Esta tarde os voy a hablar de las mascotas. He pensado en
este título, La rebelión de las mascotas,,porque creo que un día
se van a hartar y se van a rebelar. Se van a hartar de tanto mimo y tanta
humanidad que las tiene añoñadas. Se van a escapar a la montaña y van a correr,
a perseguir bichos, a llenarse de pinchos, a ensuciarse de barro, a enredarse
el pelo, a ladrar hasta la afonía, a subir a los árboles, a volar sin mirar
atrás…
A algunos de los que estamos aquí nos esperan en casa
nuestras mascotas. Puede que a otros os esperen recuerdos de animales
queridos. Yo tuve:
Una jaula con grillos que construyó un tío mío.
Un conejo que acabó en la cazuela de mi abuela y que me
negué a comer.
Un gato que se quedó sin mí cuando yo perdí mi infancia.
Un hámster experto en correr del puño al hombro.
Una perra que salió cuando no debió y el coche que no
esquivó.
Dos tortugas muy pestosas que crecieron a manos de mis
sobrinos.
Dos periquitos que aumentaron el censo periquital de mi
vecina de abajo.
Una gata que casi le pega fuego a la casa.
Un perro que nos ensordece con sus ladridos.
Compañía, confianza, ternura, responsabilidad... tener un
animal de compañía te hace ser más humano, mejor persona, más comprensivo, más
flexible...
Al animal, ser tenido por un humano lo hace ser
más mimado, maleducado, consentido, caprichoso… Si te descuidas, diabético, probablemente
obeso, quizás insociable con su especie. Con el tiempo pierde oído,
vista, olfato, instinto... sus cualidades más valiosas.
Para ellos han aparecido nuevos
negocios: la tienda de animales, la fábrica de artículos para paseo, juguetes,
baño, ropa, botas, rascadores, cochecitos de paseo, collares, pelucas,
tintes... mimos, mimos, mimos.
Las mascotas no son una moda pasajera. Forman
parte de nuestra sociedad desde hace miles de años. El origen de las
mascotas es remoto. No sabemos si en la Prehistoria las cavernícolas
reñían a sus hijos porque a ellas, además de jugarse la vida yendo a buscar
agua o comida, les tocaba también sacar a pasear al perrito, mientras ellos
estaban tumbados en el sofá de hierbas mirando las musarañas. Eso es broma,
porque entonces, posiblemente, todos los perros tenían una jornada laboral
agotadora: vigilar la cueva, defender al hombre de otras alimañas y más tarde
mantener junto el rebaño. Quizás los gatos mantenían el hogar limpio de
bichos y ratones. Es en el momento en que aparecen las primeras formas de
riqueza que las personas comienzan a tener animales que no cumplen
ninguna labor excepto la de formar parte de las pertenencias de esa
persona, que los contemplan y atienden por placer. Se conocen gatos momificados entre el ajuar
funerario de los faraones.
Que una mascota sea un animal exótico
tampoco se ha descubierto ahora. Cuando en el siglo XV la flota del tesoro
dirigida por Zheng He llevó a China una jirafa desde Tanzania como mascota para
el emperador Yongle, que el animal encontrara su comida habitual, que
tuviese la temperatura y el ambiente en general que le eran propios… no les
preocupaba. Sólo importaba que hacía aumentar su prestigio social. Sin ir
más lejos, en los años 90 en Barcelona, se puso de moda tener perros de
clima polar como los Huskies, los Malamutes... en Barcelona! Esos
animales que proceden de un clima con meses de oscuridad al año, con
temperaturas de 10º en julio... los hacen vivir en Barcelona, donde julio tiene
una media que ronda los 25ºC. En el lado opuesto, otras personas, prefieren
tener iguanas, que son propias de bosques tropicales, dentro de una caja
de cristal.
Se cree que las mascotas pueden tener efectos
terapéuticos para las personas con problemas de salud y de relación social. Las
mascotas estrella han sido tradicionalmente los perros y los gatos, desde la
época de las cavernas. Los perros pueden ser muy expresivos e
interactuar con sus dueños y otras personas. Se les puede educar y resultan
grandes compañeros. Hay quien prefiere los gatos. Hay quien es
alérgico a ambos. En el periodo de alza económica se desarrollaron diversas
industrias que llevan años haciendo su agosto: comida, camitas, ropita,
medicinas, zonas de paseo, cementerios... programas de televisión encantadores,
revistas, películas que ellos protagonizan…
Sin embargo, en las últimas décadas, las mascotas también
han sido un regalo de reyes que se abandona en verano. Eso originó un
problema social, especialmente en el caso de los perros, que campañas
publicitarias de sensibilización como la de Purina “Él nunca lo haría”, no
solucionaron. Aumentaron las sociedades protectoras, pero se masificaron a
partir del 2005. Se crearon refugios que la crisis acabó cerrando. En Sant Boi,
en el refugio de Camps Blancs, en 2011 dejar un perro costaba 300€ y adoptar
uno 130 €. Sacad la conclusión. Donde yo
vivo, está el centro de recuperación de anfibios y reptiles de Catalunya. Allí
acaban iguanas, serpientes, tortugas y hasta cocodrilos!
Creo que la mejor mascota es un perro. La sociedad
postindustrial evoluciona, muchas personas viven solas, aumentan las familias
monoparentales... las personas necesitan el cariño incondicional de un perro.
Pero... hay que sacarlo a pasear, recoger sus deposiciones, bañarlo,
cepillarlo... cuesta dinero y esfuerzo, pero sobretodo cuesta TIEMPO, lo más
escaso, lo más caro. Los hoteles y residencias para perros además de caros no
son buenos para ellos, porque se sienten abandonados, porque creen que su amo
no volverá.
Los etólogos nos lo han dicho
claro. La percepción del tiempo para el perro es muy diferente. Incluso, hay que luchan por escaparse y volver a casa.
Sensibilizados, algunos hoteles y bares aceptan perros e incluso
celebran sus cumpleaños! Sí, Chiquiparks
que cierran y Perriparks que abren!
Pero las mascotas están aprendiendo a cantar la canción
de Amistades peligrosas que decía “Pero basta ya de tanta tontería…” hartas
de pasar tantas horas solas. Quieren más contacto con la naturaleza y con sus
amos. Un día se van a rebelar, pero no como en El planeta de los simios,
sino como en la era de la industria farmacéutica. La depre les va a causar
eccema y nos lo van a contagiar. O van a hacer pis en un enchufe y van a
provocar un cortocircuito. O van a arañar la pantalla de plasma o a agujerear
el móvil con el pico.
Hace tiempo que apareció un nuevo negocio en Japón, aquí
ya está tardando: el alquiler de perros. Una persona va a la tienda, alquila un
perro que le guste durante unas horas o días. Puede que la rebelión empiece en
una de estas tiendas. Esta idea va relacionada con otra manera de entender cómo
se pasea a un perro: en cochecito. A este pobre perro que no camina por la
calle le compran una cinta de correr adaptada! De la mantita para el perro se
ha pasado a la butaca para el perro. Quién pensaba que los ricos ataban los
perros con longanizas? Eso, en la era analógica! En la digital, les
ponen el collar smartphone, Motorola
Scout 5000, con cámara incorporada y GPS por 200$.
Cada vez son menos animales. Los veterinarios les ponen
el chip. En casa, hay quien les pone pañales. Millonarios hay que les dejan su herencia.
Hay países que no permiten heredar a los animales. Contradicción.
Como veis no os hablo de lo bien que trabajan los perros,
ni de las cotorras que pueblan los árboles de nuestras calles, ni de las
tortugas de Florida, ni de las paradas de animales que ya no hay en las
Ramblas. Prefiero que hablemos entre todos de los muchos beneficios que nos dan
nuestras mascotas y de lo mucho que las queremos. Los perros y los gatos nos
enseñan valores y nos previenen de males a través del refranero.
Hay quien tiene por mascota un reptil o un artrópodo
venenoso. Nuestra tradición judeocristina no los habría imaginado como
mascotas, pero la religión también entró en crisis y la sociedad ha cambiado mucho desde que
éramos niños. Si antes podía pasar que
tu gato se colara en casa de la vecina, ahora puede que la serpiente de la
vecina aparezca por tu váter.
A mí me gustan mucho, mucho, mucho los perros y los
gatos. Si viviera en una casa con terreno tendría media docena de cada por lo
menos. Ayer que hacía tan buena tarde, pensé que me gustaría ir a la playa,
pero lo que hice fue sacar a mi perro al campo. Esta mañana, lo primero que he
hecho es pasear a mi perro y lo segundo, decirle a mi hijo que pasee el perro
esta noche, no más tarde de las 9, que yo estaré aquí con vosotros.
Hay quien atribuye a Lord Byron la frase “Cuando más
conozco a la gente, más amo a mi perro”, pero él nunca lo tuvo, aunque aparece
en uno de sus poemas, no quiere decir que la inventara él. También dijo “Sólo
salgo para renovar el deseo de estar solo”, y era famoso por su promiscuidad y
libertinaje.
La primera frase procede de las ideas de Diógenes, aquél
filósofo del siglo V con tanto desapego por la riqueza, ideas que recogió otro
Diógenes, Laercio. Con el tiempo, otros le plagiaron. Así que cuando más
conozco a los hombres, más sabio me hago y más rápido voy a la Sociedad General
de Autores.
Curiosamente, la sabiduría también nos la puede dar
nuestro perro. Ahora hay en youtube un vídeo titulado Aprendí de mi perro,
que os recomiendo y voy a pasarle a Blai para que lo ponga en el blog.
Lo que aprendí de mi perro:
Para acabar, de tantas ideas reconfortantes,
evocadoras... he elegido una frase del escritor Anatole France:
"Hasta que
no hayas querido a un animal, una parte de tu alma permanecerá dormida".
(Aquí no cuentan maridos)
Y con permiso de
Jorge Manrique diría:
Recuerde el alma
dormida avive el seso y despierte,
cómo de buenas son las mascotas
y cuánto de ellas tiene que aprender la gente
Podéis dejar vuestros comentarios y opiniones en el recuadro inferior si así lo deseáis
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