Ponencia presentada por Ana-Delia Castro, el pasado sábado día 22 de marzo
ASERTIVIDAD: LA IMPORTANCIA DE SABER DECIR QUE NO
Hay que tenerlo claro: es
importante aprender a decir que no, de lo contrario perderíamos
el control de nuestra vida y nos llenaríamos de rabia por no hacer lo que en
realidad queremos. Quizás alguien pueda pensar que decir que no es de mala
persona y que así estamos siendo desagradables. Pero es necesario, en muchos momentos,
saber establecer límites y no ceder ante manipulaciones y chantajes emocionales
varios.
El tema en
cuestión, es decir la ASERTIVIDAD, se refiere a la capacidad de
tener seguridad en sí mismo para poder decir que no cada vez que sea necesario.
No
se trata de ser un egoísta que ignore las necesidades de los demás, sino de
encontrar un equilibrio entre dos extremos igual de malos: el decir
siempre que sí y el decir siempre que no.
Los derechos de los demás son tan importantes como los nuestros propios y por eso hay que intentar ser asertivos y determinar en qué momentos debemos negarnos y en qué momentos hay que decir que sí y aceptar el requerimiento de otros.
Se trata de saber defender nuestros derechos, sin la intención de lastimar o perjudicar a nadie.
¿Qué
es la asertividad?
Hay quien considera que asertividad y habilidades sociales son términos sinónimos. Sin embargo, vamos a considerar que la asertividad es solo una parte de las habilidades sociales, aquella que reúne las conductas y pensamientos que nos permiten defender los derechos propios sin agredir ni ser agredido.
Pongamos un ejemplo: Usted se sienta en un restaurante a cenar. Cuando el camarero le trae lo que ha pedido, se da cuenta de que la copa está sucia, con marcas de pintura de labios de otra persona. Usted podría:
No
decir nada y usar la copa sucia aunque a disgusto.
Armar
un gran escándalo en el local y decir al camarero que nunca volverá a ir a ese
establecimiento.
Llamar
al camarero y pedirle que por favor le cambie la copa.
Este
ejemplo ilustra los tres puntos principales del continuo de asertividad:
Ni a) ni b) son conductas apropiadas en esa situación si
lo que pretendemos es reducir nuestro estrés.
Estas formas extremas de comportarnos nos hace a veces
ineficaces para la vida social, generándonos malestar. Sin embargo, como
cualquier otra conducta, es algo que se puede ir aprendiendo con la práctica.
Una de las razones por la cual la gente es poco asertiva,
es debido a que piensan que no tienen derecho a sus creencias, derechos u
opiniones. En este sentido, el entrenamiento asertivo no consiste en convertir
personas sumisas en quejicas y acusadoras, sino a enseñar que la gente tiene
derecho a defender sus derechos ante situaciones que a todas luces son
injustas. Expongamos aqui una serie de
ideas falsas y el derecho de la persona que es violado:
- No hay que
interrumpir nunca a la gente. Interrumpir es de mala educación.
- Usted tiene derecho a interrumpir a su interlocutor para pedir una explicación. - Los problemas de uno no le interesan a nadie más y no hay que hacerles perder el tiempo escuchándolos.
- - Usted tiene derecho a pedir ayuda o apoyo emocional.
- Hay que adaptarse a los demás. Si no, es posible arriesgarnos a perder una amistad.
- - Usted tiene derecho a decir "NO".
- Cuando alguien tiene un problema hay que ayudarle.
- - Usted tiene el derecho de decidir cuando prestar ayuda a los demás y cuando no.
Los casos en los cuales no es aconsejable defender
nuestros derechos en ese preciso momento son aquellos en los cuales corremos
peligro de agresión física o violemos la legalidad (ej. "Skin-heads"
que nos insultan por la calle o superior que nos arresta en el ejercito).
Recuerde: para todo hay un momento, y saber encontrar el momento adecuado para
decir las cosas es también una habilidad.
Hay muchas
técnicas para ser asertivos. Una de las técnicas que mejor funcionan es
desarmar antes al otro con un cumplido o un reconocimiento de su labor, de su
persona o de su tarea, para después pasar a expresar lo que necesitamos.
Vamos a ver un ejemplo ilustrativo de lo que queremos
decir:
- Mujer: "Paco, ¿podrías ir a recoger a los niños al colegio?, tengo aun que preparar la lección para mañana y creo no medará tiempo."
- Marido: "Lo siento María, pero acabo de volver del trabajo y estoy muy cansado, ve tu."
- Mujer: "Se que estás muy cansado, normal porque te esfuerzas mucho en tu trabajo. Tu jefe debería de darse cuenta de eso y no cargarte con tantas tareas. Pero te pido el favor de que recojas los niños, ya que tengo que hacer este trabajo para mañana. Luego podremos descansar."
En este ultimo ejemplo se defienden los propios derechos
(derecho a pedir ayuda y a expresar las opiniones) sin vulnerar los derechos
del otro, puesto que no hay ningún tipo de orden, menosprecio o agresividad hacia
la otra persona. Ser asertivo es expresar nuestros puntos de vista respetando
el de los demás.
RECUERDE: Ser
asertivo no significa querer llevar siempre la razón, sino expresar nuestras
opiniones y puntos de vista, sean estos correctos o no. Todos tenemos también
derecho a EQUIVOCARNOS.
¿Cómo conseguir una mayor asertividad en nuestras acciones?
La base de todo
es sentir que aportamos un valor a la sociedad y que debemos ser respetados.
Además, tenemos que tener claros nuestros fundamentos,
nuestra escala de valores, para saber qué cosas deseamos hacer y qué otras no.
Debemos olvidar el miedo y la
sensación de culpabilidad al negarnos en una situación determinada. El miedo hay que superarlo de la única manera posible, afrontando la
situación que nos asusta. En cuanto a la culpa, es más un tema social que hemos
aprendido, pero si tenemos claro nuestros fundamentos, podremos decir que no
con una base clara del por qué, y esto nos incrementará la seguridad que
necesitamos.
En el momento que
valoramos reposadamente nuestras razones, no actuamos en forma precipitada y
tomamos una decisión, ya no queda
lugar para la culpa, pues hemos actuado en
base a nuestras convicciones. Tampoco es bueno andar dudando o cambiando de
opinión.
¿Cómo son las personas poco asertivas?
Son individuos que se alejan de cualquier tipo de controversia y necesitan
agradar, hasta tal punto que lo hacen a costa de sus propios
deseos y necesidades. Creen que para ser aceptados por los demás, no pueden
negarse a nada y al final acaban siendo manipulados para hacer cosas que no
quieren y que van en contra de sus principios. Su motivación
es el miedo al rechazo y la falta de afirmación en sus propias ideas.
Es sumamente
importante aclarar que este es un perfil muy diferente
al de aquella persona que decide, en forma consciente y voluntaria, dedicar su
vida a ayudar al prójimo, en ocasiones renunciando a sus
propias necesidades. En ese caso se trata de una elección libre y personal y como resultado, la persona siente una profunda satisfacción y felicidad.
Muy por el
contrario, en los casos que estamos tratando, las personas poco asertivas
sacrifican su propio bienestar, pero
basado en miedos, inseguridades, etc., lo cual en definitiva no genera otra
cosa que una gran insatisfacción personal.
CONCLUSIONES:
Cuando nuestros
límites personales no están bien definidos (nuestro territorio personal),
existe el peligro de que el otro nos invada. Esto, a algunos, les pasa con
demasiada frecuencia.
¿Cómo puede ser que nos cuente tanto precisar nuestros límites? ¿Qué
tememos?
El no saber decir no por miedo a que me dejen de querer me lleva a negarme
a mi mismo.
Ser consciente es el primer paso
para poder buscar soluciones.
Seamos conscientes de cómo condiciona nuestra vida el no saber decir no.
Puede llevarnos a enfermar incluso.
Hacerme consciente de que en lo
emocional también existe el aprendizaje. Aunque se haya pasado mucho tiempo
no sabiendo decir que no, siempre se puede más adelante aprender a hacerlo, a
decir NO.
Compromiso de saber qué me está
pasando y compromiso de mejorarlo.
PENSEMOS, y esto nos ayudará, que:
-Si decimos NO, no decimos no a la persona, sino a la situación.
-¿Cuántas renuncias he hecho en mi vida?
-Si pienso: “Yo viviré mi vida como yo quiera” quiere decir que siempre
haré lo que quiera? NO. Pero seré consciente de ello y pacto
conmigo mismo.
-Preguntarme: ¿Estoy traicionando MIS
VALORES, o esto tienen una importancia relativa? (Poner los VALORES en
escala de importancia si hay conflicto entre varios).
Revisar CREENCIAS que me pueden
estar afectando:
Por ej: Puede que yo crea que valgo menos que la otra persona.
TENEMOS MIEDO a
comunicar lo que sentimos y esperamos que el otro
nos lo adivine.
-
“Lo que me estás
pidiendo a mí no me interesa”.
-
Comunicar limitándome a
decir: “Yo siento...” en lugar de: “Tú me haces…”
He de saber que:
Interpreto mi
vida en función de mis creencias. Si yo cambio
mis creencias, mi vivencia cambiará.
LISTA DE CUALES SON MIS MIEDOS:
Qué creo que puede pasar.
CONSECUENCIAS:
Saber que: si se dice que no se ha de hacer asumiendo las consecuencias.
Esto sin duda nos frenará en un primer momento, pero no debemos quedarnos ahí.
(Hacer lista de consecuencias)
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