martes, 25 de marzo de 2014

ASERTIVIDAD: LA IMPORTANCIA DE SABER DECIR QUE NO



Ponencia presentada por Ana-Delia Castro, el pasado sábado día 22 de marzo





ASERTIVIDAD: LA IMPORTANCIA DE SABER DECIR QUE NO

 

 


Hay que tenerlo claro: es importante aprender a decir que no, de lo contrario perderíamos el control de nuestra vida y nos llenaríamos de rabia por no hacer lo que en realidad queremos. Quizás alguien pueda pensar que decir que no es de mala persona y que así estamos siendo desagradables. Pero es necesario, en muchos  momentos, saber establecer límites y no ceder ante manipulaciones y chantajes emocionales varios.

El tema en cuestión, es decir la ASERTIVIDAD, se refiere a la capacidad de tener seguridad en sí mismo para poder decir que no cada vez que sea necesario.



No se trata de ser un egoísta que ignore las necesidades de los demás, sino de encontrar un equilibrio entre dos extremos igual de malos: el decir siempre que sí y el decir siempre que no.

Los derechos de los demás son tan importantes como los nuestros propios y por eso hay que intentar ser asertivos y determinar en qué momentos debemos negarnos y en qué momentos hay que decir que sí y aceptar el requerimiento de otros.

Se trata de saber defender nuestros derechos, sin la intención de lastimar o perjudicar a nadie.


 
¿Qué es la asertividad?

Hay quien considera que asertividad y habilidades sociales son términos sinónimos. Sin embargo, vamos a considerar que la asertividad es solo una parte de las habilidades sociales, aquella que reúne las conductas y pensamientos que nos permiten defender los derechos propios sin agredir ni ser agredido.

 

Pongamos un ejemplo: Usted se sienta en un restaurante a cenar. Cuando el camarero le trae lo que ha pedido, se da cuenta de que la copa está sucia, con marcas de pintura de labios de otra persona. Usted podría:

No decir nada y usar la copa sucia aunque a disgusto.

Armar un gran escándalo en el local y decir al camarero que nunca volverá a ir a ese establecimiento.

Llamar al camarero y pedirle que por favor le cambie la copa.

Este ejemplo ilustra los tres puntos principales del continuo de asertividad:

Estilo pasivo                     Estilo asertivo                            Estilo agresivo.
 
Ni a) ni b) son conductas apropiadas en esa situación si lo que pretendemos es reducir nuestro estrés.
Estas formas extremas de comportarnos nos hace a veces ineficaces para la vida social, generándonos malestar. Sin embargo, como cualquier otra conducta, es algo que se puede ir aprendiendo con la práctica.
Una de las razones por la cual la gente es poco asertiva, es debido a que piensan que no tienen derecho a sus creencias, derechos u opiniones. En este sentido, el entrenamiento asertivo no consiste en convertir personas sumisas en quejicas y acusadoras, sino a enseñar que la gente tiene derecho a defender sus derechos ante situaciones que a todas luces son injustas. Expongamos aqui una serie de ideas falsas y el derecho de la persona que es violado:
  • No hay que interrumpir nunca a la gente. Interrumpir es de mala educación.
    - Usted tiene derecho a interrumpir a su interlocutor para pedir una explicación.
  •  
  • Los problemas de uno no le interesan a nadie más y no hay que hacerles perder el tiempo escuchándolos.
  • - Usted tiene derecho a pedir ayuda o apoyo emocional.
  •  
  • Hay que adaptarse a los demás. Si no, es posible arriesgarnos a perder una amistad.
  • - Usted tiene derecho a decir "NO".
  •  
  • Cuando alguien tiene un problema hay que ayudarle.
  • - Usted tiene el derecho de decidir cuando prestar ayuda a los demás y cuando no.


Los casos en los cuales no es aconsejable defender nuestros derechos en ese preciso momento son aquellos en los cuales corremos peligro de agresión física o violemos la legalidad (ej. "Skin-heads" que nos insultan por la calle o superior que nos arresta en el ejercito). Recuerde: para todo hay un momento, y saber encontrar el momento adecuado para decir las cosas es también una habilidad.
Hay muchas técnicas para ser asertivos. Una de las técnicas que mejor funcionan es desarmar antes al otro con un cumplido o un reconocimiento de su labor, de su persona o de su tarea, para después pasar a expresar lo que necesitamos.
Vamos a ver un ejemplo ilustrativo de lo que queremos decir:
  • Mujer: "Paco, ¿podrías ir a recoger a los niños al colegio?, tengo aun que preparar la lección para mañana y creo no medará tiempo."
  •  
  • Marido: "Lo siento María, pero acabo de volver del trabajo y estoy muy cansado, ve tu."
  • Mujer: "Se que estás muy cansado, normal porque te esfuerzas mucho en tu trabajo. Tu jefe debería de darse cuenta de eso y no cargarte con tantas tareas. Pero te pido el favor de que recojas los niños, ya que tengo que hacer este trabajo para mañana. Luego podremos descansar."
En este ultimo ejemplo se defienden los propios derechos (derecho a pedir ayuda y a expresar las opiniones) sin vulnerar los derechos del otro, puesto que no hay ningún tipo de orden, menosprecio o agresividad hacia la otra persona. Ser asertivo es expresar nuestros puntos de vista respetando el de los demás.



RECUERDE: Ser asertivo no significa querer llevar siempre la razón, sino expresar nuestras opiniones y puntos de vista, sean estos correctos o no. Todos tenemos también derecho a EQUIVOCARNOS.

¿Cómo conseguir una mayor asertividad en nuestras acciones?

La base de todo es sentir que aportamos un valor a la sociedad y que debemos ser respetados.
Además, tenemos que tener claros nuestros fundamentos, nuestra escala de valores, para saber qué cosas deseamos hacer y qué otras no.

Debemos olvidar el miedo y la sensación de culpabilidad al negarnos en una situación determinada. El miedo hay que superarlo de la única manera posible, afrontando la situación que nos asusta. En cuanto a la culpa, es más un tema social que hemos aprendido, pero si tenemos claro nuestros fundamentos, podremos decir que no con una base clara del por qué, y esto nos incrementará la seguridad que necesitamos.

En el momento que valoramos reposadamente nuestras razones, no actuamos en forma precipitada y tomamos una decisión, ya no queda lugar para la culpa, pues hemos actuado en base a nuestras convicciones. Tampoco es bueno andar dudando o cambiando de opinión.

¿Cómo son las personas poco asertivas?

Son individuos que se alejan de cualquier tipo de controversia y necesitan agradar, hasta tal punto que lo hacen a costa de sus propios deseos y necesidades. Creen que para ser aceptados por los demás, no pueden negarse a nada y al final acaban siendo manipulados para hacer cosas que no quieren y que van en contra de sus principios. Su motivación es el miedo al rechazo y la falta de afirmación en sus propias ideas.



Es sumamente importante aclarar que este es un perfil muy diferente al de aquella persona que decide, en forma consciente y voluntaria, dedicar su vida a ayudar al prójimo, en ocasiones renunciando a sus propias necesidades. En ese caso se trata de una elección libre y personal y como resultado, la persona siente una profunda satisfacción y felicidad.

Muy por el contrario, en los casos que estamos tratando, las personas poco asertivas sacrifican su propio bienestar, pero basado en miedos, inseguridades, etc., lo cual en definitiva no genera otra cosa que una gran insatisfacción personal. 

CONCLUSIONES:

Cuando nuestros límites personales no están bien definidos (nuestro territorio personal), existe el peligro de que el otro nos invada. Esto, a algunos, les pasa con demasiada frecuencia.
¿Cómo puede ser que nos cuente tanto precisar nuestros límites? ¿Qué tememos?

El no saber decir no por miedo a que me dejen de querer me lleva a negarme a mi mismo.
Ser consciente es  el primer paso para poder buscar soluciones.
Seamos conscientes de cómo condiciona nuestra vida el no saber decir no. Puede llevarnos a enfermar incluso.

Hacerme consciente de que en lo emocional también existe el aprendizaje. Aunque se haya pasado mucho tiempo no sabiendo decir que no, siempre se puede más adelante aprender a hacerlo, a decir NO.
 Compromiso de saber qué me está pasando y compromiso de mejorarlo.

PENSEMOS, y esto nos ayudará, que:

-Si decimos NO, no decimos no a la persona, sino a la situación.

-¿Cuántas renuncias he hecho en mi vida?

-Si pienso: “Yo viviré mi vida como yo quiera” quiere decir que siempre haré lo que quiera?    NO.    Pero seré consciente de ello y pacto conmigo mismo.



-Preguntarme: ¿Estoy traicionando MIS VALORES, o esto tienen una importancia relativa? (Poner los VALORES en escala de importancia si hay conflicto entre varios).

Revisar CREENCIAS que me pueden estar afectando:
Por ej: Puede que yo crea que valgo menos que la otra persona.

TENEMOS MIEDO a comunicar lo que sentimos y esperamos que el otro nos lo adivine.
-         “Lo que me estás pidiendo a mí no me interesa”.
-         Comunicar limitándome a decir: “Yo siento...”  en lugar de: “Tú me haces…”

He de saber que:
Interpreto mi vida en función de mis creencias. Si yo cambio mis creencias, mi vivencia cambiará.



LISTA DE CUALES SON MIS MIEDOS: Qué creo que puede pasar.

         CONSECUENCIAS:
Saber que: si se dice que no se ha de hacer asumiendo las consecuencias. Esto sin duda nos frenará en un primer momento, pero no debemos quedarnos ahí. (Hacer lista de consecuencias) 


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