusto (excepto por la alcaldesa de Valencia), ir por la calle haciendo exhibición de que he comprado una cosa, en una tienda muy cara, en la que mucha gente no puede ni pensar en entrar.

Por otro lado que hay personas que guardan precisamente las bolsas de estas tiendas caras para ir por la calle “fardando” de poder adquisitivo.



En el mismo artículo, se comentaba que gente que por culpa de lo estafa colectiva a la que nos han sometido, tiene que ir a buscar productos suministrados por los bancos de alimentos o por Caritas, se lleva bolsas de El Corte Ingles, de Caprabo, o de Mercadona, de su casa para que al ir por la calle las personas que se cruzan con ellos, piensen que han estado comprando en estos centros comerciales.










¿Por qué son tan importantes las bolsas, si realmente lo que es importante, es el contenido?

De hecho lo que las hace importantes es la imagen que queremos transmitir, y aquí si seria necesario hacer la pregunta de:

¿Por qué es tan importante la imagen que queremos transmitir?

Puedo entender, el segundo caso, el de las bolsas de los supermercados, por el pudor que puede suponer, el que se pueda saber que nos van mal las cosas hasta el punto de tener que aceptar la ayuda de la beneficencia, lo que no entenderé nunca, es el otro caso.

Ir por la calle con una gran bolsa que lleva dos enormes letras doradas, una D y una G, que son el símbolo de una marca famosa y muy cara (Desgraciado y Garrulo, me parece que se llama la marca), llevando dentro unas camisetas compradas en el “*mercadillo” de los jueves, me parece una cosa realmente ridícula.



Y también, mirado desde otra perspectiva, por qué teniendo la libertad de elección, y una variedad casi infinita de productos, ropas y accesorios, se acaba yendo uniformado, obligados por la dictadura de una moda diseñada por cuatro, que se reparten el pastel.

Y además, como que la mayoría no puede llegar a pagar los precios astronómicos, (y no porque estos productos tengan una calidad astronómica, precisamente,), se acabará comprando una réplica, fabricada en China, de calidad todavía más baja.

¿Qué es lo que puede motivar esta actuación por parte de muchas personas?

¿Qué hace que tengamos este afán de imitación, de uniformización?

Básicamente, el hombre por el hecho de vivir en sociedad tiene el sentimiento de pertenencia a un grupo.

¿Qué quiere decir esto?

Buscando información, he encontrado la definición de: Sentimiento de pertenencia.

Se llama así la necesidad que casi todos tenemos dentro nuestro de formar parte de un conjunto social, una clase, un grupo, una comunidad, etc.

Las personas se agrupan porque el ser humano es un ser social, sino no existiríamos. El constituir grupos es un elemento esencial de la supervivencia del ser humano.

Por eso, el saber a qué grupo perteneces es una habilidad social. La pertenencia a un grupo aporta la identidad social.

Esta característica, por un lado, positiva, es aprovechada para comercializar una serie de productos que nos identifican como pertenecientes a un grupo social, o a otro.

En las sociedades actuales, es la ropa y los complementos, la que hace básicamente esta función.

Y en principio, es igual en todas las sociedades. En sociedades primitivas o en las que viven o vivían en ambientes calurosos, y en lugares en que prácticamente no se usa vestimenta, esta identificación con el grupo social se hacía por medio de tatuajes en la piel, (cosa que estamos imitando en la actualidad.

El saber a qué grupos perteneces, es una habilidad social, se ha dicho antes, ¿por qué es una habilidad social?

Porque si no somos capaces de identificar nuestro grupo no estaremos a gusto.

Las razones de pertenencia a un grupo, son muy diversas, evidentemente la capacidad económica es una de ellas, pero no la única.

Pueden ser razones culturales (la lengua por ejemplo), de vecindad, políticas, religiosas, o incluso deportivas.

Un psicólogo nos diría que el sentimiento de pertenencia a un grupo, es tan importante, que puede hacer que cambiemos nuestro criterio, adaptándolo al de la mayoría de los miembros del grupo.

En los años 50 un psicólogo el Dr. Asch, hizo un experimento que consistía en que un grupo de personas identificase la longitud de una línea, con otras tres de muestra de diferentes longitudes.
Se comprobó que si la mayoría de miembros del grupo elegían una respuesta, el resto la apoyaba, aunque fuera errónea de una manera evidente...

(Aquí dejo el enlace a las imágenes del experimento del Dr. Asch .)

http://www.youtube.com/watch?v=rFVLyYDWbzY
 

Si en una cosa tan elemental, nos adaptamos a lo que dice la mayoría, ¿que puede llegar a pasar, si Cristiano o Messi nos enseñan la marca de calzoncillos que llevan, o Shakira hace lo mismo con su sujetador? (Aunque después de cobrar el montonazo de dinero que cobrarán, no se vuelvan a poner una pieza de aquella marca en su vida).

De este efecto, se aprovechan, los fabricantes, sobre todo de ropa, para mejorar su cuenta de beneficios.

Es evidente que para dar razones mas profundas sobre los aspectos psicológicos de la: Identidad social vs. Identidad personal, no soy la persona idónea, pero si querría, encarar el debate hacia el punto, que hablábamos al inicio de la ponencia.

¿Hasta qué grado somos capaces de dejar que nos influya una moda, por ejemplo?

Todos decimos que nos cortamos los cabellos o nos vestimos según nuestros gustos, pero:
¿Hasta qué punto, la manera que nos cortamos los cabellos o la ropa que llevamos esta influenciado por lo que llevan los que nos rodean?

¿Pueden más los gustos propios o las apariencias?

¿Nos vestimos y arreglamos según nuestra personalidad o buscando que los que nos ven, vean lo que nosotros queremos hacerles creer que somos?

No será que en ocasiones vamos por la calle con una gran bolsa decorada con unas enormes letras doradas (una D y una G), y en su interior llevamos nuestro cerebro, junto con nuestras ideas.


Podéis dejar vuestras opiniones y comentarios si así lo deseáis



No hay comentarios:

Publicar un comentario