jueves, 11 de octubre de 2012

BLAI POCURULL-EL MUNDO RURAL (2ª PARTE)


Sistemas de explotación agraria.
El otro sábado hablamos de cómo estaba distribuida la casa y los establos de una explotación agraria familiar en los años 50 del siglo pasado., y como está distribuida en la actualidad al convertirse en una explotación agraria industrial intensiva.
Hoy hablaremos de las formas de explotación en aquellos años y en los tiempos actuales.

En los años 50 se hablaba de una explotación familiar, creo que lo podemos coger casi literalmente, porque en aquel tipo de explotación trabajaban en mayor o menor medida y según sus capacidades todos los miembros de la familia.
Cuando digo todos, quiere decir todos, sin excepciones.
Pondré un ejemplo:
Soy de los privilegiados que pudo convivir con mi bisabuela, la recuerdo como una mujer pequeñita, siempre vestida de negro hasta los pies (mi bisabuelo murió de gangrena, de una herida que se hizo labrando), siempre invierno y verano con manga larga y con un pañuelo que tapaba toda la cabeza y los cabellos anudado bajo la barbilla(un chador, me parece que diríamos ahora), y con un delantal atado a la cintura, mol útil para llenarlo de cosas ( patatas, tomates, cebollas etc.) y transportarlas de un lugar otro.
Recuerdo que de pequeño, al salir de la escuela, y después de coger la rebanada de pan con aceite y azúcar o bien con vino y azúcar para merendar, salíamos todos los pequeños a pasear por las “carrerades” , y mientras lo hacíamos íbamos recogiendo puñados de caracolillos que estaban entre las hierbas y ella las iba guardando a su delantal, y a la vuelta, las llevábamos al gallinero y los ocas hacían fiesta grande mientras se las comían, también recogíamos puñados de una hierba que se llama “lletsó” ( no me hagáis que la identifique ahora, porque no podría), que se daban para comer a las conejas que habían parido y amamantaban su camada.
Era una forma de colaborar a la alimentación de las vestías mientras jugábamos.
Visto con ojos actuales, este tipo de trabajos se considerarían “explotación infantil”, pero en realidad era un reparto de tareas necesarias por el buen funcionamiento de la explotación.
Otra de las tareas “obligatorias”, era la recogida de los huevos del gallinero, aguantando, esto si los picotazos de las gallinas cabreadas.
A medida que ibas creciendo, los trabajos asignados, iban subiendo de categoría y de dificultad.
En líneas generales, mi abuela, era la que se encargaba del “hortet” y del jardín, de alimentar el a las aves y los conejos, y de cocinar.
Mis padres y mi abuelo, eran los que soportaban el trabajo mas pesado, como alimentar a los animales grandes, vacas cerdos y ovejas, además de ordeñar (de esta tarea hablaré más adelante).
También de cultivar y abonar con los estiércoles, la tierra y sembrar la alfalfa, el maíz, la avena, el trigo etc.
Recuerdo que de una manera automática, yo mismo me fui incorporando a estas tareas, de más responsabilidad, mientras que mi hermana más pequeña (nos llevamos casi dos años), y el tercero (cuatro años más pequeño), me sustituían en mis obligaciones anteriores.
Recuerdo la primera vez que me tocó quedar de guardia en la cuadra de las vacas, hasta las cuatro de la madrugada, vigilando a una vaca de parto, en espera de que el ternero empezase a sacar las patas para ir corriendo a avisar a mi padre y abuelo que dormían, para que hicieran su trabajo de comadrones veterinarios.
O las tardes/noches después de hacer los deberes de la escuela y antes de cenar, rompiendo nabos con una maza de madera, para que después se dieran de  comer a las vacas y a los terneros (por si no lo sabíais, los nabos les encantan a las vacas, a tal nivel que se los comen enteros, al ser animales rumiantes, no se exactamente porque les fermentan en uno de los dos  estómagos y hacen que las vacas se hinchen como un globo, y poder llegar a morir, por eso hace falta que estén rotos antes de que los coman)
También, había que ir a segar alfalfa verde para que comieran las ovejas y las vacas.
Los cerdos, se alimentaban con una pasta hecha de harina de cebada y de maíz mezclada con agua, que hacía falta amasar dentro de unos cubos ( recuerdo que amasar, viene de la palabra mano, es decir se hacía a mano).
Había que cosechar el maíz cuando estaba seco, las tardes de otoño, al salir de la escuela íbamos fila por fila quitando las pallofas de las mazorcas, hasta llenar el capazo y llevarlo al carro
En verano llegaba el tiempo de segar y batir.

Mi padre y mi abuelo hacían las gavillas y yo con mi madre las amontonábamos en grupos de 5 o 6 para que después se pasase con el carro a recogerlas y llevarlas  a la era.
Eran jornadas de muchas horas, porque había que tenerlo todo recogido, lo más pronto posible, puesto que si llegaba una tormenta de verano el trigo se podría malograr.
Se porque he visto, como se hacía el batir en la era con animales, pero yo ya no he vivido este tipo de trabajo, en mi época ya se alquilaban unas maquinas que separaban el grano de la paja de forma mecánica, pero había que llevar las gavillas a la era.
Lo mismo pasaba con alfalfa.
En el pueblo, había una especie de cooperativa agrícola que disponía de tractor (un lujo, en aquella época)
El tractor se podía alquilar por horas, para segar  la alfalfa, el tractor arrastraba una segadora que consistía en dos barras con dientes triangulares en forma de peine, uno fijo y el otro se movía por encima, empleando una rueda excéntrica, esto hacía que cortase la alfalfa que caía tumbado y se dejaba un par de días para que se secara antes de hacer las Gavillas.
El problema era que entre la alfalfa también crecían otras hierbas de tallo más leñosas y esto hacía que la segadora se atascara.
Ya tenéis a uno que yo me se, sentado detrás de la maquina con un hierro largo en forma de gancho para desatascar los peines, mientras mi padre conducía el tractor.

He dicho antes de que volvería a hablar del la tarea de ordeñar las vacas, bien, para ordeñar las 8 vacas hacían falta aproximadamente unas dos horas de trabajo de dos personas.
No se puede dejar de hacer ni un solo día, puesto que la ubre de la vaca se llena de leche y si no es extraída le causa un dolor insoportable.
También hace falta que se extraiga toda la leche, porque si no la producción de la misma irá menguando hasta  desaparecer, hasta el próximo parto.
La primera leche ( cuando la ubre esta llena a rebosar) es la más fácil de ordeñar, puesto que prácticamente sale sola, mientras que el trabajo de agotar totalmente la ubre, es la más difícil y hace falta fuerza y practica.
Dicho esto, ya podéis deducir quién era el que hacía la primera ordeñada, para después pasar el turno a los expertos en el tema.
Este trabajo, como el ir en bicicleta, nunca se olvida, y pasados algunos años, cuando ya estaba estudiando la carrera, tuve la ocasión de volver a ordeñar vacas.
Se quemó el transformador eléctrico del pueblo y la granja con las 80 vacas, no podía emplear la ordenadora eléctrica.
Los gritos de dolor de los pobres animales se oían desde el pueblo, pidieron voluntarios para ayudar a ordeñar a mano y recuerdo las miradas de agradecimiento de las vacas cuando les habías aliviado el dolor después de ordeñarlas
¿Podéis imaginar cuántas personas hacen falta para ordeñar a mano, 80 vacas?



Existen actividades mitificadas, como es la matanza del cerdo, todo el mundo se piensa que era una fiesta, y yo no digo que no lo fuera, pero también era un día de trabajo intenso que empezaba a las 5 de la madrugada y que en muchas ocasiones no acababa hasta bien entrada la noche.
Pensáis que había que hacer la elaboración de todo, por su conservación antes de que se echara a perder.
Os recuerdo que no había congeladores, ni tan solo había refrigeradores.
La fiesta que si recuerdo que esperaba con deleite, sobre todo en mi infancia, se la que se hacía desprendido de acabar el batir.
Una vez acabados los trabajos de la trilla, la paja resultante se colocaba formando un pajar. Las formas de los pajares son diversas según las comarcas, pero en el Pla d'Urgell, la costumbre era hacer una especie de casa con su tejado y todo.
El día de la fiesta, en la que participaban todos los que habían colaborado, incluso los jornaleros que se contrataban por la ocasión, se hacían unas grande balsas de barro líquido que se empleaba para cubrir el tejado del pajar formando una corteza que el sol secaba y formaba una capa aislante para impedir que el agua de la lluvia pudriera la paja
¿Podéis imaginar, lo que significa por una criatura el que te dejen meter dentro de un charco de barro y te pudieras revolcar y enfangar hasta los cabellos?
Me parece que hoy en día cobran una pasta gansa en unos lugares llamados “SPA”, por algo muy similar.

¿Cómo son en la actualidad estos trabajos?
La herramienta fundamental es el tractor con una serie de aparatos auxiliares.
La maquina que siega la alfalfa, esta compuesta ahora por un conjunto de 4 discos de acero que giran a una velocidad de 3000 rpm, esto permite segar a una velocidad aproximada de 50 Km. por hora, y si por casualidad en medio de la alfalfa hubiera un manzano de 20 cm de diámetro, también lo segaría.
El trigo y el maíz, se cosechan con unas maquinas especializadas que siegan, y separan el grano de la paja, en una sola operación.
La paja queda en tierra y después pasa una empacadora que la compacta en unas pacas atadas con alambre, de formas rectangulares algunas o en forma de enormes rollos, que después se trasladan con los tractores hasta la era, y se tapan con plásticos (se acabó la diversión del barro).
Mes recientemente, las cosechas de maíz y alfalfa, ya no sueño recogidas por el que cuida la tierra.
Unas grandes empresas de piensos hacen un contrato de compra previa de la cosecha, a un precio establecido, y el que cuida la tierra no hace falta que haga nada mes que regar cuando toca y el día que la compañía, tiene planificado envía una maquina que recoge la alfalfa (triturándola directamente) o el maíz, y lo lleva a la fabrica de pienso.
Evidentemente, se planta lo que a la fábrica le interesa más, que es lo que contrata.
Lo mismo pasa con las explotaciones extensivas de frutales (pera y manzana) en el caso de Lleida, que están ligados al las empresas que tienen las cámaras de conservación de la fruta.
Si pasas por la carretera por la zona de Lleida, en algunos pueblos se puede ver carteles de venta directa de fruta, pero son minoritarias.

Las explotaciones pecuarias (granjas de cerdos, vacas y minoritariamente de ovejas y cabras).
Ya he comentado la explotación de la granja de 80 vacas y el sistema de “extracción de leche por succión mecánica” (esto no se puede llamar ordeñar, según mi parecer).
Las vacas son alimentadas con pienso, y según su estado (si están preñadas o no), reciben suplementos alimentarios. (Me parece que se han quedado sin nabos, aplastados o no).



Por cierto, las vacas son preñadas por el veterinario......., con un guante de “Hilda”, una pipeta de laboratorio y esperma de toro congelado. ¡Cómo queréis que no tengan la cara triste lo pobres animales!
De granjas de cerdos, hay de dos tipos, las de cría y las de engorde.
Las de cría, están divididas en pocilgas individuales con un pequeño espacio entra cada dos comunicado con una trapa, que es, el lugar donde duermen los cerditos, separados de su madre, porque si durmieran con ella cabe la posibilidad que matara a alguno por aplastamiento cuando se tumba ella, pillándolos debajo.
También están alimentadas con pienso, que es llevado hasta los comederos por un sistema de transporte automatizado y que mide la cantidad que hay que dar a cada animal, según la base de datos del ordenador que lo controla, al mismo tiempo que también controla los ciclos de ovulación, para calcular cuando hace falta que sean inseminadas.
Las granjas de engorde suelen ser unas granjas de treinta a cincuenta animales (por aquella zona), todos en una o dos pocilgas.
También están alimentados con pienso y agua y potingues variados pora que se engorden lo más rápidamente posible.
Pero en este caso el control lo lleva el matadero más cercano.
Para garantizar un suministro constante de cerdos, hay que planificar al milímetro el engorde
¿Cómo funciona?
El labrador pone la granja y la instalación, además del trabajo de limpieza y cuidado de los animales.
El matadero industrial suministra en una fecha determinada los cerditos, (recogidos acabados de destetar de la granja de cría) y periódicamente el pienso que hace falta que coman (de la fabrica de piensos que recoge la alfalfa y el maíz) y los vendrá a recoger a una fecha también fijada por la planificación para llevárselos al matadero.
Este tipo de granjas suelen ser automatizadas en alto grado, como que están alejadas de los núcleos de población (por el mal olor), se alimentan con placas solares o grupos electrógenos, cuando hace falta.
Los purines se recogen en cubos de fermentación que producen metano, que es almacenado en tanques y empleado en invierno como calefacción.
El pienso se suministra periódicamente de forma automática, y el agua la toman (aunque parezca mentira) de unos grifos que tienen a la pared que se abren con el morro por el propio cerdo en el momento de ponerse a chupar
Tienen también unos sistema de alarma que dispara un SMS automático al móvil del cuidador, en caso de que algo del sistema falle, así, el que los cuidadores, puede estar uno o dos días sin que haga falta que vaya a la granja, si no han alarmas.
No hablaré ni de las granjas de conejos, ni de las de gallinas, porque no he visto ninguna en directo de las actuales, pero estoy seguro que casi todos habéis visto reportajes de las gallinas sobrehormonadas y con la luz siempre abierta para que solo coman y pongan huevos, y encima ni siquiera tienen la posibilidad de pegar un picotazo a los que recogen los huevos puesto que se hace de manera automática, también
De hecho, el resumen en general sería que la producción agrícola esta controlada por unas grandes compañías que la planifican según sus intereses y necesidades.
Esto no quiere decir que no sea mes rentable que antes y que la producción sea mes grande con este sistema.
No se si se podrían alimentar tantas personas y a precios accesibles, si no fuera por este sistema.
Comentábamos que en la época de  nuestra guerra “incivil”, la gente que vivía en el campo, no pasó tanta hambre, como los que vivían en una ciudad.
Esto es cierto y evidente, el hecho de la diversificación de la producción permitía una supervivencia mucho más cómoda.
¿En caso de la crisis actual, pasaría el mismo?
¿La gente que vive en el campo, tendría más posibilidades, que los que vivimos en  la ciudad?
Esta es una pregunta que dejo para responder en la próxima y ultima ponencia sobre este tema, en la que hablaremos, además, de los Movimientos Neorrurales y de las explotaciones Ecológicas

No hay comentarios:

Publicar un comentario