Ponencia presentada por Mª Rosa el sábado día 4 de noviembre
Desde hace un par de siglos los
humanos hemos empezado a cuestiónanos porqué las sociedades diferenciaban de
tal modo a hombres y mujeres en cuanto a jerarquías y funciones.
Algunas mujeres ya se habían
planteado esas preguntas antes, como por ejemplo , la francesa Cristhine de
Pizan que escribió en 1405 La Cité de les Dames ;pero tuvieron que llegar al
positivismo y la muerte definitiva de los dioses para que los habitantes del
mundo occidental desdeñaran la inmutabilidad del orden natural
y comenzaran a preguntarse masivamente el porqué de las cosas , curiosidad
intelectual que por fuerza tuvo que incluir , pese a la existencia presentada
por muchos y muchas , los numerosos porqués relativos a la condición de la
mujer : distinta , distante , subyugada.
Y en realidad no hay respuesta
clara a esas preguntas: ¿como se establecieron las jerarquías? , cuando sucedió,
si siempre fue así.
Se han acuñado teorías, ninguna de
ellas suficientemente demostrada, que hablan de una primera etapa de
matriarcado en la humanidad.
Engels sostenía que la
supeditación de la mujer se originó al mismo tiempo que la propiedad privada y
la familia, cuando los humanos dejaron de ser nómadas y se asentaron en
poblados de agricultores ;el hombre , dice Engels , necesitaba asegurarse unos
hijos propios a los que pasar sus posesiones , y de ahí que controlara a la
mujer .
A mí se me ocurre que tal vez el
don procreador de la hembra asustara demasiado a los varones, sobre todo cuando
se convirtieron en campesinos.
Antes, en la vida errante y cazadora,
el valor de ambos sexos estaba claramente establecido; ellas parían,
amamantaban, criaban, ellos, cazaban, defendían. Funciones intercambiables en
su valor, fundamental.
Pero, después, en la vida
agrícola, ¿que hacían los hombres de especifico? Las mujeres podían cuidar la
tierra igual que ellos, o, quizá, desde un punto de vista mágico, aún mejor,
porqué la fertilidad humana de la mujer, era su reino, su dominio. Si, resulta
razonable pensar que debían verlas demasiado poderosas.
Ejemplo: Eva se pierde y a toda la
humanidad por dejarse tentar por la serpiente, y lo mismo hace Pandora, la
primera mujer, según la mitología griega, creada por Zeus para castigar a los
hombres.
El dios da a Pandora un ánfora
llena de desgracias, jarra que la mujer destapó movida por su curiosidad femenina, liberando
desgracias.
En el caso de la mujer solemos
pensar que se ha ido poco a poco conquistando la igualdad hasta llegar al
máximo de hoy,
Estos dos cuentos primordiales
presentar a la hembra como un ser débil atolondrado y carente de juicio. Pero
por otro lado la curiosidad no controlada es un ingrediente básico de la
inteligencia, y es la mujer quien posee en estos mitos el atrevimiento de
preguntarse qué hay más allá, del afán de descubrir lo que esta oculto.
Hijos somos de las ideas de
progreso de los siglos XVIII y IXX tendemos a creer que la sociedad que hoy
vivimos es la mejor de todos los tiempos como si las cosas se arreglarán inexorablemente
con el tiempo.
Y así en el caso de la mujer, solemos pensar que se ha ido poco a poco,
gestando la igualdad hasta llegar al máximo de hoy, lo cual no es del todo
cierto.
Porque la situación de la mujer
occidental parece ser hoy mejor que nunca pero el trayecto no ha sido lineal;
ha habido momentos de mayor libertad y épocas de reacción.
En ocasiones el nivel de represión
ha alcanzado cotas aterradoras como la caza de brujas de los siglos XV y principios del XVI
que tal vez fuera una respuesta a la efervescencia humanista y liberal del
renacimiento nuevo, miles de ejecuciones en Alemania, en Italia, en Inglaterra
y Francia, el 85% de los reos abrasados vivos, eran mujeres de todas las
edades, incluso niñas.
En algunos pueblos, por ejemplo en
Toulouse ,400 mujeres fueron llevadas a la pira en un solo día.
Se les condenaba y quemaba aunque con acusaciones a veces delirantes por ejemplo
tener relaciones con el diablo, beberse la sangre de los niños, pero también
por administrar anticonceptivos de la época a otras mujeres, hacer abortos, administrar
drogas contra el dolor del parto.
Esto es por mostrar un control
sobre sus vidas, conocimientos médicos que les estaban prohibidos, “las mujeres
no podían estudiar “
Fue con la revolución francesa y
sus ideales de justicia cuando un puñado de hombres y mujeres empezaron a
comprender que la igualdad era para todos los individuos o no lo era para nadie.
Decía así: “O bien ningún miembro de la raza humana posee
verdaderos derechos, o bien todos tenemos los mismos: Aquel que vota contra los
derechos del otro, cualesquiera que sea su sexo esta abjurando de ese modo de
los suyos”.
Son palabras que Condorcet, el
admirable filósofo francés que participó en la redacción de la constitución
revolucionaria, escribió en 1790 en su ensayo “sobre la admisión de las mujeres
en el derecho de la ciudad”
Condorcet fue un ferviente
feminista; él y otros pocos caballeros sensibles empezaron a denunciar la
situación de la mujer.
Esos primeros discursos de hombres
no sexistas fueron muy
importantes, porque hacía falta estar muy cultivado para poder asumir una
actitud crítica y las mujeres de la época carecían casi por completo de
educación.
En cuanto a Condorcet, Robespierre
le condenó a muerte, el filósofo prefirió
envenenarse en su primera noche de cárcel en el mes de septiembre de ese mismo
año.
Las aguas quietas del prejuicio
sexista se cerraron de nuevo. Con todo lo más asombroso es comprobar que
siempre ha habido mujeres capaces de sobreponerse a las más penosas
circunstancias; mujeres creadoras, guerreras, aventureras, políticas
científicas que han tenido la habilidad y el coraje de escaparse, quién sabe
cómo, de destinos tan estrechos como un tumba.
Siempre fueron pocas claro está,
en comparación con la gran masa de mujeres anónimas y sometidas a los límites
que el mundo les impuso; pero fueron, sin lugar a dudas, muchísimas más que las
que hoy conocemos y recordamos.
Unas antepasados capaces de crear
y llevar a cabo proezas anónimas tan ingentes como la lucha, y tantos pasos
dados por otra parte, el recuerdo que tenemos de las mujeres y de sus actos
está teñido a menudo por los valores sexistas.
Ejemplo: Mesalina, esposa del
emperador romano Claudio, ¿porque ha pasado la historia convertida en el
símbolo da la mujer infiel? Además de ninfómana.
O bien Catalina “La grande”, la
famosa emperatriz de Rusia, de quien se le recuerda, sobre todo que era una
mujer de armas tomar y que tenía muchos amantes.
Sin embargo, esta mujer que llevó
las riendas del imperio desde 1762
a 1796, fue una de los grandes soberanos del absolutismo
ilustrado. Reformó la administración del estado ruso, hizo los primeros
compendios legislativos, luchó contra lituanos y turcos, anuló la autonomía de
Ucrania; por si todo esto fuera poco, protegió
las artes y las ciencias; mantuvo una interesante correspondencia con Voltaire,
escribió obras teatrales, y fundó un periódico.
Además tuvo amantes, sí, como la
inmensa mayoría de los soberanos varones de todos los tiempos, pero, a diferencia
de muchos de estos reyes y emperadores ella si supo mantener a sus amantes en
el terreno puramente intimo, sin dejarse influir políticamente por ellos.
También en el siglo XVI sobresalió
la figura de Teresa de Ávila (1515-1582), consideradas una de las místicas más
importantes de la un cultura occidental, por no decir la más importante.
Fundadora de diecisiete conventos, fue la primera mujer que recibió el título
de Dr. ª De la iglesia.
En México Sor Juana Inés de la cruz (1615, 1695), famosa
por su erudición, matemáticas, teología, literatura, astronomía, filosofía
aunque al final de su corta vida la autoridad eclesiástica le prohibió
continuar investigando.
Durante los siglos XVII y XVIII, la actividad
intelectual de las mujeres se manifestaba a través de los salones literarios,
filosóficos y científicos, a pesar de que eran ridiculizadas por Moliere, hubo
muchas mujeres “salóniers”.
Al final del siglo XVIII
aparecieron dos obras de gran trascendencia política; “La declaración de los
derechos de la mujer y la ciudadanía” (1791), y vindicación de los derechos de
la mujer (1792) Wollstoncraft.
Las luchas reivindicativas se
desarrollaban a través de asociaciones y clubes femeninos como “La sociedad de
las amigas de la verdad”.
Aquel mismo año con el ascenso al
poder de Robespierre, los clubes femeninos se prohibieron, y Olimpia de Gougues
y Jean Mary Pihlipon fueron guillotinadas.
Esta última pronunció unas
palabras famosas” Oh libertad, cuántos crímenes se han producido en tu nombre”,
Por otra parte, el uso del
seudónimo masculino ha sido una práctica bastante común entre las mujeres del
siglo XIX, como George Eliot, George Sand, Víctor Catalá o Fernán Caballero,
etc. Y llegamos ya al siglo XXI, aunque
me dejó muchas cosas en el tintero.
En el pasado siglo XX se produce progresivamente
la incorporación definitiva e irreversible de la mujer a la educación, al
trabajo asalariado, y a la política.
Las mujeres acceden al ámbito público
y la visibilidad, como resultado de una lucha continuada individual y
colectiva.
Surgieron ya movimientos políticos e intelectuales
integrados por numerosas y cualificadas mujeres que actúan y reflexionan al
lado de los hombres. Ellos y ellas fueron protagonistas de toda esta
trayectoria, un camino lleno de espinas.
El sufragismo universal de final
del XIX impulso al feminismo de nuestro siglo XX, uno de los movimientos
sociales que más cambio ha provocado en las relaciones personales, familiares,
y en las estructuras de la sociedad actual.
Francia contó con la pedagogía científica
de María Montessori, mientras que en Cataluña, Rosa Sensat, con la nueva
escuela, representó las ideas más progresistas de la psicología y de la
filosofía de la educación, y su trabajo fue internacionalmente reconocido.
Federica Montseny símbolo de la revolución
antifascista, fue una figura decisiva en el contexto político de la segunda
república. Llegó a ser ministra de sanidad y asistencia social.
Numerosos trabajos están poblando
el pasado de referentes culturales femeninos, propiciando un reconocimiento justo
de su autoridad intelectual.
Tras la insipidez de nuestra amnesia colectiva, se oculta un
abigarrado paisaje de mujeres extraordinarias, algunas admirables, y también
alguna infame, todas ellas tienen algo en común, huyeron de sus limitados
destinos femeninos, conquistaron su libertad personal y con sus luchas la de
todas nosotras.
Hay que tener en cuenta que en la
mayoría de los casos, y durante milenios el ser mujer, implicaba como he dicho
antes no tener acceso a la educación y ni tan siquiera a una mínima libertad de
movimientos, en salir sola, o viajar sola.
El hecho es que las mujeres, han
tenido que superar enormes obstáculos para alcanzar sus metas, todavía tiene
que demostrar mucho más que el hombre.
Leyendo biografías y artículos sobre
mujeres, una descubre perspectivas sociales insospechadas como si la vida de
cada día, compuesta por hombres y mujeres de carne y hueso, hubiera ido por
derroteros distintos de la vida oficial.
He tomado como ejemplo el tema de
la relación de una mujer mayor con un hombre más joven; ha sido considerada
durante mucho tiempo como un hecho extravagante y escandaloso, y en alguna
medida sigue siendo criticado, como una completa excepción a la normalidad.
Y, sin embargo, no hay cómo ponerse
a bucear en las vidas antepasadas para
descubrir una abundancia de situaciones de este tipo.
Bueno, se acabó, no es que no haya
más, al contrario, hay muchas hembras fuertes o sutiles, gloriosas o
insufribles, pero todas ellas interesantes.
Preparando esta ponencia he
advertido con más claridad que nunca, que cada vida es una aventura.
Que en la sociedad ha encerrado
durante siglos a las mujeres, les ha quitado la libertad, y el sentido, afortunadamente gracias a todas ellas, que, como guerreras lucharon, cada una en su
campo para conseguir la herencia que nos han dejado.
Fuentes:
El Periódico, EL PAIS, y artículos de Maureen Murdock.
Podeis dejar vuestras opiniones o comentarios en el recuadro inferior si así lo deseáis.