Historia- Los antecedentes de la difusión escrita de noticias se remonta a la Antigüedad. En efecto, en algunas civilizaciones
se difundían los sucesos en forma de textos escritos en hojas (papiro, seda o pergamino más
raramente) o en inscripciones públicas (en piedra, metal o madera).
Estas noticias eran emitidas por el estado y corresponden a lo que actualmente
se conoce como propaganda. Al mismo
tiempo los viajeros, comerciantes y peregrinos actuaban como medios para la
propagación de novedades a través de las distancias. Muchas veces estas
noticias eran amplificadas, y distorsionadas, por los cronistas, pasando a
formar parte de sus escritos. Las cartas que tomaban estado público y las
proclamas eran otra forma de difusión de noticias, que también quedaban
escritas al incluirse en documentos oficiales o no.
La
República Romana,
hizo circular una lista de eventos, llamada Acta Diurna ('eventos del
día'), en el año 59 a. C..
Hubo una publicación del gobierno imperial chino
en el año 713 d. C. que se llamó Kaiyuan Za Bao
("Noticias Mezcladas"). No obstante, estos precedentes de la prensa
escrita no alcanzaron a regir mucho éxito o distribución sin la impresión
masiva que se alcanzó gracias y a partir de Gutemberg. La prensa escrita como tal apareció
bajo forma de hojas sueltas a finales del siglo XV (la invención de la prensa de papel data de los años 1450). Durante los siglos siguientes
empezaron a crecer numerosos periódicos. El periódico más veterano que aún
opera hoy en día es el Post- och Inrikes
Tidningar de Suecia, fundado en 1645.
La misma palabra “historia” está
relacionada con estos orígenes pues procede del vocablo griego istoria, que
etimológicamente significa “información”, “indagación”, también puede
interpretarse como “resultado de una indagación” o “conocimiento”, en una
tercera interpretación, podría definirse como “relación verbal o escrita de lo
que se indaga”.
La definición de lo que es “historia” ha llevado a numerosos debates entre investigadores que desde el pasado, aún se extienden por el presente. Se ha admitido tradicionalmente que en castellano el vocablo “historia” encierra dentro de si dos conceptos; el primero de ellos objetivo, el que se identifica
con el suceder con lo acontecido, y el
segundo más bien subjetivo, que implica el conocimiento de ese suceder.
Con
la aparición de la imprenta, la prensa escrita
se convirtió en el primer medio de
comunicación de masas y los vehículos originales del periodismo. Aunque la información sea su función más destacada, la
prensa escrita posee, como todo medio de comunicación,
las funciones de informar, persuadir,
promover, formar opinión, educar y entretener.
Algunos
formatos de publicaciones de prensa escrita son el periódico(que sale con periocidad, es decir,
siguiendo un periodo que se repite a intervalos determinados), la revista, el boletín, algunos libros y el panfleto. Su máximo responsable es el llamado
Editor Jefe o Redactor jefe.
Influencia social- El periodismo es considerado por algunos autores como el "cuarto poder" de las grandes democracias occidentales (los tres primeros son los que establecen las constituciones modernas: Poder ejecutivo, legislativo y judicial). Como contraparte, el periodismo en algunos casos es una profesión con riesgos; muchos periodistas han encontrado la muerte en el ejercicio de su profesión.
El
periodismo creó, por sus necesidades de rápida lectura y comprensión y su
supuesta neutralidad, un estilo redaccional que ha nutrido a numerosos
escritores, los cuales formaron parte de sus planteles y se destacaron en sus
columnas. Además ha creado prestigiosos y serios comentaristas de la vida
social y política, vistió sus páginas con buenos humoristas y dibujantes; ha
desarrollado desde el proyecto costumbrista hasta la investigación documentada.
Situación de los periodistas en el mundo- En diversos países de régimen democrático, el trabajo periodístico está protegido por la ley o por la constitución. Esto incluye, muchas veces, el derecho del periodista a preservar en secreto la identidad de sus fuentes, incluso cuando sea interpelado judicialmente.
El
artículo 19 de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos
establece normas para la libertad de expresión y de prensa. Además de las
normas jurídicas que regulan la profesión de los periodistas, éstos mantienen
un compromiso ético con la sociedad que se concreta en la llamada deontología
profesional periodística. Se trata de una serie de normas recogidas
en códigos deontológicos
que cada empresa o asociación elabora según sus propios criterios. En España
se encuentra un buen ejemplo de este tipo de códigos en el elaborado por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España
(FAPE), que aplican todos los profesionales integrados en este colectivo.
Además,
según la organización Reporteros Sin Fronteras (Reporters Sans Frontières), en 2006
al menos a 81 periodistas fallecieron en el ejercicio de su trabajo o por
expresar sus opiniones, en veintiún países. Hay que remontarse a 1994 para
encontrar una cifra más alta. Aquel año encontraron la muerte 103 periodistas,
de los que casi la mitad murieron en el genocidio de Ruanda, cerca de una veintena en Argelia, víctimas de la guerra civil, y una
decena en la antigua Yugoslavia. También
destacan que murieron 32 colaboradores, al menos 871 periodistas fueron
detenidos, 1472 agredidos o amenazados, 56 secuestrados y 912 medios de
comunicación fueron censurados.
Teoria de la
Agenda-setting- Se refiere a como los medios influyen en el público
directa o indirectamente, no en las opiniones o dictámenes que estos enuncian;
sino procurando la relevancia o el espacio informativo a temas o cuestiones que
los medios eligen. El estudio realizado por McCombs
y Shaw en 1972 refiere a que la gente considera
unos temas más destacados (la agenda del público), que otros en proporción
directa con la importancia que le den los medios (la agenda de los medios),
aunque estos no sean quienes decidan por la audiencia cual será la actitud o
decisión de estos asuntos que proponen como agenda. . "Su nombre
metafórico proviene de la noción de que los mass-media son capaces de
transferir la relevancia de una noticia en su agenda a la de la sociedad"
"La prensa no tiene mucho éxito
en decir a la gente qué tiene que pensar pero sí lo tiene en decir a sus
lectores sobre qué tienen que pensar" (Cohen, 1963) Con esta frase se
podría iniciar lo que es la agenda-setting function, una de las teorías
actuales más representativas de los medios de comunicación. En ella se estudia
cómo los medios ejercen influencia en las audiencias mediante los temas considerados de mayor relevancia. El medio no
decide por el público qué es lo que éste tiene que pensar u opinar sobre
un hecho aunque sí decida cuáles son las cuestiones
que van a estar en el candelero o en la opinión pública. A este conjunto
de contenidos se le denominará: la agenda. Desde el punto de vista de la Teoría de
la agenda-setting, el término agenda se acuña en un sentido metafórico para
expresar cómo las agendas o temas considerados relevantes por los medios
pasan a ser subrayados también en las agendas de la audiencia. Las
personas no sólo reciben información a través de los medios sobre determinados temas o asuntos que ocurren en el mundo y son
considerados prioritarios, sino que
también aprenden de ellos la importancia y el énfasis que les deben dar.
La
teoría de la Agenda-setting es el resultado experimental de una tesis que, a
manera de metáfora, planteó Cohen: los medios (informativos) pueden no acertar
al decirnos cómo pensar sobre un determinado tema, pero sí cuando nos dicen
sobre qué pensar. La agenda-setting es una "alianza tácita que existe entre el gobierno de un país
(generalmente Occidental y sobre todo Estados Unidos) y los medios de
comunicación para comunicar a los espectadores, oyentes o lectores de un
determinado medio sólo lo que interesa, y ocultar al máximo lo que puede
resultar peligroso o perjudicial para la estabilidad que ellos creen la
correcta para su país".
Mecanismos base- Los
mecanismos base, son aquellos que se utilizan para poder manejar la información
según la Agenda setting, estos son 3:
Tamaño o extensión: Se refiere al número
de páginas en un periódico, el número de caracteres de la nota, o el espacio
televisivo o radiofónico que le brinden a una noticia.
Frecuencia: Se refiere al día en que salió la
noticia, los días lunes la gente está más al tanto de lo que acontece, compra
más periódicos, escucha más la radio, o ve más la televisión que un día
domingo, que tanto seguimiento se le dio al acontecimiento y cuantos días salió
en los primeros bloques o planas.
Lugar o ubicación: Se refiere a la
parte en la que fue agenda dar la noticia, en un periódico, la plana en la cual
fue colocada la nota y usando la "zeta inversa", que da importancia a
las planas de derecha a izquierda y de arriba a abajo o en los programas de
acuerdo a los bloques.
Principales
referentes- Donald L.
Shaw, profesor norteamericano de la Escuela de Periodismo y
Comunicación de Masas de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.
Según Shaw, la agenda-setting sostiene que "como consecuencia de la acción de los periódicos, de la
televisión y de los demás medios de información, el público es consciente o
ignora, presta atención o descuida, enfatiza o pasa por alto, elementos
específicos de los escenarios. La gente tiende a incluir o a excluir de sus
propios conocimientos lo que los media incluyen o excluyen de su propio
contenido".
Las
características de la agenda-setting, de acuerdo a Shaw, incluyen:
1.
Que la gente sólo conoce lo que los
mass-media les ofrecen, ignorando por completo cualquier otra noticia.
2.
Que según los mass-media den más importancia
a una noticia o a otra, así lo hará también su público.
Impacto de la Agenda Setting en
sus dos niveles
1.
Lo que no entra en la agenda de los medios NO
existe.
2.
Los aspectos que seleccionan y en los que
ponen su atención los medios afectan la percepción que tiene el público
respecto de estos asuntos.
3.
Determinar el modo en que se encuadra un
asunto –establecer las normas básicas para su deliberación – puede afectar
significativamente el desenlace final.
4.
Los mensajes mediáticos afectan de distinta
manera a diferentes personas.
5.
Por más activa que sea la gente en la
búsqueda de información, sus posibilidades se restringen a los datos que les
proporcionan los medios masivos.
6.
Los lectores o receptores difícilmente podrán
reflexionar, discutir o analizar los temas omitidos por los medios.
El
énfasis constante en ciertos temas por parte de los medios informativos tienden
a crear preocupación sobre ellos. El efecto de la agenda se manifiesta con
mayor fuerza en la medida que los espectadores tienen menos conocimientos del
tema sobre el cual los medios quieren influir. Es decir, las personas más informadas
son más difíciles de manipular.
Aquellos
paperboys que se desgañitaban ofreciendo los titulares de última hora
por los barrios norteamericanos eran, en esa época, los mayores creadores de opinión.
Eran
los presentadores de informativos del siglo XIX, la conexión de aquellas
sociedades reservadas e intimistas con el resto del mundo, su televisión particular. Al no existir otros medios a través de los
cuales absorber información, el mundo se conformaba en función de la estructura
de la portada del Washington Post de la época.
De
la misma manera, las prioridades políticas y económicas eran establecidas por
el Times más que por los políticos y mucho menos por los ciudadanos. La famosa teoría de la agenda setting ya lo avisó a
finales de los sesenta, cuando aludió a la capacidad de los medios de comunicación de determinar la importancia de
los asuntos de interés para una sociedad. La agenda setting es, sin duda, la
base teórica más importante del concepto Cuarto Poder, atribuido a los mass
media.(medios de comunicación de masas, como prensa, cine, radio, televisión,
libros videos, etc.)
Sin
embargo, el desarrollo de las (ya no tan nuevas) tecnologías está
revolucionando las agendas políticas, sociales y económicas en la mayor parte
de las democracias occidentales y otros países emergentes, así como en algunas
economías asiáticas. Y ello es así
porque la influencia de las redes sociales de Internet y su capacidad de
movilización están provocando bruscos giros en la definición de las prioridades
informativas
y, por ende, sociales. Influir sobre las redes sociales en lugar de sobre los
líderes de opinión y periodistas clave, transforma radicalmente la labor de la
consultoría en comunicación. Pero no sólo revoluciona la estructura mental de los ciudadanos pues ya no son capaces
de discernir qué es prioritario y qué no a nivel global, qué temas están
encima de la mesa.
Se
les otorga el poder de decidirlo por ellos mismos, sin casi ningún control. La
globalización y el desarrollo tecnológico han puesto en manos de los ciudadanos
de a pie esta posibilidad de conformar su propia agenda setting, lo que
diluye el factor de poder y control de los mass media tradicionales.
La
clave en la comunicación del siglo XXI será, por tanto, saber actuar sobre
millones de agendas-setting, una por cada ciudadano. Por eso necesitamos más y
mejores periodistas que nunca. Para refundar juntos el Cuarto Poder en red,
controlando a quien gobierna, hace la ley y la aplica, con prácticas y códigos
digitales que nos aseguren autonomía.
Hoy
en día no toda la información que nos llega a través de los medios es fiable,
sobretodo aquella que denominamos “prensa amarilla” en la que se dan
preferencia a los escándalos, la mayoría ficticios, para conseguir lectores,
asimismo algunos diarios defienden posiciones políticas o económicas,
aparentando, en principio, ser neutrales. Una vez descubierto el valor
extraordinario de la prensa, todos los representantes tratan de aprovecharla en
su servicio, pero llegó el momento en el que el instrumento se hizo superior a
sus manipulaciones.
En
la mesa redonda de las III Jornadas de Comunicación de
la CEA
los asistentes a debatir sobre el tema afirman que un medio de comunicación
sólo será creíble cuando éste sea independiente, libre de cualquier coacción.
Las
estructuras han sido consecuencia de la acción del ser humano. Es preciso
indicar que, por sí mismas, no constituyen un elemento negativo, la negatividad
viene dada por la apropiación de que son objeto para el interés particular.
“La
prensa ha hecho y deshecho gobiernos, ha creado unas reputaciones, ha arruinado
otras(...). Por eso le han llamado el cuarto poder, y en algunas ocasiones
pretendió ser el primero”.
No
se presenta como tarea fácil manejar tantas conciencias hacia un mismo objetivo,
pero se presenta apasionante descubrir cómo establecer prioridades mediáticas
en un mundo expandido que es capaz de personalizar la información. ¿Estamos
ante la última y a la vez primigenia etapa de una verdadera democracia, donde
el poder lo tiene el pueblo? ¿O nos abocamos sin remedio a una crisis de
establecimiento de agenda, donde ni el Gobierno ni los medios saben a qué
atenerse?.
Podeis dejar vuestros comentarios y opiniones en el recuadro inferior si así lo deseáis.
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