martes, 17 de febrero de 2015

ASOCIACIONES Y GRUPOS

Ponencia presentada por Mª Carmen el pasado sábado día 14 de febrero.





ASOCIACIONES Y GRUPOS

En principio hay que distinguir entre una fundación, de una asociación, y de un grupo específico de personas con una función.

Fundación:

Se constituye con un capital inicial. En general se trata de personas o empresas que dedican parte de sus beneficios al mecenazgo (Investigación, becas, arte, cultura, deporte, o a la filantropía, ayudando económicamente para promover el bien social).
No todos los creadores de fundaciones son millonarios (Vicente Ferre, o Carreras), si no personas de reconocida valencia que las promueven, y reciben donaciones para el capital inicial.



Respecto a la filantropía de los ricos, o muy ricos, algunos críticos argumentan que lo hacen para lavar su mala conciencia, dando lo que les sobra y que previamente han “sacado”, a los demás.
No obstante también cumplen una labor social, ya que han venido a cubrir el papel que en épocas pasadas ejercían reyes, papas, aristócratas y terratenientes.
Una fundación tiene personalidad jurídica y ha de escriturar el patrimonio dedicado a su funcionamiento.

Asociación:

Jurídicamente, con un mínimo de tres personas se puede crear una asociación (Presidente, Secretario y Tesorero), e inscribirse como tal en el registro local.
Ha de presentar “Acta de Constitución”, “Estatutos” y “Sede Social”, para conseguir esa inscripción.
Esta inscripción le otorgara derechos, pero también obligaciones. Una asociación es como una persona jurídica, independiente de las partes...



La junta tendrá responsabilidades de gestión, y no está exenta de pagar el IRPF, si se generan movimientos económicos (cuotas de socios, o ingresos por actividades diversas).
La agencia tributaria o la Administración Local, podrán hacer controles aleatorios. Aunque las asociaciones, tiendan a un bien social, siempre hay individuos que las usan para el beneficio propio (caso Urdangarin, Cursos de Formación subvencionados y no realizados, desvíos  de fondos de donaciones, etc.).
El tejido organizativo de una gran ciudad como Barcelona, es amplio, pero desconocido por la mayoría de los ciudadanos, que por ejemplo, ni siquiera saben dónde está la “Asociación de Vecinos” de su propio distrito, o los Centros Cívicos, o el “Casal de Avis”.
La temática de las asociaciones es variable: Deporte, Salud, Informática, Ayuda Social, Drogodependencias, Violencia de Genero, poesía, Teatro, Cultura en general, etc.



Los grupos suelen mantenerse, gracias a un número reducido de voluntarios, que forman el núcleo de la asociación. Las redes sociales son una buena forma de publicidad, para esos grupos.
Económicamente dependen de las cuotas de los socios, donativos y subvenciones, no se suelen poder permitir pagar salario alguno. El mayor problema con los socios es que una vez superado el impulso inicial de simpatía por la causa propuesta, esta se olvida y no se renuevan las cuotas, por lo que en ocasiones el listado de socios no siempre es real.
Algunas asociaciones, crean plataformas reivindicativas, para así obtener espacio para sus actividades, los más radicales ocupan locales que perteneciendo a la administración local o central, han permanecido vacíos durante años. Ante los hechos consumados, la administración cede, concede o desaloja dependiendo del momento político.



Una vez obtenido el local, viene la gestión y el reparto del espacio, entre las asociaciones. No es infrecuente que algunas de las asociaciones, tengan relaciones no declaradas  con partidos políticos.
Estas asociaciones con ideología, están mejor organizadas, y tiene mayor número de socios que las pequeñas de barrio, que normalmente trabajan para mejorar su entorno más cercano.
Es más fácil constituir una asociación que gestionarla de forma eficiente.

Grupo:

Los grupos, como el nuestro “Grupo Rialto”, o similares son de naturaleza informal, y no necesitan inscripción para su funcionamiento.



Son muy diversos (coleccionismo, excursionismo, de debates y tertulias, etc.), no persiguen un fin estrictamente social, pero promueven la amistad y el desarrollo personal.
Necesitan igual que las asociaciones, una logística de coordinación y un local de reunión.



Internet, ha creado espacios virtuales que complementan las actividades de los grupos, y existen también grupos virtuales en los que los encuentros presenciales no son necesarios, los podríamos llamar grupos en el ciberespacio.

Dinámica:

Muchas personas pasan por la vida ocupándose solamente de sus asuntos personales, aunque deseen el bien general de su propio barrio, de su sociedad, e incluso del mundo, prefieren que se involucren otros a los que suponen más estimulados.
Estos, son los que tienen las ideas, los que crean proyectos y dirigen o colaboran como voluntarios en la ejecución de las mismas.
A un voluntario se le supone un nulo ánimo de lucro, su motivación es mejorar la realidad existente, y llegar allí donde la burocracia, o las administraciones locales o centrales no alcanzan o se inhiben.



Para su funcionamiento, grupos y asociaciones han de contestarse las preguntas básicas de la vida:
Los voluntarios, cada uno con su preparación y personalidad, son los recursos humanos disponibles.
En toda organización humana, incluso en las no lucrativas se produce una cierta competitividad, por la preeminencia, por lo que las nuevas incorporaciones pueden verse como una amenaza a los antiguos socios.
Cada miembro del grupo, tendrá diferente grado de tolerancia frente a situaciones incomodas, hay que evitar como norma, el excesivo protagonismo de alguien, aunque este sea el presidente o coordinador.
Un grupo de debate, o tertulia para su ordenado funcionamiento, exige, participación y  control de tiempos.




Las opiniones expresadas siempre lo son a nivel personal, basadas en la propia experiencia, información, creencias y valores.
Ha de primar la cortesía y el respeto, no ofender, ni a los presentes, ni a los ausentes.
Al voluntario de una asociación, se le aconseja saber guardar las distancias en su compromiso social.
Las tímidos y discretos no suelen crear problemas, pero los excesivamente impulsivos, radicales o dominantes crean conflictos internos.
Por naturaleza y por sus habilidades sociales, hay individuos que caen bien a todo el mundo, otros que solo a unos pocos y alguno  que a casi nadie, por eso un buen coordinador, ha de estar al tanto, para evitar desequilibrios internos.
La democracia interna de los grupos requiere que se fijen umbrales de conformidad y discrepancias, manteniendo el equilibrio entre las partes y el todo.



Al coordinador se le exige más que a los demás, suele ser cuestionado, si no cumple bien su rol social, y si esto ocurre acabara “quemándose”.
El altruismo continuado, puede retar tiempo para la práctica de otras actividades deseables.
Es aconsejable mantener una cierta distancia expositiva y emocional, que permite analizar problemas y temáticas desde distintos ángulos.

Conclusión:

La trayectoria humana está marcada por la lucha y la competitividad, esto es al menos lo que nos describen los libros de historia. Sin embargo la especie humana no hubiera sobrevivido sin la colaboración mutua.
En las relaciones humanas, lo ideal es la buena sintonía entre las partes. El “yo” y el “tu”, solos apenas son nada, se necesita el “nosotros”, el “vosotros” y también el “ellos”.



El objetivo final de asociaciones y grupos, aparte de la ayuda, es el desarrollo sociológico, cultural y colectivo.
Si así se hace, si nos comprometemos podemos acercarnos a la famosa frase del poeta latino Horacio:
“Que nada de lo humano, me sea ajeno”.

Podeis dejar vuestros comentarios y opiniones en el recuadro inferior si así lo deseáis.
 


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