Ponencia de Chari del día 28/4/2012
Los primeros sistemas de escritura datan de unos 4.000 años a de c. No se considera una invención espontánea, pues se fundamentan en viejas tradiciones de sistemas simbólicos.
La escritura surgió en una variedad de culturas diferentes, podemos seguir la evolución de las escrituras pictográficas y cuneiformes.
El sistema de escritura sumerio deriva de un sistema de tablillas de arcilla que se utilizaban para representar bienes, ya se había evolucionado hacia un método de contabilidad, en el que se utilizaba un estilete redondeado que se imprimía sobre arcilla flexible, con ángulos variables. A este sistema se incorporó una escritura pictográfica utilizando un estilete afilado para representar lo que se estaba explicando.
La escritura con estilete fue poco a poco reemplazada hacia 2700 años a de C, por un estilete en forma de cuña, de ahí el término cuneiforme, y se convirtió en un sistema de escritura de propósito general, para logogramas, sílabas y números.
A partir del S XXVI a de c. se adaptó al idioma, arcadio y más tarde a otros idiomas como el hurrita, y el hitita.
Paralelamente hay que destacar los jeroglíficos que se usaron únicamente en lo que se ha dado en llamar escritura monumental, que se utilizaba para grabar en las paredes de los templos con carácter ornamental.
La escritura jeroglífica evolucionó hacia la escritura demótica, que se utilizó para escribir textos literarios y administrativos hasta los siglos VI y V a de c.
Sería el griego el que sustituiría a esta escritura. A partir de la lengua griega y la era cristina, hemos conocido diferentes alfabetos que han dado origen a lenguas que hoy en día conocemos y están vigentes.
Así ocurre con el alfabeto cirílico en el que se basa idiomas como el ruso, el ucraniano y el búlgaro.
El alfabeto latino se expande por Europa con el Imperio Romano, y del que se derivan muchas lenguas actuales.
A grandes rasgos esto es la historia de nuestra escritura. Ahora pasaremos a lo que es tema de hoy, que es la grafología.
Existen numerosas referencias y citas antiguas que indican una inquietud latente por la interpretación de la escritura, quizá las primeras referencias a la importancia de la escritura fueron hechas por el filósofo Aristóteles, 380 años A de C, y también por el historiador romano Suetonio, que en su famosa obra La vida de los césares incluye análisis grafológicos de los principales gobernantes romanos.
Pero del primer grafólogo que se tiene conocimiento fue de Camilo Baldi, natural de Bolonia, que editó un libro en 1662 titulado “Tratado sobre cómo de una carta se conoce la naturaleza y las cualidades del escribiente”. Este tratado puso las bases de lo que un gran número de profesionales consideran una ciencia, pese a la resistencia de los más puristas.
Él consideraba que la grafología es la técnica que desvela el carácter de cada persona a través de la escritura. Forma parte de la historia y evolución de esta técnica la aparición del libro “Los misterios de la escritura”, publicado en 1872, por el abad Hipólito Michón, de origen galo y también del francés Janin, que dio forma a las bases sobre el significado de ciertos signos que desarrolló Michón.
Este es el punto de inflexión en la historia de la grafología, cuya evolución ha seguido hasta nuestros días.
Cada persona tiene una forma de ser individual, personal e intransferible, suya y de nadie más, irrepetible que le condiciona, y le posiciona en la vida y en las relaciones humanas. Define sus actos como la manera de caminar, de vestir, de hablar, y de gesticular. Estas reacciones definen nuestro carácter. La escritura del mismo modo, revela nuestra particular manera de ser.
La grafología no es una ciencia exacta como las matemáticas. Se la puede considerar como una técnica con aplicación científica.
Por ello ante los más incrédulos rompemos una lanza a favor de la grafología, ya que gracias a ella, podemos conocer muchos de los rasgos y componentes del carácter de una persona, no solo de una forma puntual y aislada. Son muchos los factores que pueden analizarse de un escrito, la forma, la presión de los trazos, la rapidez de la escritura, el orden, cada signo y letra, su tamaño y forma, etc.
Para desarrollar un análisis grafológicos no se necesitan prácticamente medios, un papel, un bolígrafo, y escribir unas líneas, y por supuesto, y más importante, la pericia necesaria para poder interpretarlo.
¿Cómo es posible que existan en el mundo miles de millones de seres humanos y cada uno constituya una manera de ser diferente e irrepetible. Ni siquiera podemos llegar a establecer patrones de personalidad, pues las características y reacciones de cada persona tienden al infinito. Eso ocurre con la escritura, y aunque a primera vista parezca relativamente sencillo, valorar la manera de escribir de cada uno, e incluso asociar características básicas, que consiguen que una letra se parezca a otra, o que la escritura de alguien nos recuerde la nuestra propia, esta expresión es equivocada, pues cada uno de los signos del escrito tiene su propio significado, y a veces la primera impresión como sucede muchas veces suele ser falsa.
Un examen grafológico no responde a puntos de vista subjetivos ni a interpretaciones personales. Un grafólogo no es un adivino, y cuando realiza un análisis de un escrito se basa en un conjunto de criterios objetivos que ha de constatar y divisar, si realmente es un profesional. Su función consiste en analizar cada uno de los signos gráficos con los que se mide la escritura como: la presión, la inclinación, la forma, la posición y referencia del texto frente al papel. Y si es un escrito firmado la posición de la firma respecto al texto.
Hay facetas de la personalidad que se pueden analizar como:
Del intelecto: detectar el grado de agilidad mental, la capacidad de síntesis y análisis, así como la claridad de ideas.
De las aptitudes: para las labores cotidianas, como el estudio y el trabajo, la fuerza de voluntad, la constancia, la capacidad de concentración, la dedicación, la perseverancia.
En cuanto a la actitud: para afrontar la vida, iniciativa, el orden, la capacidad de organización.
En cuanto a las facetas de personalidad sirve: para detectar si es extrovertido, o introvertido, para saber si es racional, o impulsivo, los cambios de estado de ánimo, el concepto que esa persona tiene de sí mismo, su autoestima, si es segura o insegura, etc.
También la forma de relacionarse con el mundo, la forma en la que discurren nuestras relaciones sociales, si somos abiertos o cerrado, si somos sociales, o nos gusta aislarnos.
Sobre la sexualidad, nuestro comportamiento o percepción de las relaciones sexuales, la posición que ocupa el sexo en nuestra escala de valores.
Todos esos conocimientos pueden tener una utilidad para nosotros mismos, y en distintos campos, como en el empresarial, para la selección de personal, o en el educativo para la orientación laboral, vocacional, o en los trastornos de los procesos de aprendizaje, y aptitudes para diferentes profesiones.
En las relaciones públicas la grafología nos puede servir para saber cómo es el talante y la personalidad de la otra persona, que nos vemos obligados o tengamos intención de tratar, o de negociar, etc.
Se utiliza para el peritaje caligráfico:
Cómo valorar la autenticidad, o falsedad de un documento, firmas, testamentos, etc.
Esto es una visión en conjunto, ya veis que el tema es muy amplio, además como todas las cosas tienen sus defensores y detractores.
He encontrado opiniones diversas haciendo un juicio con críticas y con defensas, pero vosotros también tendréis vuestra opinión, de eso se trata la tertulia, de defender y criticar.
¿Por qué a vosotros os preocupa vuestra letra?
¿Creéis que a través de ella se puede conocer vuestra personalidad?
¿La grafología es cierta, o solo un pasatiempo?
¿Si miráis el escrito de alguien en qué os fijáis?
¿Creéis que la letra habla de nosotros?
¿La escritura es la base de las comunicaciones?
Si queréis más información recomiendo el libro: “Grafología de Arantxa G. de Castro, de la editorial Libsa.
El que quiera dar su opinión sobre el tema puede hacerlo con toda libertad.
Después de escuchar y releer la ponencia de Chari, he recordado que tengo un PDF, con un libro de de textos “autógrafos" de los principales poetas y escritores catalanes.
Tened en cuenta que esta escrito en Catalán prenormativo, por lo que puede dar la impresión de que hay faltas de ortografía
Seguramente os gustara ver la letra que tenia Joan Maragall o se era difícil de leer la letra de Ángel Guimerá.
Blai