¿Porque son pobres, los países
pobres y ricos los países ricos?
¿Siempre ha existido esa
diferencia?
Se podría contestar a la
primera pregunta de una manera simplista y reduccionista, diciendo que los
ricos lo son, por ser más inteligentes que los pobres.
Sin embargo, las verdaderas
causas habría que buscarlas teniendo en cuenta los diferentes factores que
intervienen en el desarrollo de un país. Estos factores son geográficos,
sociales, políticos, culturales e incluso religiosos.
El hombre es un ser histórico,
y con ello quiero decir que su desarrollo depende de las miles de
circunstancias que lo acompañan en su vida. No es lo mismo vivir en un desierto
que en un vergel, en una región rica en materias primas que en uno carente de
ellas.
Repasando la historia de la
humanidad, podemos decir que esta se
inicia hace aproximadamente unos 500.000 años, con el hombre recolector,
correspondiendo con el periodo paleolítico, o Edad De Piedra. Hace unos 10.000
años se comenzó la producción de alimentos mediante la agricultura y la ganadería.
Pero si consideramos el
sistema económico solamente, podemos decir que los maoríes vivían en la Edad de
Piedra en el año 1800 de nuestra era.
Hace unos 5000 años, en los
valles fluviales del Nilo, del Tigris y Éufrates y del Indo surgieron las
primeras ciudades, gracias a la acumulación de alimentos que permitía la
subsistencia de una población urbana de artesanos, comerciantes, sacerdotes
funcionarios y escribas.
En años posteriores, se descubrió
el uso del bronce, de la escritura alfabética y de la moneda acuñada, que facilito
el comercio.
Las sociedades greco-romanas,
mejoraron el transporte y el comercio en el Mediterráneo, permitiendo una mejor
distribución de alimentos, y eso produjo un aumento de población.
Con el feudalismo, en Europa
se dio un paso hacia la economía productiva. El agricultor estaba atado a la
tierra, aunque liberado de la esclavitud como se entendía en tiempo de los
romanos.
Surgieron los gremios que aseguraban
a los artesanos y comerciantes no solo la libertad, sino una situación económica.
Con el paso del tiempo y con
una industria y comercio asentados sobre una agricultura cada vez más
intensiva, y con el uso de la energía hidráulica, se produjo un desarrollo
extraordinario de la sociedad europea.
El descubrimiento de América
y las vías náuticas hasta el lejano Oriente, abrió a la Europa atlántica a un
mercado mundial.
Podríamos decir que fue el
primer pasito hacia la globalización.
Este intercambio de mercancías
creo la burguesía capitalista y el desarrollo industrial iniciado en
Inglaterra, conocido como la Revolución Industrial.
Con esta somera descripción
podemos ver como los factores históricos y sociales han incidido en que existan
regiones ricas y pobres, en determinadas épocas.
Pero es precisamente a
partir de la revolución industrial y con la acumulación capitalista cuando se
perciben más las diferencias entre ricos y pobres.
Es en Inglaterra y Alemania,
donde se inicia el desarrollo industrial, y hace que aparezca una burguesía,
que vive bien, aunque sin grandes lujos. A medida que pasa el tiempo, surge el
llamado capitalismo liberal, sin regulaciones y sin demasiada moral.
Hay varias tesis, unas
sostienen que los países pobres se benefician de la tecnología e inventos de
los países ricos, y que estos lo son precisamente por su tecnología.
Es posible que haya algo de
verdad en esta idea, pero también es cierto, que los países ricos lo son por la
explotación y expolio de los pobres.
La tecnología que les
suministran, es muy costosa, y les hace dependientes, tanto económicamente como
tecnológicamente, produciendo un sometimiento incluso político.
África, es un ejemplo de esa
explotación y expolio por parte de Europa. Fue dividido artificialmente en
fronteras, separando tribus y usando sus recursos naturales a conveniencia de
los países industrializados, lo mismo le paso a América, primero por los
colonizadores y después por el capitalismo depredador de Estados Unidos.
En definitiva los países
ricos se han beneficiado de los pobres, y la historia así lo demuestra.
El principal causante de las
desigualdades es, la tecnología. Esta tiene la capacidad de crear riqueza a
partir de materias sin valor (petróleo, cobre, silicio, etc.).
El petróleo es un líquido
sucio y pegajoso, a menos que se disponga de tecnología para refinarlo y convertirlo
en energía para millones de motores de explosión.
El cobre es un mineral que
no tendría utilidad si no fuera porque transporta la energía necesaria para
todos los equipos modernos, el silicio no es más que arena, si no se es capaz
de convertirlo en los chips, que permitirán el funcionamiento de los equipos electrónicos
y ordenadores.
Ahora que al acercarse las
elecciones, algunos candidatos se dedican
a prometer un mejor “mañana”, creo que es importante resaltar la diferencia
entre un país rico y un país pobre, y sobretodo saber en qué consiste ser un país rico.
En ocasiones, no es que en
un país rico haya más dinero que en uno pobre, tampoco que haya más recursos
naturales, ya que esos recursos no son nada si no se pueden transformar en
riqueza.
Un país rico es aquel que
sus ciudadanos, gozan de más bienes y servicios por habitante. Esto se logra
con inversión en bienes de capital, que son las herramientas, las máquinas, los
edificios, etc. etc.
Es decir que el país será más
rico, si tiene más fábricas y más máquinas para crear oportunidades en su
gente. Es tarea de los políticos el crear las condiciones para que esto ocurra.
Pongamos por ejemplo: Suiza.
Es un país montañoso sin mares, pero tiene una de las mayores flotas náuticas del
mundo, no tiene cacao, pero si el mejor chocolate. En sus pocos Km cuadrados, cría
ovejas y vacas y cultiva su suelo, solo 4 meses al año (el resto es invernal),
pero tiene los productos lácteos mejores de Europa.
Siendo un país tan pequeño,
da una imagen de seguridad, orden y trabajo que la ha convertido en la “caja
fuerte” del mundo.
La pobreza, la marginación,
la miseria no es algo que este superado. De los 5600 millones de habitantes
solamente 1200 viven en el hemisferio norte, o desarrollado, el resto lo hacen
en países del tercer mundo.
Estos países tienen una baja
renta por habitante, que normalmente no supera los 2000€ anuales, un desarrollo
industrial incipiente, que normalmente depende de la inversión extranjera,
basado en la mano de obra barata, con servicios de baja calidad e inaccesibles
a la mayor parte de la población, deficientes infraestructuras, elevado índice de
analfabetismo y un crecimiento demográfico elevado.
Esto hace que millones de
personas pasen hambre y carezcan de lo básico, mientras que una minoría,
acapara los recursos consiguiendo grandes fortunas, controlando los negocios y
ocupando los puestos directivos y políticos del país.
El actual sistema de economía global, y el sistema social han
proporcionado un bienestar poco equitativo para unos pocos y la marginación y
la miseria para la mayoría.
Han aumentado el comercio,
las finanzas y las comunicaciones, pero también el desempleo a nivel nacional y
regional, aumentando las diferencias de ingresos, y una degradación progresiva
del medio ambiente.
La tarea política central
del siglo XXI, debe ser la creación de un nuevo proyecto histórico con la
perspectiva humanista y de solidaridad. Se debería dejar a un lado la apatía y
tratar de reconstruir un futuro para los países más desfavorecidos, poniendo
los avances científicos y técnicos a su disposición y en beneficio de todos los
pueblos del mundo.
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