¿Qué es la Eugenesia?
La Eugenesia es un tema abordado entre otros
por historiadores, filósofos y médicos
por distintas razones.
La idea de mejorar la raza humana, siempre ha
estado presente en la historia de la civilización, también ha sido objeto de
comentarios el intento de consolidarla como ciencia, la presencia de
movimientos eugenésicos, en varios países del mundo, sobre todo durante el
periodo nazi, y finalmente el resurgimiento de la Eugenesia a raíz del
descubrimiento del genoma humano.
El objetivo de la ponencia es que podamos
debatir sobre este tema opinando sobre algo tan cruel.
Al revisar la historia del pasado siglo XX,
se puede llegar a la conclusión que dejar completamente en manos de estados
totalitarios los criterios y fines del perfeccionamiento humano puede llevarnos
a los campos de concentración.
Este sería un modelo de Eugenesia dirigido y
controlado por el poder político, que lleva a la catástrofe moral.
Podríamos decir que el primero que uso la
palabra Eugenesia fue Francis Galton, primo de Darwin.
Algunos defensores de la Eugenesia de esa época
se basaban, en que sus principios son tan antiguos como la humanidad misma, en
su intento de conformar una súper raza.
En los primeros años del siglo XX, destacados
políticos, tanto norteamericanos como británicos, defendían la Eugenesia de la
especie humana, con el objetivo de dejar solamente a los individuos
completamente sanos, hasta tal punto que en algunos estados se practicó una política
de esterilización, en personas que tuvieran algún problema físico o psíquico,
siendo pionero en esta práctica, no Alemania, si no Estados Unidos, donde se
esterilizaron a decenas de miles de personas.
Incluso en Méjico, se elaboró un compendio
legal del que reproducimos uno de sus artículos
En el artículo 6º, podemos leer:
El estado podrá aplicar la esterilización de
seres humanos siempre que concurrieran las siguientes circunstancias:
1-
Que se trate de enfermos, idiotas, degenerados o dementes, en grado
tal que a juicio de la “Sociedad de Eugenesia e Higiene Mental”, la lacra del individuo
se considere incurable y transmisible por herencia.
2-
Que un consejo de tres peritos médicos, por mayoría de votos, dictamine
por medio de procedimientos científicos la incapacidad mental o deficiencia psicológica
del sujeto.
3-
Que el procedimiento técnico por el que se produce la esterilización,
no implique mutilación, ni deformación física visible, ni traiga consigo la
perdida de las aptitudes físicas o psicológicas que sean necesarias.
La Eugenesia no entraría en Alemania hasta la
década de los 30, cuando los nazis la hicieron suya aplicándola mediante
normativas legales, pero hay que recordar, que ya se estaba practicando en
otros lugares, sin embargo en Alemania llego a niveles extremos.
Hay otra cara de la Eugenesia, no tan
negativa, y no siempre es sinónimo de racismo, ya que aporta los logros de la
medicina, al proporcionar a las parejas la posibilidad de tener hijos por la técnica
de fecundación “in vitro”, o investigar los genes portadores de determinadas
enfermedades y corregirlos.
Pero esto ha traído la polémica ética de si está
bien o mal a que juguemos a ser Dios, decidiendo
como han de nacer los niños y que genes son realmente dañinos y cuáles no.
En la actualidad es Alemania, una de las naciones
con la legislación más avanzada en la protección del embrión humano, prohibiendo
la Eugenesia preimplantatoria, probablemente para lavar la imagen de refugio de
científicos nazis totalmente desquiciados.
Nadie duda, en la actualidad de la ética de
los científicos y médicos alemanes.
La influencia
de Darwin, en el pensamiento de Galton
Si Galton hubiera seguido cultivando la geografía
y la meteorología, no hubiera acabado
contribuyendo a formar la ominosa ciencia de la Eugenesia. Pero leyó “El
Origen de las especies” de su primo, poco después de su publicación y eso cambió
el rumbo de su vida, y fue el que acuño el término, como hemos dicho antes.
Hoy en día, el propio termino nos suele
producir desasosiego, sobre todo cuando Galton habla en su libro de caballos,
perros y de la raza humana.
Pensar en Galton y otros coetáneos de ideas
similares como monstruos, es discutible, primero habrá que ponerse en lugar de
las gentes de otra época. No hay duda al leer a Galton, que él creía firmemente
que sus ideas eran altruistas, aunque estuviera equivocado.
Desgraciadamente sus ideas fueron la base de
atrocidades que probablemente hubieran hecho que el inglés quemara sus libros
antes de publicarlos, si lo hubiera sabido.
Australia, Canadá, Noruega, Finlandia,
Dinamarca, Suiza, Estonia, Islandia, La Unión Soviética, Japón, promulgaron
leyes que pretendían mejorar la raza impidiendo por ley que algunos ciudadanos
se reprodujeran.
Naturalmente, la idea de quien era adecuado y
de quien no, variaba según los países.
Para la mayor parte de los defensores de la Eugenesia,
en Inglaterra, lo determinante era la clase social (naturalmente ellos eran
ricos, educados y de “buena familia”).
Los alemanes, se parecían bastante a los
ingleses, los miembros más débiles de la sociedad eran, a los ojos del Tercer
Reich, un lastre, y un coste que no podían permitirse.
Lo que en la actualidad es evidente, es que
el coste económico de proteger a los miembros más débiles, de la sociedad es mucho
menor que el coste moral de no hacerlo, Alemania se convirtió en aquellos años
en algo que no podremos olvidar, en muchos años, o quizás nunca.
Lo que diferencio a Alemania de los demás,
fue fundamentalmente, lo sistemático, cruel y radical de la aplicación de las
ideas de Galton.
La Alemania de Hitler, no solo promovía la reproducción
de los “más adecuados”, en muchos casos la forzaba.
Oficiales de la SS, tenían hijos con mujeres “idóneas”,
sin que estas pudieran negarse a ello.
Se esterilizaba a personas con discapacidad (unos
400.000 entre 1934 y 1937), pero, si no se podía evitar que nacieran, y como
eran un gran coste para el estado se les mataba.
Para hablar de las medidas, para proteger la
raza “aria” y sobre el Holocausto serían necesarias horas de ponencia.
La respuesta de las diferentes iglesias a la Eugenesia
fue muy diferente. Los Protestantes, de las principales líneas, especialmente
los de teología más liberal, se enorgullecían de adaptarse a las tendencias
modernas, y en general adoptaron con entusiasmo la ideología eugenésica.
La oposición más audible y organizada contra
la Eugenesia y sobretodo contra la esterilización, provino de la Iglesia Católica,
aunque muchos Protestantes conservadores, también se opusieron.
La Eugenesia en sí, murió a mediados del
siglo XX, al menos como movimiento organizado, por varias razones:
1-El determinismo biológico, estaba en
decadencia, especialmente en psicología y antropología.
2-Las atrocidades cometidas, desacreditaron a
la Eugenesia
3-El llamamiento a la libertad reproductiva
que acompaño a la Revolución Sexual de los años 60, contradijo, las medidas
obligatorias defendidas por los anteriores progresistas.
Desde la última parte del siglo XX y hasta la
actualidad, las nuevas tecnologías reproductivas, tales como la fecundación “in
vitro”, la amniocentesis, y el diagnóstico de enfermedades genéticas, nos han presentado
nuevas formas de Eugenesia, más individualizada.
Por décadas, los padres han abortado fetos
con discapacidades serias, recientemente se ha hecho posible, seleccionar un
ovulo fecundado, con unas características genéticas específicas, antes de que
sea implantado en el útero de la madre.
Es posible que la clonación humana sea
posible en un futuro cercano, y existes acalorados debates sobre la investigación
con células madre, lo que hace que la Eugenesia vuelva a estar en el foco.
Muchos de los proveedores de tecnologías genéticas,
suenan muy parecido a los eugenetistas del pasado.
Hay médicos que rechazan las restricciones éticas
en sus investigaciones, haciendo de la salud, el juez supremo de la moralidad,
devaluando la vida de los discapacitados, pretendiendo grandes avances para
ayudar a la humanidad.
Cuando un ser humano decide que existen
criaturas inferiores, por la razón que sea, científica o no, la crueldad con
que trata a ese ser inferior no tiene límites.
Encuentra justificado llevar a la práctica
estos sentimientos de crueldad porque está convencido que el otro ser es
inferior.
Si despellejamos a un watusi y a un sueco,
nos sería imposible diferenciarlos por la carne. Todos los seres humanos
poseemos el mismo material genético, la misma fisiología y la misma anatomía.
En la actualidad, con la ingeniería genética,
la clonación, etc., (como se ha dicho antes), ¿No estaremos jugando a ser
dioses?
En todo hay límites, y estos límites tienen
que estar impuestos por la ética, con la determinación de no causar con
nuestros actos más sufrimiento que beneficio.
Con el nivel actual de tecnología, y
conocimientos, aun no es posible controlar el crecimiento, ni predecir el
desarrollo de los seres vivos, pero tampoco conocemos el impacto que esas modificaciones
en el genoma humano pueden tener en el hombre y en su entorno.
Ante estas probabilidades, nos podríamos preguntar:
1-
¿Elegirías genes para tus hijos?
2-
¿Se debe permitir la patente de genes?
Aquí entraríamos en la Bioética, y esto es
otro debate.
Nota: Información extraída de:
“La incógnita del Hombre” de Alexis Carrell
“Eugenesia y Eutanasia” de Guillermo Buhigas
Podéis
dejar vuestros comentarios y opiniones en el recuadro inferior si así lo deseáis
Me encanta como la habeis presentado ,
ResponderEliminarUn abrazo.