1)
Todos ansiamos tener una vida plena y feliz. Para tenerla es
importante estar sano y, para lograr esto
lo más importante es tener un cerebro sano.
¿CÓMO
FUNCIONA NUESTRO CEREBRO?
El cerebro es la
parte más grande del encéfalo y controla el pensamiento, el aprendizaje, la
resolución de problemas, las emociones, la memoria, el habla, la lectura, la
escritura y los movimientos voluntarios. El cerebelo, controla la motricidad
fina, el equilibrio y la postura.
El cerebro se divide en dos
hemisferios o mitades que se llaman hemisferios cerebrales. Las áreas internas
del cerebro controlan el funcionamiento de los músculos, y procesa la información que recibe a través de los
sentidos.
El cerebro es, sin
duda, el órgano más importante y complejo de nuestro cuerpo y está
implicado en todas las funciones y tareas que llevamos a cabo cada día y que
nos mantienen vivos.
HISTORIA
En el siglo XIV, la peste negra causó la muerte (según
algunas fuentes) de casi dos tercios de la población de Europa y de sesenta a
ochenta millones de personas de todo el mundo.
La peste se ensaño con los más pobres en un mundo desnutrido,
falto en defensas y con el sistema inmunitario debilitado.
Pero no solo los pobres murieron, también reyes como Alfonso
XI de Castilla o Juana II de Navarra, Margarita de Luxemburgo, la reina esposa
de Luis I de Hungría o Felipa de Lancaster, la reina consorte de Juan I de
Portugal. Aparentemente nadie estaba a salvo de la epidemia.
El principal medio de contagio de la peste eran las picaduras
de las pulgas, Entre las primeras medidas que se tomaron en Europa fue la de
quemar las ropas de los enfermos y prohibir la entrada
en ciudades a viajeros hasta que se hubieran desecho de la
ropa que traían puestas. Sin embargo la peste seguía extendiéndose en olas de
contagio y mortalidad, a pesar de las medidas que se imponían.
Durante la peste negra, hubo gente que nunca enfermó no
porque las pulgas o las bacterias no llegaran a ellos, sino porque tenían características
personales que los protegían, tenían cerebros con una mayor capacidad de
regenerarse.
Ejemplos: En experimentos en laboratorio, cuando se expone a
participantes, al virus de la gripe, aquellos que dicen disfrutar de una vida
plena, de un propósito que los hace felices, tiene menor incidencia de
enfermedad.
El propósito vital, el ikigai del que hablaremos ahora, y el pensamiento positivo son esenciales para la salud.
2) EL CEREBRO RESULTA CARO PARA EL CUERPO
Resulta que el cerebro utiliza la misma energía cuando
estamos percibiendo el mundo que nos rodea, o actuando sobre él, que cuando
estamos en reposo, pensando en las musarañas o simplemente en nada.
Esto es importante, porque el gasto del cerebro equivale al
veinte o veinticinco por ciento de la energía que gasta todo nuestro cuerpo. El
cerebro es un órgano caro para el cuerpo, porque es el más importante. De
hecho, nuestro organismo está dispuesto a sacrificar todos sus órganos, los
riñones, el hígado, los músculos, el intestino, el estomago, incluso los
pulmones y el corazón, en situación de apuro y compromiso, antes que dejar de
aportar suficiente energía en forma de azúcar y oxigeno al cerebro. Por eso es
posible que el cuerpo muera, pero el cerebro en parte siga vivo, lo que da
lugar a estados de coma permanente.
¿Por que el cerebro gasta tanta energía? Hay tres factores.
Primero, que el cerebro está compuesto de un enorme número de neuronas y
conexiones. Segundo, que el cerebro funciona de manera notable y sorprendente.
Y, por último, que el cerebro no descansa nunca, esta siempre trabajando.
Así pues, el cerebro es caro, porque tiene un enorme número
de células y conexiones entre ellas, tantas que a lo largo de la vida,
sobretodo en la infancia, perdemos muchas de ellas para poder ahorrar energía y
optimizar nuestras capacidades.
Resulta que el cerebro gasta tanta energía cuando esta activo
y nos permite relacionarnos con el mundo exterior como cuando está en reposo.
El cerebro no para nunca… Y, si para, es porque estamos muertos. De hecho, es
posible que se pare el cerebro y que el cuerpo se mantenga vivo; es lo que
conocemos como el estado de «muerte cerebral» y son con frecuencia, breves
momentos críticos para la donación de órganos.
3) NUESTRO SEGUNDO CEREBRO
El estomago es considerado el segundo cerebro del cuerpo
humano porque posee gran cantidad de neuronas situadas en el tubo digestivo,
que advierten sobre el hambre y la saciedad.
En nuestra corteza cerebral se encuentran alrededor de dos billones de neuronas, una cifra con la que no es posible competir. Aún así, en el entorno estomacal se pueden encontrar más o menos 100 millones de neuronas, es decir más que las presentes en la columna vertebral (o los mismos encontrados en el cerebro de un gato). Es por esta agrupación neuronal por los que ciertos medios afirman que el estómago es, nuestro segundo cerebro.
El intestino es considerado
nuestro “segundo cerebro” porque tiene la capacidad de funcionar de manera
independiente y, a su vez, en conexión directa con aquel. Ante la pregunta
del cerebro: ¿cómo está todo mi cuerpo?, el intestino es su principal fuente,
ya que se trata del órgano sensorial más grande que recoge información sobre la
calidad de los nutrientes, sobre cómo están las células inmunes, o las hormonas
de la sangre, y luego envía toda esa información al cerebro para que la vincule
con nuestras emociones y pensamientos. El intestino es así el órgano estrella
donde todo sucede para el buen funcionamiento del organismo y, por si fuera
poco también juega un rol decisivo en el bienestar emocional.
LOS JAPONESES
Los japoneses tienen una palabra para la razón de ser
“ikigai” Y tener un ikigai es importante para la salud. Japón es uno de los
países del mundo donde la gente vive más años. Y quizá el ikigai tenga algo que
ver con ello. Ikigai proviene de la palabra ikuru, que significa «vivir», y de
la palabra kai, que significa algo así como la realización de aquello que uno
espera. Además, la palabra Kai significa «concha», y las conchas se
consideraban mágicas y valiosas en su cultura.
Esta doble acepción añade el significado de «valor o tesoro
de la vida». O sea, ikigai viene a significar la verdadera razón de nuestra
existencia, aquello que nos ayuda a levantarnos por la mañana y nos da aliento
y energía para continuar a pesar de las adversidades de la vida, el propósito
de nuestra existencia.
Ejemplo: nuestra familia, nuestra colaboración y ayuda a los
demás, o una labor profesional e investigadora, o una creencia espiritual o
religiosa.
Estudios en la isla japonesa de
Okinawa, una de las regiones del mundo con mayor expectativa de vida y con una
población inusualmente numerosa de personas de más de cien años, confirman que
el ikigai es un concepto crucial en la cultura. Tener un ikigai bien definido y
una red social de relaciones estrechas, son los factores más importantes paran
tener longevidad y salud en edad avanzada.
EL
CEREBRO DE UNA PERSONA MAYOR.
El director de la facultad de medicina de la Universidad George Washington afirma que
el cerebro de una persona mayor es más practico de lo que se cree.
A esta edad, la interacción de los hemisferios derecho e
izquierdo del cerebro se vuelve armoniosa, lo que amplía nuestras posibilidades
creativas. Es por ello que entre las
personas mayores de 60 años se pueden encontrar muchas personalidades que
acaban de iniciarse en las actividades creativas.
Por descontado, el cerebro ya no es tan rápido como en la
juventud. Sin embargo, gana en
flexibilidad. Por lo tanto, con la edad,
es más probable que tomemos las decisiones correctas y estemos menos expuestos
a las emociones negativas.
El pico de la actividad intelectual humana sucede en torno a
los 70 años; a esta edad el cerebro empieza a funcionar con toda su fuerza.
Con el tiempo, aumenta la cantidad de mielina en el cerebro,
sustancia que facilita la rápida transmisión de señales entre neuronas. Por ello, las habilidades intelectuales
aumentan un 300% comparado con la media.
También es interesante el hecho de que después de 60 años,
una persona puede usar ambos hemisferios cerebrales al mismo tiempo. Esto permite resolver problemas mucho más
complejidad.
El profesor Monchi Uri, de la Universidad de Montreal, cree que el cerebro del anciano elige el camino que consume menos energía, elimina lo innecesario y deja sólo las opciones adecuadas para resolver el problema. Se realizó un estudio donde participaron diferentes grupos de edad. Los jóvenes estaban muy confundidos al pasar las pruebas, Y los mayores de 60 años tomaban las decisiones correctas.
4) CARACTERÍSTICAS DE UN CEREBRO ADULTO
1. Las neuronas del cerebro no mueren -como dicen todos los
que te rodean. Las conexiones entre
ellas simplemente desaparecen, si uno no práctica actividad mental.
2. La distracción y el olvido son causadas por una
sobreabundancia de información. Por lo
tanto, no es necesario que concentres toda tu vida en pequeñas cosas
innecesarias y superfluas!
3. A partir de los 60
años, una persona, al tomar decisiones, no está usando un solo hemisferio
cerebral, como los jóvenes, sino ambos.
4. Conclusión: si una persona lleva un estilo de vida
saludable, se mueve, tiene actividad física viable y tiene plena actividad
mental, las habilidades intelectuales NO disminuyen con la edad, simplemente
CRECEN, alcanzando un pico a la edad de 80-90 años .
Así que no tengamos miedo a ser mayor. Esforcémonos por desarrollarnos intelectualmente. Aprende nuevas manualidades, aprendamos a tocar instrumentos musicales, pintar cuadros! Danza! Interesa te por la vida, queda y comunícate con amigos, haz planes para el futuro, viaja tanto como puedas. No olvides ir de tiendas, a cafeterías, a ver espectáculos. No te quedes callado, eso es destructivo para cualquiera.
¡Y, vivamos con el pensamiento de que todavía hay cosas
buenas, que tienen que llegar!
FUENTE: New
England Journal of Medicine. Libro: El cerebro que cura.
Todos si nos lo proponemos, podemos ser escultores de nuestro
propio cerebro.
Santiago Ramón y Cajal (1852-1934)
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