viernes, 20 de septiembre de 2013

El 11 DE SETIEMBRE


Ponència presentada por Patricia el pasado sábado día 14 de Setiembre




En el 2002 saltaba la noticia: en las obras para la creación de la Biblioteca Provincial en el antiguo mercado del Born se descubre un importante yacimiento arqueológico que relacionan con el sitio de Barcelona en 1714. Se inicia el proceso de excavación y recuperación, con un presupuesto de 34,9 millones de euros (casi 6000 millones de pesetas). Ese proyecto siguió adelante, calculando 8000 m2 . Tras una década, la situación actual se puede resumir en la noticia publicada ayer por La Vanguardia. La corriente independentista, que se ha fortalecido en los últimos años, ve en la celebración del tricentenario un proceso que puede culminar con un referéndum sobre soberanía.



Restes del Born

La noticia, que trata de los actos dedicados al 1714, está ilustrada con una fotografía. Al pie dice: el comisario de la conmemoración del tricentenario organizada por el Ayuntamiento de Barcelona, Toni Soler, el alcalde de esta ciudad, Xavier Trias, el teniente alcalde de Cultura, Jaume Ciurana, y el comisario de la celebración organizada por la Generalitat, Miquel Calçada.

Se conmemora o se celebra? O las dos cosas? Hay quien critica a los catalanes por celebrar una derrota. Éstos encuentran la respuesta de “No se celebra, ni que fuésemos masocas. Se conmemora.” También hallan otra más elaborada: “Hay que recordar que Cataluña fue una nación soberana, con lengua, leyes, medidas, gobierno propios...”

Por qué el Ayuntamiento tiene un comisario y la Generalitat otro, además de intervenir el Teniente Alcalde de cultura? La noticia nos habla de que se conmemora el asedio a Barcelona el 1714 con 80 actividades.

El 2014 puede tener otras conmemoraciones de hechos destacados de nuestra historia? Por ejemplo, el cuarto centenario de la expulsión de los moriscos, que arruinó el levante, entre otras nefastas consecuencias. El segundo centenario de la Guerra de la Independencia contra el Imperio Napoleónico.

El sitio de Barcelona que se vincula al 11 de septiembre de 1714 formaba parte de una guerra mundial, pero pasó a los libros con el nombre de Guerra de Sucesión. Realmente sólo por el hecho de la sucesión no se habría formado aquel entresijo de alianzas y traiciones, aquellas batallas multitudinarias que arrojaban miles de muertos y tullidos, violaciones y expolios, pérdidas de fueros y libertades.


Mapa de potencias europeas y alianzas en este conflicto.

Era quizás por lo que la sucesión llevaba consigo? El Imperio Germánico, Gran Bretaña, Francia... ansiaban las propiedades de la corona española y sus monopolios mercantiles. Viendo que Carlos II, el último de los Austrias, no llegaría a tener descendencia, ya antes de 1700 inician los primeros movimientos. Los reinos más importantes en la península eran Castilla y Aragón. El litigio principal se centró entre el emperador Leopoldo I del Sacro Imperio Romano Germánico de la Casa de Habsburgo y el rey Luis XIV de Francia, de la Casa de Borbón, porque ambos estaban casados con hijas de Felipe IV y ellos mismos eran nietos de Felipe III.



Final. Entrada de las tropas borbónicas por el baluarte de Santa Clara. H. Rigaud

Castilla tendrá más partidarios del Borbón y Cataluña espera al Habsburgo. Gran Bretaña y los Países Bajos se oponían a la unión de Francia y España. También a la unión del Imperio Español con el Germánico. Proponen al Elector de Baviera. Luis XIV, está dispuesto a aceptar la corona en su nieto Felipe de Anjou y Leopoldo por su parte, aceptaría la sucesión por parte del Archiduque Carlos. Curiosamente, dicen que Carlos II había pensado en el candidato bávaro.


Ilustración del libro 1714

Las distintas potencias europeas, a espaldas de la corona española firman diversos tratados de partición, con la finalidad de limitar el poder desmesurado de cualquiera de las fusiones posibles. Entre 1700 y 1714 se desarrollan diferentes hechos notables: el archiduque Carlos reside en Barcelona como rey y luego su esposa Cristina como regente (confirmación del matrimonio en Santa María del Mar, puente del palacio hasta Santa María, primera ópera en la Lonja). Una parte de Cataluña apoyaba al archiduque, el litoral y las clases burguesas.        



Mapa del conflicto en la península.

Cuando Carlos es coronado emperador, los exiliados de la guerra serán recibidos en Viena y compensados con una pensión. A la muerte del emperador, la emperatriz gestiona la cesión de tierras en Zrenjanin en la Voivodina Servia entre 1735 i 1738, donde se fundará la Nueva Barcelona. En Viena, la colonia de exiliados contaba con el hospital de los catalanes y la iglesia de la Mercè. El caso de Cataluña, por la duración y crudeza de la lucha armada contra la población civil y la fortaleza de la gente de Barcelona especialmente, fue muy conocido. Los ingleses editaron un libro con las cartas que en 1714 los soldados ingleses destinados en Barcelona enviaron a la Reina de Inglaterra: “La deplorable historia de los catalanes”.

Al final, es nombrado sucesor Felipe de Anjou, que tras la Guerra de Sucesión inicia la dinastía borbónica con el nombre de Felipe V. La represión en Barcelona será notable, se derriba la quinta parte de la ciudad en el barrio de la Ribera, se edifican el fuerte de la Ciutadella y el castillo de Montjuic.

Al acabar la contienda, Gran Bretaña consiguió el dominio del Atlántico, Gibraltar y Menorca, sentando las bases del imperio británico con los territorios y monopolios que consiguió en América. El Imperio Germánico consiguió propiedades españolas en Italia y los Países Bajos.

La política austracista mantenía la política federal, no así la borbónica, que propugnaba el centralismo y la uniformidad. En 1716 por el Decreto de Nueva Planta quedan abolidos los fueros de los territorios de la Corona de Aragón. Barcelona perderá la universidad, que se traslada a Cervera.
 

Volviendo a la noticia, el Ayuntamiento aporta 2,5 millones de euros (415.965.000 pesetas). Los actos comenzaron el pasado día 9, con la apertura de los restos del Born. En la fiesta de la Mercè, Viena está representada en la recreación que se hace sobre el sitio. Espectáculos de cocina con Ferran Adrià y fastos con la Fura dels Baus, del Castillo de Montjuic a la Ciutadella. Se celebrará un congreso sobre el Tratado de Utrech, conjunto de acuerdos multilaterales que abocan en el equilibrio de fuerzas, el nacimiento de la hegemonía británica, el fin de la hegemonía española, la pérdida de libertades de los territorios que integraban la Corona de Aragón... van de 1710 a 1715, pero realmente se hará efectivo con el Decreto de Nueva Planta en 1716.

En los programas de estudios, estos hechos no tenían suficiente relevancia, aún después de 1983, se mencionaban escuetamente. En los noventa se trataban brevemente como un episodio de historia local, no en el contexto internacional o español. Sí que hacía referencia a la batalla de Almansa y al Tratado de Utrech. A partir del 2000 tanto en Primaria como en Secundaria se dan detalles y se reproducen algunos grabados de Rigaud.

Se han ido constituyendo asociaciones culturales que representan momentos de la lucha dels Miquelets. Se ha difundido la composición de las defensas civiles, con las cofradías de los gremios, la Coronela...a través de webs...
 

Hombre de la Coronela.

En los últimos años se está difundiendo por la literatura la visión de la población sitiada. Hay obras que han tenido buena aceptación por su calidad literaria y por la base documental, tanto de actas y tratados como de grabados y cuadros de la época. El 2012, se publicaba la novela Victus, de Albert Sánchez Piñol y 1714, el setge de Barcelona, profusamente ilustrados. El 2013 aparecía Lliures o morts, el lema de Cardona, último punto de resistencia, de Jaume Clotet y David de Montserrat, también con ilustraciones interesantes.


En otro orden de cosas, Albert García Espuche, ganó en 2010 el primer Premio Nacional de Cultura, sección Patrimonio, concedido por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes por su trabajo La ciutat del Born. Economia i vida quotidiana a Barcelona (segles XIV a XVIII) i el 2011, recibió el premio Octavi Pellisa por el proyecto Setge, societat, persones, que reconstruye con documentos los hechos del asedio.  Sus obras nos brindan una información detallada y documentada de los hechos, desde la arquitectura y la arqueología.

 


El logotipo será  inspirado en el pendón de Santa Eulalia, bandera destacada de la resistencia de Barcelona.

En respuesta al interés que ha despertado esta conmemoración se han creado diversas rutas turísticas sobre los escenarios de la guerra y el contexto histórico. Unas tienen más carácter institucional y otras proceden de iniciativas privadas. TV3 tiene unos vídeos que os pueden interesar.

Barcelona cambiará el monumento a Moragues, para darle más relevancia. Realizará mejoras urbanísticas en relación a los actos de 1714. (enlace) Se ha iniciado un año de celebraciones y conmemoraciones, recordando el año en que hombres y mujeres como nosotros construían barricadas con los restos de sus casas destrozadas por las bombas, calculan más de 30.000. Antiguos vecinos que, tras ser derrotados, fueron obligados a desmontar piedra a piedra su barrio, para facilitar el control desde la Ciutadella y Montjuic. 

Historia, lo que se dice.

 
                       

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lunes, 9 de septiembre de 2013

"EL GASTÓMETRO" ( SOBRE UN ARTICULO DE ACTUALIDAD )

Ponencia presentada el pasado sábado día 7 de septiembre, sobre un tema libre de las noticias de actualidad.

Despues de la votación, se eligió el tema:



Italia estrena una criba informática a gran escala contra el fraude fiscal


El ‘gastómetro’ cruza datos para fichar a quien consuma por encima de sus ingresos.

El Gobierno del primer ministro Enrico Letta tiene desde este martes una nueva arma contra el fraude fiscal en Italia: el rentómetro o gastómetro. Un sistema informático que cruza datos de los gastos que un contribuyente hace cada año, deduce cuál debería ser su renta y la compara con su renta declarada al fisco.
El pequeño empresario del productivo nordeste que olvida declarar parte de su facturación; el matrimonio que regenta una casa rural en Sicilia y cobra en negro a los turistas o quien oculta sus ahorros al otro lado de la frontera. Son los protagonistas de la economía sumergida en Italia. Cada año, según el Instituto Nacional de Estadística (Istat), los italianos se guardan en el bolsillo 120.000 millones en impuestos no pagados, casi el 18% del PIB. En 2012, Hacienda pudo recuperar solo 12.000 millones en la lucha contra el fraude.


Los Gobiernos han cambiado de color y de programa, pero se han mantenido firmes en la elaboración del gastómetro. Tras tres años de polémicas y pruebas, el software fiscal ya ha empezado a trabajar para buscar a “los evasores más descarados”, como los define Sergio Mazzei, portavoz de la agencia tributaria italiana.
“Si hay una diferencia inferior al 20% entre gastos e ingresos declarados no hay ningún problema. Si resulta ser superior, significa que estamos ante un posible defraudador”, dice Mazzei. “El contribuyente es citado y puede justificar la diferencia si puede demostrar que se compró un yate porque ganó a la lotería o porque su abuela le prestó dinero. Pero si no puede, se le aplicarán nuevos controles”.
El procedimiento se basa en un principio de una lógica irreprensible. “Si gasto 100 no puedo ganar menos de 80”, sintetiza Gianluca Campana, coronel de la Guardia de Finanzas, una especie de policía fiscal en Italia. “El gastómetro controla el tren de vida que lleva cada persona y averigua si coincide con lo que dice ingresar o poseer”, ironiza.


Antes de finales de año los ordenadores de Hacienda cribarán las declaraciones de unas 35.000 personas, controlando sus gastos a partir del ejercicio fiscal 2009. No son muchas, considerado que en Italia viven más de 60 millones de personas. “Cruzamos más de cien elementos para trazar una suma lo más detallada posible de compras y gastos. No miramos solo los consumos de lujo, sino también los cotidianos”, explica un portavoz de Hacienda. Consultando los registros tributarios es posible saber cuánto paga un contribuyente por el seguro de su coche, por las facturas de luz de su hogar, si ha ingresado dinero en el extranjero o si lo ha recibido, si ha comprado o vendido una moto, un barco u otros vehículos. Hay más datos. “Controlamos los hobbies, los gastos para el gimnasio, los viajes o si se paga una hipoteca. Verificamos todas las compras por encima de los 3.600 euros, pero las más bajas también dejan rastro, ya que en Italia no se puede pagar más de 1.000 euros en efectivo”, puntualizan en la agencia tributaria. Al dinero efectivamente gastado, se le añade una suma en función de los gastos de la vida cotidiana, desde la comida a la gasolina. Estos valores que se calculan según la edad, el tipo de empleo y la composición de la familia.





El rentómetro o gastómetro es como un Gran Hermano que escudriña el bolsillo de los italianos. Por eso ha suscitado muchas polémicas al ser considerado un método invasivo porque no respeta la privacidad de los ciudadanos y establece la presunción de culpabilidad frente a Hacienda.
Por otro lado, algunos comerciantes, sobre todo los que venden bienes de lujo como arte o joyas, han expresado su temor a que estos controles acaben por desmotivar a los posibles compradores. “Si todo está en regla y es legal, no hay nada de qué preocuparse. Solo controlamos las discrepancias garrafales entre el nivel de compras y las declaraciones de ingresos. Los pequeños ahorradores no tienen nada que temer”, tranquiliza Mazzei.


El economista Francesco Daveri, catedrático en la Universidad de Parma, coincide con el diagnóstico: “Es injustificado el clima de terror que se quiere sembrar en las relaciones entre el italiano que cumple con su deber y el Estado. Los que serán controlados serán los casos de evidente diferencia entre ingresos y gastos. Este proyecto lo comparto y me parece útil”, declaró a la cadena de noticias SkyTg24.


El gastómetro, sin embargo, nada puede contra los evasores más difíciles de cazar, los que nunca en su vida presentaron una declaración fiscal. Son verdaderos fantasmas para Hacienda, que sin embargo “disfrutan de los servicios públicos que no contribuyeron a pagar”, advierte el coronel Campana. “El año pasado detectamos a 8.617 grandes evasores que disponían de un patrimonio total de 34.000 millones de euros que estaba escondido por completo”, concluye el oficial de la Guardia de Finanzas.
 

 

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