Texto de la ponencia presentada por Paquita Campos el Sábado 21 de Octubre.
MUJERES EN LA SOMBRA
MUJERES EN LA SOMBRA
En la historia
las mujeres casi siempre han estado a la sombra de los hombres a pesar de que
muchas veces ellas han sido las inventoras, las escritoras y las músicas etc…
En esta
ponencia he buscado varias historias de mujeres que han estado en la sombra, a
veces por no quitar el mérito al marido otra simplemente por su condición de
mujer.
Marie Curie (Cientifica)
Considerada
la madre de la física moderna, fue la primera mujer en ganar el Nobel.
A menudo se
la define como <la madre de la física moderna>, y es cierto que lo largo
de su vida Marie Curie alumbró muchas cosas. Fue la primera mujer en ganar un
Premio Nobel, la primera de las cuatro únicas personas que han obtenido el
premio dos veces, y la primera de las únicas que lo han ganado en dos campos
distintos- en su caso, química y física-; fue Curie quien acuñó el término
radiactividad. Así mismo, descubrió dos elementos químicos –polonio y radio-, y
se convirtió en la primera mujer docente en la Sorbona.
Albert
Einstein dijo de ella que había soportado <<las dificultades más extremas
imaginables, nunca antes vistas en la historia de la ciencia>>
Era una
mujer que luchaba por ser aceptada en la comunidad científica de París de
finales del siglo XIX, un entorno en el que las mujeres no eran bienvenidas.
Actualmente
no hay duda respecto a los revolucionarios avances que Curie impulsó para
atender la naturaleza y el funcionamiento de la radiación, que con el tiempo
darían pie a tratamientos para combatir el cáncer y al desarrollo de la energía
atómica. Sin embargo durante muchos años se la considero una mera comparsa de
su marido, el físico francés Pierre Curie.
Cuando la
pareja recogió el Nobel en 1903, que compartieron
con Henri Becquerrel, a la hora de entregárselo el presidente de la Academia
Sueca citó la Biblia: <<No es bueno que el hombre esté solo; le haré una
ayuda idónea para él>>
Y cuando en
1906 ella ingreso en la Sorbona ocupando la plaza de su marido, fallecido en 1906
tras ser atropellado por un carro de caballos, tuvo que enfrentarse a la
resistencia no solo de las comunidades científica y académica sino de la
opinión pública.
Para ella,
esas luchas contra el poder establecido eran una extensión de las que vivió en
su infancia.
Había nacido
el 7 de noviembre de 1867, en una familia perteneciente a la intelligentsia
polaca que luchaba contra el yugo de la Rusia zarista. De niña vio a personas
muy cercanas ser deportadas a Siberia, y al principio de su adultez ella misma
se arriesgó a correr la misma suerte mientras enseñaba a los niños campesinos a
leer polaco, por entonces lengua prohibida.
Es cierto,
en todo caso, que a pesar de su resistencia, Currie no llegó a cambiar las
actitudes sexistas imperantes en su época, pero tampoco lo pretendió; la
política nunca le interesó. Vivía consumida por su trabajo, y murió consumida
por él: décadas de exposición a materiales radiactivos la sumieron en la
enfermedad crónica y en última instancia causaron su muerte en 1934, a los 67
años, a causa de una anemia aplásica.
Concha Espina (Novelista, dramaturga, poeta y
periodista)
Concha
Espina (Santander) 1869-Madrid, 1955)
Fue mucho
más que una poeta, dramaturga, periodista y novelista compulsiva. Fue también y
ya se borró del recuerdo colectivo, la escritora española que estuvo más cerca
del Nobel. En 1926 perdió frente a la italiana Grazia Deledda.
Se casó muy joven y vivió algún tiempo en Chile, donde
fue corresponsal de El Correo Español de Buenos Aires. De vuelta a
España, publicó una breve colección de versos infantiles con el título de Mis
flores (1904), prologada por Menéndez Pelayo.
Aunque inició su trayectoria literaria con artículos
periodísticos, cuentos y poemas, obtuvo su primer éxito con la novela La
niña de Luzmela (1909), donde trataba de analizar la psicología femenina. La
esfinge maragata (1914), en la que narra la vida desgraciada de una mujer
que se casa en contra de su voluntad, y El metal de los muertos (1920),
descripción realista de una huelga en las minas de Riotinto, fueron sus obras
más logradas.
Autora prolífica, permaneció ajena a las innovaciones
estilísticas y las preocupaciones ideológicas de su tiempo. En varias de sus
novelas reflejó el mundo rural asturiano, pero sin cuestionarse los valores
tradicionales. Sus paisajes y tipos, arrancados de su tierra natal, diríanse
una renovación de Pereda. El estilo es rico y pintoresco, rozando a veces el
cromo; en otras ocasiones alcanza una admirable perfección expresiva. La
rosa de los vientos (1916), El cáliz rojo (1923) y El más fuerte
(1947) figuran también entre sus principales obras.
Milena Jesenska (Activista
y periodista)
Milena Jesenská debía de tener una personalidad impactante.
Así lo constata Margarete Buber-Neumann, quien en 1940 se dejó seducir por ella
y se convirtió en su amiga en el epicentro del infierno, cuando ambas estaban
encerradas en el campo de concentración de Ravensbruck. Jesenská, periodista,
traductora y destinataria de las más intensas cartas de amor que jamás escribió
Franz Kafka, murió allí en 1944 Buber- Neumann sobrevivió y recordó la fantasía
compartida, que se convirtió en una promesa, de que ambas escribirían un libro
sobre la vida en los campos nazis y soviéticos (porque Buber-Neumann había
conocido ambos). El recuerdo de la amiga se hizo tan potente que cristalizó en
una trayectoria de historiadora de los totalitarismos y en 1970 publico Milena,
una obra ya clásica que Tusquest llevo a las librerías a finales de la década
de los 80 y que ahora acaba de reeditar.
Milena, el libro, recupera la existencia de una mujer
que ha pasado a la historia como amante de Kafka, pero esta relación que apenas
duró un par de años en su vida, unos pocos encuentros fallidos y gran número de
cartas, solo ocupa unos pocos capítulos en la biografía. Su retrato tiene el
valor de quien decidió vivir una vida nada convencional, una mujer infatigable
aún en las peores circunstancias, marcadas por la adicción a la morfina, la
vindicación feminista, el desencanto frente a la Unión Soviética y su lucha
final contra el nazismo, Kafka, que se sintió bastante intimidado por su
inagotable vitalidad y precisamente por ello decidió romper la relación, la definió como “fuego vivo”. Demasiado para
él. “Sin embargo es, al mismo tiempo, dulce animosa, inteligente y volcada
totalmente al sacrificio, o, si se prefiere, lo consigue todo a través del
sacrificio…”, escribió.
ROMPIENDO CADENAS
Milena Jesenská no fue una joven convencional. Nacida
en Praga en 1896 en la mayoría bohemia y más ilustrada del país, su padre, un
tiránico odontólogo antisemita y nacionalista, intentó doblegar el decidido
carácter de su hija con escaso éxito. Llegó incluso a encerrarla en un
psiquiátrico por “demencia moral” cuando se enamoró de su primer marido, Ernst
Pollack, un conocido asesor de artistas que se movía como ella en los círculos intelectuales
de los cafés de Praga y de Viena. El matrimonio no funcionó. Él tuvo una larga
procesión de amantes e incluso obligó a Jesenká a convivir con ellas en la
misma casa, apelando para ello a la libertad sexual.
Fue en medio de esa insatisfacción, unidad a una
miseria en la que Milena se vio obligada a trabajar cargando maletas en una estación
o limpiando casas, cuando conoció a Kafka. Ella se lanzó a esa relación en
tromba, después de haberse convertido en su traductora al checo. De hecho, la
aparición de El fogonero, el primer
capítulo de lo que luego se convirtió en la novela Amerika, fue la primera traducción de Kafka a cualquier otra
lengua.
Aunque eran muy distintos, además del amor por la
literatura, compartían una relación conflictiva con el padre. Kafka, de hecho,
le confió su célebre e inédita Carta al
padre, el más íntimo secreto de sus textos, demostrando que el vínculo
intelectual –a diferencia de otras historias sentimentales que había tenido el
autor- era muy profundo. Sin embargo, la desenvuelta Milena le pidió amor
físico, y el escritor enfermo y terriblemente asustado frente al sexo, a pesar
de demostrarle mucho amor en sus misivas, se replegó en su soledad. A su
muerte, ella escribió una certera necrológica, un perfecto análisis a pie de
obra del torturado carácter de un autor entonces todavía por descubrir. “¿Por
qué siempre me enamoro de hombres más débiles que yo?”, le preguntó a una
amiga.
ENSEÑANZAS Y DOLOR
Adquirió fama como periodista, se vinculó a la
vanguardia artística y literaria y especialmente a la Bauhaus, (era una escuela de artesanía, diseño, arte y
arquitectura. Cerrada por las autoridades prusianas en manos del Partido Nazi)
a la que pertenecía su nuevo marido, el arquitecto Jaromír
Krejcár. Pese a sufrir graves problemas de salud tras el complicado
parto de su única hija en 1928, cuyas dolorosas secuelas la convirtieron en
morfinómana como efecto colateral. Eso no le impidió iniciar una intensa
actividad política con su afiliación al partido comunista. Poco a poco, el
idealismo chocó con la realidad, especialmente en los cinco años que paso con
Krejcár en la URSS y que la convirtieron en una antiestalinista declarada. El
precio fue situarse en tierra de nadie, sospechosa de sus antiguos amigos,
porque la mayor parte de los intelectuales checos cerraban los ojos frente a la
política soviética.
Antes de ser detenida por la Gestapo, multiplico su
labor en la resistencia. De hecho, fue una de las primeras en ponerse en acción
poniendo a salvo a sus amigos judíos. En el campo de concentración, Milena
mostró una salud muy debilitada, pero su resolución se impuso y decidió que
nada le haría daño pese a contar con el rechazo de las comunistas del lager. (Campo de concentración Nazi)
Buber-Neumann relata cómo murió entre sus brazos el 15
de mayo de 1944. Cuando esta recuperó la libertad, apenas unos meses después,
se mantuvo fiel a la convicción de su amiga: “Sé que al menos tú no me
olvidaras, que podré seguir viviendo en ti”.
Clara Campoamor | |||||||
(Madrid 1888 – Laussanne 1972 )
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