Ponencia presentada por:
Teresa Campos el Sábado 14-Mayo-2016
“Superstición” proviene del latín “super”
(sobre) y “statuens” (establecer), locución que remite a lo sobreentendido, lo
que todo el mundo sabe que es así, sin necesidad de buscarle una explicación
lógica. Etimológicamente, podríamos referirnos además a la palabra
“superstitio”, también de origen latino, que figura en el diccionario como una
creencia “extraña a la fe religiosa y contraria a la razón”. Según el doctor en
medicina y escritor Charles Panati, las primeras supersticiones datan de, al
menos, 50 mil años, cuando la vida del hombre estaba tan llena de peligros y
penalidades que acabó desarrollando creencias y costumbres supersticiosas de
todo tipo para tranquilizar su ánimo.
Esta es una de las razones por las que entre todas
las creencias supersticiosas que hemos heredado tienen preponderancia los
medios destinados a protegernos contra el mal, tales como amuletos, talismanes
y acciones predeterminadas. De la misma manera, asignó a determinados eventos y
objetos la propiedad de influir positiva o negativamente en su vida diaria y
futura. Precisamente, la manifestación supersticiosa más común es su aplicación
en forma de “buena” o “mala” suerte según los acontecimientos diarios.
Un gato negro que camina hacia ti o
que se cruza en tu camino
Aunque en Egipto se creía que el gato era la reencarnación de
los dioses, siglos después, la Iglesia Católica lo consideró como la
reencarnación del diablo, por lo que eran quemados. El negro se identificaba
con el diablo por ser el color de la noche. En casi toda Europa y en Norteamérica se
cree que un gato negro trae mala suerte si se aleja de ti, pero buena suerte si
camina hacia ti.
Colgar una herradura detrás de la
puerta
Según los griegos, el hierro -en forma de media luna-
protegía de los hechizos, así que la herradura colocada en la puerta impedía la
entrada de las brujas y del mal. Tradicionalmente se creía que las herraduras
otorgaban más suerte eran las de los borricos, porque tienen siete agujeros, un
número mágico por excelencia.
Un cuadro torcido o que cae de la
pared donde está colgado
Esta idea tiene su origen en la Grecia clásica, donde se
creía que si el retrato de un monarca o una celebridad caía al suelo sufriendo
serios daños significaba que iba a morir en poco tiempo.
Escupir
Se cree que escupir evita males. Plinio dejó escrito en su
historia natural: "es sorprendente, aunque fácilmente comprobable, que si
alguien ha sido golpeado y se escupe enseguida en la palma de la mano del
agresor, el dolor de la víctima se alivia al momento. Algunos incrementan la
fuerza de sus golpes escupiendo en sus manos antes de realizar cualquier
esfuerzo". Se dice también que con esa fuerza se podía golpear mejor al
Diablo.
Encender tres cigarrillos con la
misma cerilla
Se cree que en una guerra -no se sabe con precisión cual, y
en ocasiones se habla de la Primera Guerra Mundial , en otras de la Guerra Civil Española.. .-
tres soldados encendieron sus cigarrillos con la misma cerilla y el enemigo vio
la llama del primero, apuntó en la del segundo y disparó sobre el tercero.
Poner un sombrero sobre la cama
Poner un sombrero encima de la cama es presagio, en España e
Italia, de que algo malo va a ocurrir. Esta superstición tiene otro significado:
que se te quedará la mente en blanco. Esta creencia viene probablemente del
simbolismo del sombrero, que representa la cabeza y los pensamientos y es
símbolo de identificación personal.
Derramar la sal
Su origen data del año 3.500 a .C. Ya entonces se
creía que la sal era incorruptible, razón por la cual se convirtió en símbolo
de amistad. De ahí la creencia de que si se tira, la amistad se romperá. Para
contrarrestar ese supuesto efecto maldito, se debe echar una pizca de la sal
derramada sobre el hombro izquierdo.
Romper un espejo
Se dice que ocasiona siete años de maldición. El espejo era
un elemento mágico de adivinación, por lo que si se rompía, era para no mostrar
una imagen aterradora del futuro. Siete años es el tiempo que, supuestamente,
tardaba en renovarse un cuerpo.
Apagar las velas de un soplido
Fue en la
Baja Edad Media alemana donde surgió la idea de colocar en
las tartas de cumpleaños tantas velas como años cumplían los niños más una.
Para dejar atrás los años cumplidos y pasar a los siguientes, se debían apagar
todas las velas de un solo soplido.
Decir "Jesús" o
"Salud" cuando alguien estornuda
Se debe a que el estornudo era el principio de muy diversas
enfermedades y por eso se pedía a Dios que apartase el peligro de cualquier
infección.
También se dice que era para evitar que entrara el demonio a
través de la boca.
Encontrar
un trébol de cuatro hojas
Es un símbolo sagrado para los druidas de las Islas
Británicas, que ya en el año 200
a .C. pensaban que con él se podía ver a los demonios.
Según la leyenda, cuando Eva fue expulsada del Paraíso se
llevo un trébol de cuatro hojas; por eso, desde entonces, se cree que da
suerte.
Llevar una pata de conejo
Su origen está en la antigua creencia de que cada pueblo
descendía de un animal, que no podía ser cazado ni comido. Seguramente, los
celtas nos trajeron la creencia de que el nuestro era el conejo. Seis siglos
antes de Cristo ya era utilizada como amuleto para alejar el mal. Además, la
pata de conejo era también un símbolo fálico capaz de hacer fértiles a las
mujeres.
Pasar
debajo de una escalera
Es por el triángulo que forma ésta con la pared. Antiguamente
se pensaba que todos los triángulos eran un símbolo sagrado, tanto las
pirámides como la trilogía de la Santísima Trinidad y, por lo tanto, era un
sacrilegio pasar bajo ese arco.
Se cree que, una vez que se había pasado, el mal se conjuraba
cruzando los dedos, escupiendo una vez bajo la escalera o tres veces después de
cruzarla. También se relaciona esta superstición con el patíbulo: siempre había
que usar una escalera de mano para colocar la soga y también para retirar el
cadáver: la muerte y la escalera iban siempre muy unidas. Otra creencia
proviene de los cuadros de la crucifixión, en los cuales figuraba una escalera
bajo la cual Lucifer
veía con furia cómo Jesús moría para salvar a la humanidad. De ahí la
costumbre de santiguarse para preservarse de las furias del Diablo o ahuyentar
el peligro.
Colocar el pan boca abajo en la
mesa o dejarlo caer al suelo
El pan es un alimento básico. Por ello han sido varias las
supersticiones que ha generado en su forma de hacerlo, cortarlo, comerlo y
ofrecérselo a los demás. Ponerlo boca abajo se supone que traerá mala suerte
por tratarse en realidad de una ofensa al cuerpo de Cristo; asimismo, cuando se
caiga al suelo es costumbre besarlo y hacer tres cruces para alejar las
desgracias.
Derramar el vino
Cuando viertes el vino en la mesa debes aplicarte en seguida
un poco del mismo sobre la frente para atraer la buena suerte; si se trata de
champán tienes que tocarlo entonces con la punta de los dedos y dártelo sobre
el lóbulo de la oreja para conseguir una felicidad eterna. La causa de esta
creencia puede ser que el inicio del feto es el lóbulo de la oreja. Por ese motivo,
al empaparlo en champán estás deseando que tu vida se vea rodeada de toda clase
de felicidad y dicha. Esta bebida espumosa también se suele romper contra los
barcos en su botadura para desearles con este gesto buena suerte en su
travesía.
Dejar las tijeras abiertas
Este instrumento debe permanecer cerrado mientras no se usa
porque atrae la mala suerte. Si se cae al suelo y queda con las puntas abiertas
apuntando hacia ti, recógelo y echa sal por encima del hombro izquierdo para
ahuyentar los malos espíritus. En Grecia se creía que la moira (porcion de
existencia o destino de cada uno) Atropos cortaba con las tijeras el hilo de la
vida, así que de alguna forma los objetos cortantes dirigen el destino y son
símbolo de muerte repentina.
Tocar madera
Un posible origen tiene que ver con los trozos que se
conservaron de la
Santa Cruz. Otro , proviene de Estados Unidos, donde hace
4.000 años los indios veneraban al roble como la morada de los dioses. Este
material simboliza también la protección maternal y aleja el peligro.
Poner la cama con los pies hacia la
puerta
Viene del dicho popular: "los muertos salen siempre de
la casa con los pies por delante".
Empezar el día con el pie izquierdo
Ya Petronio aludía en el "Satiricón" a la mala
suerte de entrar en un lugar con el pie izquierdo. En España puede tener su
origen en la tradición celta y en el movimiento solar, siempre hacia la derecha. El efecto
negativo se elimina al santiguarse tres veces.
Martes y 13
La maldición del número trece tiene su origen en la última
cena de Jesucristo con los doce apóstoles, en la que fue delatado.
Se cree que si se sientan a comer trece personas en una misma
mesa, una de ellas morirá antes de un año.
El día de la semana varia: en España, México y Grecia se teme
al martes y trece; y en los países anglosajones al viernes y trece, porque en
viernes fue crucificado Jesús.
El día de la boda, llevar algo
prestado, algo nuevo, algo azul y algo viejo
No se sabe cuándo comenzó la costumbre de que la novia, el
día de su boda, llevara "algo viejo, algo nuevo, algo prestado y algo
azul". Algo prestado representa el presente, algo viejo el pasado, algo
nuevo el futuro y algo azul simboliza la pureza.
Que el novio vea a la novia antes
de la ceremonia o que esta se mire al espejo
Antiguamente se consideraba que hacer cualquiera de estas dos
cosas era sinónimo de adelantar acontecimientos positivos que quedarían así
"gafados". Otra explicación es que la novia no podía mirarse en el
espejo antes de celebrarse el matrimonio si estaba completamente ataviada,
porque se proyecta su imagen de ésta antes de estar casada y esto podía hacer
que los dioses pusieran en duda su derecho a contraer matrimonio. Si desea ver
su aspecto, deberá dejar sin ponerse los guantes o alguna otra prenda.
Besarse los novios al final de la
ceremonia
El beso era el símbolo de la consumación del matrimonio. En
la Antigüedad, los contrayentes hacían el amor públicamente para consumarlo.
Arrojar arroz en un a boda
Antiguamente se tiraban trocitos de dulce a la novia, como
símbolo de felicidad y de fertilidad. Pero en la época de vacas flacas se les
tiraba trigo o arroz, ya que era bastante más barato.
Entrar en el nuevo hogar alzando a
la novia
Se cree que con este gesto se protegía a la novia de los
hechizos, además de evitarle que fortuitamente tropezara al pasar la barrera
del mundo exterior al interior e íntimo del hogar, símbolo de mal agüero; y por
otro, para que no perdiese la virginidad por obra de la tierra en vez de por su
marido.
Ir de luna de miel
El viaje postnupcial proviene de la huida que en tiempos de
Atila, rey de los hunos, seguía al rapto y matrimonio de la hija, y se llama
así por la costumbre de que los novios bebieran un brebaje durante el viaje que
contenía vino y miel.
Abrir el paraguas bajo techo
La primera noticia que se tiene de esta creencia data del
siglo XVIII en Inglaterra, donde creían que daba mala suerte por la negatividad
que existía entre el paraguas y la casa, ya que ésta protege a sus habitantes y
no tolera ninguna protección adicional. Si alguien lo abría sobre su cabeza,
supuestamente esa persona moría antes de que acabase el año.
El perejil
En la
Antigua Grecia el perejil estaba considerado como una planta
sagrada que simbolizaba el triunfo y la resurrección. Llevados
por esta creencia, los griegos adornaban las tumbas con coronas de perejil.
Taparse la boca al bostezar
Proviene de la costumbre de hacer la señal de la cruz sobre
la boca abierta, para evitar que se metiera el demonio, debido al dicho
popular: "por puerta abierta, el Diablo se cuela". También se pensaba
que en una de esas exhalaciones se podía escapar el alma."
Cruzar los dedos
Antes de la era cristiana, existía la costumbre que dos
personas enlazaran sus dedos índices formando una cruz para expresar un deseo;
una apoyaba a la otra mentalmente para que éste se cumpliera. La cruz, en la
era precristiana, siempre ha sido el símbolo de la perfección y en su unión
residían los espíritus benéficos. La costumbre se ha ido simplificando hasta
nuestros días, donde se da por valido con cruzar dos dedos de una mano.
Poner la escoba al revés detrás de
la puerta
En realidad, en relación a esta superstición, no podemos
hablar realmente de buena o mala suerte. A las brujas siempre se las ha
descrito subidas en una escoba para acudir a los aquelarres; de ahí que
antiguamente se creyera que colocando una escoba a las puertas de una casa
donde se sospechaba que había entrado una, ésta no resistiría la tentación de
cogerla y salir volando. Así, si llega una visita molesta, hay que colocar una
escoba invertida detrás de una puerta y el inoportuno abandonará tu casa.
Llevar una escoba usada al
cambiarse de casa
No se deberá llevar una escoba usada al cambiarse de casa, ya
que el hacerlo atraerá la mala suerte y traerás con ella las desgracias del
hogar anterior.
Barrer los pies de una soltera o
una viuda
Esto quería decir que no se casarían. Tiene también que ver
con las brujas y sus vehículos preferidos para asistir a los aquerrales: las
escobas.
Poner cactus en las ventanas
Una creencia popular afirma que esta planta aleja el mal de la casa. Su gran capacidad
para absorber la humedad del ambiente lo convierte en un poderoso protector
contra los espíritus malignos, que necesitan la humedad para desarrollarse. La
costumbre de colocar cactus en las puertas y ventanas, observada en toda la
cuenca mediterránea europea y asiática, proviene de la creencia que si
los espíritus encuentran agua a su paso, pueden ahogarse al cruzarla y quedar
así retenidos en ese sitio.
Tocar la joroba de un jorobado
Asegura un éxito en breve plazo.
Ver una rata
A este animal siempre se le han atribuido malos augurios. Sin
embargo, esta idea sólo tiene que ver con la coincidencia de la aparición de
plagas de estos roedores con desastres históricos como la peste bubónica.
Una pestaña caída
El Diablo colecciona pestañas y, según la tradición, perder
una significa correr toda clase de peligros. Así que si se te cae, colócala en
el dorso de la mano y lánzala por encima del hombro o sitúala en la punta de la
nariz, sopla para que salte y pide un deseo.
Sentir un zumbido de oídos
Cuando te silban los oídos pide a alguien que te diga un
número. La letra del alfabeto correspondiente a dicho número será la primera
del nombre de la persona con la que esperas casarte. "El izquierdo para el
amor y el derecho para el rencor". Si te pellizcas inmediatamente el oído
derecho cuando éste te silba, la persona que te está criticando se morderá la
lengua.
Tirar monedas a un pozo o una
fuente
Viene del antiguo rito adivinatorio de arrojar alfileres o
piedras a un pozo, con el fin de saber si un hecho se iba a cumplir o no. Si al
caer salían burbujas, significaba que lo que se había solicitado se llegaría a
cumplir.
Que alguien te eche el mal de ojo
Tradicionalmente se ha creído que al reflejarse en la pupila
de un ojo, podíamos quedar atrapados por ella. Por esto, desde la antigua roma
hasta la edad media, aquellas personas que tenían cataratas u otro defecto
visual, a menudo eran sacrificadas en la hoguera. Grecia ,
Turquía y Egipto tiene muy extendida la creencia de que existen personas con
poderes maléficos en la mirada; incluso, aunque sea de forma inconsciente
pueden hacer daño si clavan sus ojos en algo. Antiguamente se atribuía al mal
de ojo enfermedades de origen desconocido. Lo echaban las brujas, los gitanos,
los gafes y los bizcos y afectaba a los niños. Para protegerse hay que llevar
ajos, oro y plata, ojos de cristal azul y herraduras.
Las supersticiones es un tema interesante puesto que son muchas personas que caen en cualquier tipo de supersticiones sin saber su porque ni su origen.
Napoleón temía los gatos negros y Sócrates el mal de ojo. A Julio César le aterrorizaban los sueños. Enrique VIII aseguraba que la brujería le había inducido a casarse con Ana Bolena. Pedro el Grande experimentaba un terror patológico cuando tenía que cruzar puentes. Samuel Johnson siempre iniciaba la entrada o la salida de un edificio con el pie derecho.
Todavía hoy, las
supersticiones referentes a la mala suerte impiden a muchas personas pasar por
debajo de una escalera o embarcarse un martes día trece. Por otra parte, estas
mismas personas, en pos de la buena suerte, suelen tocar madera. ¿Vosotros o
vosotras tenéis algunas superticiones que evitáis si son de mala suerte o
influís si son de buena suerte?
Podéis dejar los comentarios, opiniones y experiencias personales que hayáis tenido con las supersticiones en el recuadro de aquí abajo...